“Comenzar un proyecto como este y sostener en el tiempo un grupo humano por tantos años es algo que nos produce una gran satisfacción, sobre todo teniendo en cuenta todas las vicisitudes que se viven en un ámbito como es el de la música contemporánea”, afirma la pianista Haydée Schvartz, directora musical y artística del Ensamble Tropi, que se generó en el Conservatorio Manuel de Falla como un proyecto de la Dirección General de Educación Artística, y que este año celebra 10 años desde su creación.

Para conmemorarlo está realizando una serie de presentaciones, tanto en Argentina como en el exterior, entre las que se incluyen las que llevará a cabo en el marco de la Segunda Edición del Festival Nueva Ópera Buenos Aires el 4 y 5 de agosto a las 21 y el 6 a las 20 en el Museo Nacional de Bellas Artes, Av. del Libertador 1473, CABA,

Para este ciclo interpretará un programa con obras de cámara del compositor argentino-alemán Mauricio Kagel (1931-2008), en el que se presentan cuatro obras que reflejan su visión al integrar en un todo orgánico el mundo de la escena y el de la música: Pas de Cinq (1965) considerada su primera obra de teatro instrumental, Ludwig Van (1970), Atem (1969/70) y Serenade (1994/95).

El Ensamble Tropi, integrado por Sebastián Tellado en flauta, Constancia Moroni en clarinete, Florencia Ciaffone en violín, Alejandro Becerra en cello, Malena  Levin en piano, Manuel Moreno en guitarra, Juan Denari en percusión y Schvartz en dirección musical y artística, es una agrupación estable dedicada a la divulgación de la música de cámara de los siglos XX y XXI. Surgió en mayo de 2008 como ensamble residente de la Academia Internacional de Composición con Nuevas Tecnologías dictado por Martín Matalon, Yan Maresz, Mikhail Malt y Olivier Pasquet (IRCAM, Francia).

Desde entonces sus presentaciones en la escena musical argentina le valieron los más elogiosos comentarios tanto del público como de la prensa especializada. El repertorio aborda obras camarísticas de compositores argentinos e internacionales, y encarga de forma permanente obras a jóvenes creadores. Además realiza una intensa actividad pedagógica brindando conciertos y clases en diversas instituciones educativas. Desde 2009, está vinculado a la Diplomatura en Música contemporánea del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla.

– ¿Existe un público para un repertorio no tan usual como el de la música contemporánea?

Sebastián Tellado – Tenemos un público que aprecia este tipo de música. Y también hay otro público que suele asistir a nuestros conciertos que viene con la intención de dejarse sorprender sin que necesariamente sepa que es lo que vamos a interpretar. Haydée suele hacer una explicación sobre las obras que se van a ejecutar y esto sirve para que los asistentes tengan una mejor idea acerca de lo que van a experimentar durante el concierto.

Haydée Schvartz – Esto último suele suceder fundamentalmente en lugares más grandes como la Usina del Arte o el CCK, en el que el público se acerca en muchas oportunidades sin saber con lo que se va a encontrar. Pero también tenemos público que es habitual en los conciertos de música contemporánea y que sigue a nuestro ensamble.

– En este tipo de música es importante la experiencia vivencial para el público.

H.S. – Creo que es fundamental estar presente en un concierto de esta música más nueva y, a veces, más experimental. Se percibe de manera diferente de la que se logra escuchando una grabación.

-¿Cómo es la mecánica de trabajo de la agrupación?

H.S. – El nuestro es un ensamble de cámara que se podría decir que se “auto dirige”. El hecho de que esté integrado por siete músicos, cada uno de los cuales es una pieza del mecanismo, genera una energía muy particular, la que además se transmite al público.

– Por esto es importante participar de la experiencia del concierto, ya que uno no piensa en llegar a su casa y tomar mates mientras escucha una obra de Morton Feldman, por ejemplo…

S. T. – …además sería un mate muy largo… (risas).

– ¿Cuál es el panorama de la música contemporánea en nuestro país?

H.S. – El movimiento de música contemporánea o música actual, como también se la puede denominar, es muy importante en Argentina y, sobre todo, en Buenos Aires. En otros países en los que hemos tenido la oportunidad de actuar, en especial en los de América Latina, el público que asiste a las presentaciones es mucho, pero tal vez se deba a que hay menos actividades y conciertos. Tuvimos la posibilidad de actuar en Chile en 2017, este año estuvimos en México, participando en el Festival Manuel Henriquez y en el Colegio Nacional en el que interpretamos obras de George Crumb, que fue un gran evento que también se transmitió vía streaming. Luego de esta serie de conciertos en el festival vamos a viajar a Colombia auspiciados por Ibermúsicas para hacer una serie de presentaciones.

