Aunque esta propuesta pedagógica lanzada por el Instituto Nacional del Teatro se pensó para las comunidades teatrales, la primera clase que fue dictada por el crítico e investigador teatral Jorge Dubatti, director del Instituto de Artes del Espectáculo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, sobrepasó los objetivos y alcanzó a un público mucho más amplio no necesariamente ligado al teatro.

Integran la lista de disertantes, además de Dubatti, Nerina Dip (Tucumán), Fabián Castellani (Mendoza), Paco Giménez (Córdoba), Cristina Solís (Misiones) y Hugo Aristimuño (Río Negro), quienes tendrán a su cargo las clases siguientes.

El teatro, según lo específica Dubatti, es convivio, reunión, por lo que el aislamiento social obligatorio repercute de manera particular en él.

En esta nota, la palabra de un especialista en teatro sobre esta experiencia  a la que recién comienza y que se completará con otras cinco clases magistrales.

-¿En qué consiste exactamente esta propuesta?

-Es una propuesta del Instituto Nacional de Teatro, que tiene nueva autoridades. Está al frente Gustavo Uano, y lo que propuso es que en estos tiempos tan difíciles para el teatro por el aislamiento, es que cada región del país aportara  una mirada sobre la situación. Se eligieron seis representantes, uno de cada región. Yo soy representante de la región Centro y hay otros cinco maestros y maestras de las otras regiones que son Nuevo Cuyo, Centro Litoral, Noroeste, Nordeste y Patagonia. La idea es que cada uno dé una clases magistral sobre el teatro y la peste, el teatro y la pandemia. Se puso como eje de estimulación la lectura de “El teatro y la peste”, ese texto tan bello de Antonin Artaud de su libro El teatro y su doble. Los disertantes son figuras muy activas de cada región. Por ejemplo, en Córdoba está Paco Giménez que para mí es uno de los más grandes directores de la Argentina. Si yo tuviera que elegir dos directores fundamentales del teatro contemporáneo serían Ricardo Bartis y Giménez. Es el director de La Cochera. A cada teatrero se le encarga una clase basada en el estímulo pandemia, teatro, peste y luego cada uno lo encara como le parece. Así que este viernes 22 de mayo la conferencia de Giménez va a ser una gran sorpresa.

-¿Los disertantes son directores teatrales y críticos e historiadores como en tu caso?

-Eso es variopinto. Son lo que se llama “teatristas”, es decir que en cada persona se reúnen varios rubros de prácticas teatrales. Giménez, por ejemplo, es dramaturgo, director y actor. Nerina Dip que es representante del NOA es directora, teórica, profesora de la universidad, actriz, dramaturga, titiritera. Creo que esto atraviesa a todos los elegidos para las clases magistrales.

-Vos inauguraste el ciclo. ¿Cómo fue tu experiencia?

-Muy buena. Encaré la clase en tres partes. En la primera trabajé lo que está pasando con lo que yo llamo cultura convivial que es la cultura de cuerpo presente, territorial, en proximidad. Es una cultura que reenvía a los orígenes mismos de lo humano. El primer convivio se produjo la primera vez que se encontraron dos personas en un territorio, lo que nos lleva al mito de Adán y Eva. Esto lo opongo al tecnovivio que sería justamente la relación desterritorializada, de presencia telemática y no física, mediada por las máquinas. Hoy estamos ante una restricción del convivio porque el convivio es el peligro del contagio. El convivio es cuerpo y el cuerpo hoy es una amenaza, porque puede ser el portador de este bicho hijo de puta que nos está arruinando la vida a todos. Con la restricción del convivio lo que vemos es una avanzada absoluta del tecnovivio. Los teatros están cerrados y, al mismo tiempo, se da el auge de los portales de videoteatro, de streaming, de radioteatro, es decir, las formas tecnoviviales vinculadas con la práctica teatral.

-Pero el teatro es convivio.

