Mirta Guerrero, una de las militantes de la Tupac Amaru condenadas el miércoles a prisión por la justicia jujeña, intentó suicidarse en el penal de Alto Comedero pasadas las 21 horas. El Servicio de Emergencia Médicas (Same) trasladó a Guerrero al Hospital San Roque, de la capital provincial y, en este momento, se encuentra fuera de peligro nuevamente en el penal.

Según un comunicado de la organización social, tras reiterados intentos de parte de Guerrero por ser atendida por el jefe de unidad, Guerrero –más conocida como Shakira– “quería reclamar por el trato recibido durante el traslado a la audiencia del juicio en el que fue condenada por el robo de una cámara al equipo de producción de Jorge Lanata, aunque todos los testigos, incluso los denunciantes en la audiencia, señalaron que el autor del hecho fue un hombre de un metro setenta y pelo largo”.

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Ante la negativa de las autoridades a ser atendida, indica el comunicado, tomó esa decisión: “¿Qué necesitan? ¿Qué me corte para que me atienda? Diganle a Gerardo que si quiere un muerto, acá lo va a tener”, habrían sido las palabras de la referente de la Tupac en relación al gobernador Gerardo Morales antes de ingresar al baño donde tuvo lugar el episodio. En el mismo comunicado, se agrega que las militantes de la organización sufren un constante hostigamiento por parte de las autoridades y miembros del servicio penitenciario.

Entre los agravantes de la situación médica de de Guerrero, se encuentra el hecho de que “ha pedido en reiteradas oportunidades, con el certificado médico correspondiente, que se la interne para concluir estudios médicos vinculados con un problema que tiene desde la intervención quirúrgica, que le produce mucho dolor”.

En el penal de Alto Comedero, además de Mirta Guerrero, se encuentran detenidas otras militantes de la Tupac Amaru, incluyendo a Milagro Sala, que este último sábado fue traslada en un operativo cuestionado legalmente.