Después de tres semanas de paro además de una enorme movilización el jueves 30 de agosto, la parte mayoritaria del sector universitario llegó a un acuerdo con el gobierno en términos salariales pero continúa con una serie de medidas de fuerza que tienen como actividad central una marcha organizada para el jueves 13 de septiembre.

“Tuvimos un plenario de secretarios generales. Nuestra federación es la mayoritaria y decidimos darle continuidad a la lucha que venimos llevando”, dice Federico Montero, secretario general de FEDUBA y secretario de organización de CONADU horas después de la reunión que desde el gobierno se presentó como un conflicto solucionado.

La propuesta del gobierno fue de una recomposición salarial del 24 y de 26% según los cargos y fue aceptada con dos cláusulas de revisión por la inflación de los próximos meses. “Es una decisión de la asamblea, este acuerdo en noviembre va a ser revisado nuevamente para abrir la paritaria porque se tiene que revisar en relación a la inflación”, cuenta Montero.

“La madre de las batallas es por el presupuesto porque hay, al menos, veinte universidades que no tienen plata para funcionar. El conflicto tiene muchas facetas por eso es que la masiva movilización que se realizó en plaza de Mayo fue en defensa de la universidad pública. Del reclamo, el salarial es sólo una pata”, explica el dirigente universitario.

Entre los problemas que menciona está el pedido de 50 millones de pesos para los trabajadores universitarios de la provincia de Buenos Aires. “Son muchos las cuestiones que se abarcan en este conflicto, por eso fue curioso cómo la matriz informativa que responde al gobierno salió a decir que el conflicto había terminado. No, no se termina el conflicto porque no es salarial el problema, es estructural”, expresa con firmeza, Montero.  

“En la lucha que venimos llevando está el presupuesto y en ese sentido pedimos la declaración de la emergencia universitaria que tiene como efecto concreto un refuerzo en la cantidad de dinero que se reparten a las universidades. Y además de eso, crear una bicameral para hacer un seguimiento porque además de recortar, pasa también que muchas veces directamente no mandan la plata” afirma Montero.

En el reclamo también se enmarcan los pedidos de becas para estudiantes. “Hubo un brutal recorte, tanto en carreras estratégicas como en los recursos. Ahora el Congreso tendrá que hacerse cargo de sostener la defensa de la universidad”, dice. “Esto tiene un capítulo vinculado a la paritaria docente, pero otro más grande, que es el tema científico donde se incluyen una propuesta de financiamiento, de tomar algo del PBI para el sector. Vamos a pedir que se voten los problemas estructurales de la ciencia, por eso hay paquetes de leyes.”

Montero afirma que la pelea es ahora en el Congreso de la Nación. “Desde el punto de vista político, notamos que fuimos a plaza de Mayo y el presidente nos respondió cerrando tres ministerios, así que por eso pensamos que la lucha tiene que centrarse en el Congreso de la Nación donde se va a discutir el presupuesto, ahí tenemos varios paquetes de leyes que pueden resolver este conflicto”, agrega.

Para el dirigente entre los puntos pendientes queda la discusión en profundidad de cómo plegarse a medidas que salgan de lo sectorial pero, aún así van adherir al paro propuesto por la CTA el 25 de septiembre.

Por otro lado, Montero repudió los dichos de Finocchiaro durante la conferencia de prensa realizada el viernes por la tarde. “El ministro Finocchiaro dijo que iba a poner en marcha un sistema de descuento a los docentes que hagan paro en las universidades. Desde CONADU anunciamos que vamos a hacer las presentaciones judiciales y gremiales correspondientes para evitar que el ministro despliegue la política persecutoria a los que protestas porque el derecho de huelga es un derecho básico de los trabajores”.

Del reunión acuerdo participaron también Fedun, Conadu Histórica, Uda y Fagdut (docentes de UTN). “Luego de más de tres semanas en la que hubo paros de 48 horas, movilizaciones, abrazos y banderazos en las universidades de todo el país, entendimos que es necesario aceptar la recomposición porque la situación salarial de los docentes no puede esperar, pero vamos a seguir en la lucha, porque quedan muchas cosas por revisar, sobre todo ver cuál será efectivamente la inflación”, dice Daniel Ricci, secretario general de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) en un comunicado.

Por su parte, FAGDUT, el gremio que reúne a docentes de la universidad Tecnológica emitió un comunicado en esa misma línea. “Este logro no agota nuestra lucha, FAGDUT acompañará el reclamo por el presupuesto educativo 2019 y exigirá que no se sub-ejecute el de 2018. Es así que recordamos y enfatizamos que FAGDUT adhiere y apoya la marcha del 13 de septiembre hacia el Congreso Nacional en defensa del presupuesto para las Universidades Públicas y dará cobertura gremial a los compañeros que deseen movilizarse. FAGDUT ha estado y seguirá estando en la primera fila de la lucha docente universitaria, haciéndose eco del sentir y el opinar de los docentes tecnológicos, que somos los únicos que, a través de nuestra asociación, tenemos presencia directa en la mesa paritaria Nacional.”

La voz en contra del acuerdo

La CONADU Histórica no apoyó la propuesta del gobierno y difundió un comunicado con algunos puntos clave que indican por qué no adhieren. Entre ellos, afirman la intención de “ratificar el pliego de reivindicaciones: 30% al de recomposición salarial al básico, más cláusula gatillo. Aplicación del Convenio Colectivo. Salario para los ad honorem y pase a planta de los contratados.

Además, ratificaron el plan de lucha que venían llevando, con cese total de actividades para la semana del 10 al 15 de septiembre, para confluir el 12 con los cortes y movilizaciones de la CTA Autónoma y sus sindicatos y el 13 con las movilizaciones educativas en todo el país.