-Claro. En la segunda parte de la clase trato de explicar, precisamente, por qué el teatro es convivio y por qué hoy padece tanto la restricción. En la tercera parte hago una historia de las representaciones de la peste en la dramaturgia argentina con textos de Gonzalo Demaría, de Renzo Casali, de Osvaldo Dragún, con distintas reescrituras argentinas de Edipo en diferentes partes del país como Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires. Es decir que hago una suerte de muestreo muy rico y también reivindico mucho el hecho de que la primera edición completa en castellano de El teatro y su doble de Artaud se publicara en la Argentina en el año 1964, en Sudamericana, con traducción de Francisco Abelenda (seudónimo de Paco Porrúa)  y Enrique Alonso. También reivindico el interés histórico de Artaud desde sus comienzos mismos, porque Victoria Ocampo publica en 1932, antes de que salga en francés, “El Teatro alquímico” de Artaud en el número 6 de la revista Sur.

-¿Cómo se produjo la relación con Artaud?

-Había una conexión a través de Guilles Supervielle, corresponsal de la revista, que le comenta a Victoria que Artaud era alguien muy interesante. Victoria, ni lerda ni perezosa, le dice que le pida algún texto y, antes de su publicación en francés Artaud le manda “El teatro alquímico” que es un texto bellísimo. Por supuesto, la revista Sur la leen desde Borges a Roberto Arlt y eso genera una enorme productividad en el mundo hispanoamericano. En síntesis, en un primer momento hablé de lo que está pasando ahora, es decir, del síndrome de abstinencia del convivio. En un segundo momento, del acontecimiento teatral en relación con lo que Artaud llama “el contagio” y luego de las representaciones de la peste en la dramaturgia argentina.

-¿A quiénes están destinadas estas clases?

-Creo que en principio hay un destinatario inmediato pensado por el Instituto Nacional del Teatro que son los teatreros de la Argentina. Pero como las clases se dan a través de la web, son de libre acceso y el mundo digital excede las fronteras nacionales, las ven gente de toda Latinoamérica, de España, de Francia, de Estados Unidos…Desde que está colgada, la primera tiene más de 3.400 visualizaciones, lo que es interesante porque esas visualizaciones sólo se cuentan cuando el video se ve completo. Por lo que me comentaron, no sólo la están viendo los hacedores de teatro, sino también muchos espectadores y mucha gente vinculada al arte aunque no necesariamente al teatro. Esas son las ventajas que ofrece la web. Cualquiera que tenga curiosidad accede a la página del Instituto Nacional del Teatro, lo que creo que es un gran servicio del Instituto el que ofrece a través de su canal de YouTube. Esto demuestra lo que podríamos llamar una voluntad pedagógica. Un dato interesante es que hay un espacio interactivo en las redes del Instituto donde las personas que vieron el video pueden dejar sus comentarios, hacer consultas y observaciones. Por otra parte, en la página del canal se publica la bibliografía que usó el expositor, es decir que hay algo que rebasa el misionado de la conferencia y que permite que haya un después de la esta, ya sea a través del intercambio o de la consulta de la bibliografía que se recomienda en cada una. 

-¿Cuál fue la respuesta a esta primera clase?

-Yo esperaba una resonancia en los teatreros argentinos, no la grn proyección que tuvo, pero la web es transnacional por lo que de pronto te llega un comentario de la India de un profesor de literatura hispanoamericana que dice que le interesa mucho el teatro argentino y que vio el material. Cuando las librerías estuvieron cerradas por la pandemia, el libro digital fue fundamental. Esto va a quedar entre las cosas positivas cuando se haga el balance de la pandemia. Las editoriales que publican teatro ya están pensando en lo que hasta este momento no habían pensado tanto, que es ofrecer libros en formato digital y en papel. Quiero agradecer la posibilidad de que esto se difunda porque Argentina tiene muy buen teatro y también el resto de Hispanoamérica, algo que se conoce poco. Hace un tiempo estuve en el Congreso Nacional de Literaturas Argentinas que se hizo en La Pampa y había 600 o 700 expositores, pero de teatro éramos solo tres, aunque el teatro le hace un aporte enorme a las letras argentinas e hispanoamericanas. Por eso, difundir este tipo de propuestas ayuda a sacar al teatro del corral del teatro.

Las clases se pueden ver en:

https://www.facebook.com/inteatro/photos/a.1396285737255066/2830966263786999/?type=3&theater

En el canal  Youtube del Instituto Nacional del Teatro y en  #FormarCultura, la plataforma de aprendizaje online de Ministerio de Cultura de la Nación.