– ¿De qué manera se vinculan con el público en sus conciertos?

H.S. – Creo que tenemos una comunicación muy particular con el público y me parece que se debe a que propiciamos una ausencia de barreras entre nosotros y la gente que nos viene a escuchar. Y sobre todo tenemos una pasión y un respeto por la música que interpretamos que  logra transmitirse.

– ¿Cómo encararon las obras de Kagel que van a interpretar?

S.T. – Hasta ahora nunca nos habíamos enfocado en Kagel, tanto en sus obras como en lo que significa su figura y sus conceptos estéticos. Casualmente estamos transitando el Año Kagel. Pero más allá de los aniversarios y las celebraciones, es un personaje que tiene un gran predicamento dentro de la música contemporánea.

H.S. – Las obras que integran el programa son muy particulares, sobre todo una de ellas, Pas de Cinq, que tiene mucho trabajo de escena y que está escrita para cinco instrumentistas sin instrumentos que deambulan sobre un pentágono. Pero todos los movimientos y los sonidos están absolutamente escritos y señalados en la partitura. Es interesante porque obliga al músico salir de su instrumento, lo que genera una tensión escénica que la hace interesante. En cierto modo apela a sacar al músico de su zona de confort.

– Además resulta interesante el espacio en el que desarrollarán los conciertos.

H.S. – La posibilidad de hacer estas presentaciones en el Museo Nacional de Bellas Artes también les agrega un valor adicional, porque es un espacio no habitual ya que vamos a estar rodeados de todas las grandes obras que se exhiben.

– ¿La obra de Kagel sigue manteniendo la misma relevancia de siempre?

H-S.:- Seguimos pensando que su música es de vanguardia, pero el tipo de estética que propone se ha explotado hasta el hartazgo, se ha banalizado y se la llevó hasta límites insostenibles. Igualmente sigue siendo un desafío interpretar sus composiciones y poder hacerlo en el contexto que nos ofrece un ámbito como el del Museo resulta sumamente interesante. Se consigue un equilibrio sutil entre lo absurdo que propone su música y lo formal que propone el espacio en el que se la interpreta.

– ¿Qué desafíos, además de los musicales, proponen sus composiciones?

Constancia Moroni: – Cada compositor que se encara implica un desafío. En este caso trabajamos con escenógrafo, objetos y materiales que usualmente no forman parte de la ejecución musical. Además es dejar de lado el instrumento tal como lo estudiamos y tocamos. Nosotros estudiamos y nos preparamos para tocar un instrumento pero no para no tocarlo, que es lo que propone Kagel. Su idea es no solo generar un espacio sonoro sino también un espacio visual.

– Por este motivo es de imaginar que son partituras a las que hay que tratar con respeto.

H.S. – Tanto en la música de Kagel como la de John Cage hay que tener mucho cuidado en no caer en los excesos que pueden hacerla rodar a un abismo, que es lo que generalmente ocurre. Es necesario abordarlas con sutileza y mucho respeto. De todos modos, me parece que son autores a los que sería necesario dejarlos descansar un tiempo, ya que se los interpretó demasiado y esto provoca una cierta saturación. Se suele acercar a ellos con  mucho furor e incluso con una actitud un poco snob, y esto muchas veces suele anular el efecto que sus obras consiguen generar.

Ficha técnica
Festival Nueva Ópera Buenos Aires. Segunda Edición Ensamble Tropi presenta Escena Kagel: 4 y 5 de agosto a las 21 y el 6 a las 20 en el Museo Nacional de Bellas Artes, Av. del Libertador 1473, CABA. Dirección general de Escena Kagel: Sebastián Tellado. Creación escenográfica: Martina Nosetto. Asistentes técnicos del Ensamble Tropi: Sebastián Gangi, Manuel Valverde y María Eugenia Amarilla. Con el apoyo de: Mecenazgo Cultural, Museo Nacional de Bellas Artes y CheLA. Entrada libre, no arancelada, sujeta a capacidad de la sala. Las localidades se retiran con dos horas de anticipación por las boleterías de las locaciones.