Un pianista y compositor nacido en Ciudad Evita que desde 1992 vive en Francia y un poeta de la comunidad wichi que en sus palabras refleja las vivencias de su gente son los artífices de una obra que hoy a las 20 horas, junto con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Mariano Chiaccharini, se materializará en la Ballena Azul del Centro Cultural Kirchner. Gerardo Jerez Le Cam es el creador de la ópera concierto Las voces del Silencio que, con textos de Lecko Zamora, mostrará de qué manera la cultura es un territorio en el que las fronteras geográficas no son impedimento para generar obras únicas.

Jerez Le Cam desarrolla una intensa actividad en el viejo continente. Su obra se nutre de diversas influencias, fundamentalmente músicas gitanas, eslavas y folclóricas de Europa del Este, que enriquecen su obra en la que siempre aparece de manera inevitable el aire porteño.»Viviendo en Europa trabajé siempre con músicos que provienen del Este porque es la tendencia que más me atrajo y la que más me enriqueció en mi trabajo como compositor. Esto me permite incorporar a mi obra elementos que provienen de esas culturas europeas ancestrales», afirma.A partir de 2005, con la creación del Jerez Le Cam Ensemble, compone varias obras, entre ellas «Tango Imaginario», «Barok Tango», la ópera «Charbons Ardents» e incorpora instrumentos como el címbalon y el bandoneón.

Las voces del silencio propone el entrecruzamiento de culturas de pueblos originarios del norte de la Argentina y géneros musicales cultos y también populares, generando un encuentro entre los textos del poeta Lecko Zamora, referente de la cultura wichi y un lenguaje musical nuevo, original y sensible, local y nómade, íntimo y a la vez universal. «La obra habla de los sin palabra, de los invisibilizados de siempre. Lamentablemente no tenemos la posibilidad de tener el acceso necesario a todo lo que significa la cultura de los pueblos originarios y la verdad histórica que trajo la colonización de esos pueblos», explica Jerez Le Cam.

A su vez, comenta que la génesis del trabajo surgió cuando unos amigos chaqueños que viven en Francia lo impulsaron a adentrarse en la música originaria de los pueblos del impenetrable. «Durante varios años realicé viajes al Chaco y en una oportunidad conocí al poeta wichi Lecko Zamora, que es un referente de esa comunidad de Salta, si bien vive en el Chaco. El me guió en el camino de lo poético, lo musical y lo espiritual que rodea a su cultura».

Jerez Le Cam cuenta que el trabajo de composición lo inició en el 2012:  «En uno de los viaje vinieron los músicos con los que trabajaba habitualmente (Juanjo Mosalini en bandoneón, el rumano Iacob Maciuca en violín y el moldavo Mihai Trastian en címbalon, un instrumento del cual existe un solo ejemplar en el país) a los que se sumaron Juan Quintero y Luna Monti. Hicimos la primera presentación de este trabajo en El sausalito, en pleno impenetrable. Luego tocamos en Resistencia y Buenos Aires y posteriormente llevamos la obra a Europa. Y ahora surgió la posibilidad de llevar a cabo esta actuación con la Orquesta Sinfónica Nacional, con la cual ya tuve la oportunidad de presentarme el año pasado también en el CCK».

La obra, en la que se aprecia claramente este entrecruzamiento dinámico de géneros y culturas de regiones tan distantes, adquiere un nuevo estatus al ser abordada en esta oportunidad con la participación de una orquesta sinfónica.»Hice una orquestación en la que hay un cruce interesante entre el címbalon y la voz de Maryta de Humahuaca, generando un diálogo sorprendente entre la cultura wichi y la gitana. Los textos son leídos por una referente de la comunidad, Octarina Zamora, que es la hermana del autor de los textos. Todo este choque de géneros me permitió transitar un universo musical de gran riqueza, en el que se establecen puentes entre culturas lejana geográficamente, pero muy cercanas desde el aspecto espiritual. Los textos son leídos en su idioma original y en castellano. Del concierto también forma parte el bandoneonista de folklore Santiago Arias», dice el compositor.

Sobre las expectativas que el pianista tiene respecto a la presentación de esta noche, afirma que le interesa que el público se integre a la obra, no solo como espectador, sino como protagonista de lo que sucede con la música. «Y si esto sirve para que se pueda tomar conciencia de la riqueza y de las posibilidades que tiene la cultura de nuestros pueblos originarios, el objetivo estará cumplido», concluye.