Las vacaciones en pandemia representan un desafío sanitario, económico y social difícil de administrar. Por el lado económico, será el retorno a la actividad de uno de los sectores más golpeados por el coronavirus: el turismo. Por el lado sanitario, el traslado masivo de personas y la aglomeración van a contramano de cualquier recomendación preventiva.

La necesidad de una oferta sedienta choca con una demanda con recursos limitados, lo cual hace que la especulación crezca en ambos lados del mostrador.

Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo, aseguró a Tiempo que «si bien las expectativas son bastante moderadas», mejoraron «a partir de lo que fue el último fin de semana largo, en el que hubo mucho movimiento». Por tanto, la expectativa ahora es de «una temporada de verano mejor que lo esperado anteriormente», cuando las proyecciones de los hoteles «no superaban el 30 por ciento de ocupación».

El rol de Previaje

Otro punto importante para el optimismo es el Plan Previaje, un programa de preventa turística que ofrece al cliente recuperar un 50% de su compra en créditos para gastos turísticos. Además, esa precompra se puede hacer en hasta 12 cuotas sin interés y con 90 días de gracia, antes de pagar la primera cuota.

El programa propone que las compras con tarjeta de crédito con fines turísticos se carguen en la web previaje.gob.ar. Luego, la mitad de ese dinero gastado podrá usarse en servicios incluidos en la Ley Nacional de Turismo (la 25.997), que incluye restaurantes, ocio y comercios.

«El plan es un éxito y ha sumado $ 6300 millones de pesos hasta el momento. Ha significado un buen impulso para enero y para febrero, que terminan hoy. Desde mañana, se podrá comprar para el resto del año», analizó Elías y agregó: «Es una gran iniciativa, pero lamentablemente, no tuvo el tiempo planificado. Se había pensado para que durara seis meses, pero arrancó recién el 9 de octubre, en un momento complicado».

Para el dirigente turístico, no tiene sentido establecer comparaciones entre esta temporada y las otras. «Nada de lo que sucedió en el pasado es para contrastar con este año. Los mayores y grupos de riesgo no pueden viajar, serán vacaciones en pandemia y todavía no se termina de saber cómo va a funcionar».

Con respecto a los precios, Elías comentó que «hubo aumentos entre el 30 y 50%, algunos disparatados». Para el especialista, «es un escenario donde va a haber mucha competencia en la oferta, por lo cual los precios no se van poder disparar mucho». Además, en cuanto a la demanda, «la situación económica está complicada para todos y eso va a jugar en contra».

Más allá de las limitaciones sanitarias oficiales, «es difícil pensar en cualquier evento en el ámbito de encierro, en edificios y salones porque uno mismo elige no ir», agregó Elías.

Algunos ejemplos

«Lo primero que se reactivará son los destinos cercanos; en primer lugar, porque la coyuntura económica dictará presupuestos limitados», explicó Eric Barbero Mondino, cofundador de Alquiler Argentina, una web que se dedica a generar un contacto directo entre turistas y dueños de alojamientos temporarios. «Por eso se estima que el viaje en auto, la facilidad que eso da para moverte en el destino y la posibilidad de volver rápidamente a la ciudad de origen ante una eventualidad es fundamental en el presupuesto», agregó.

Según un relevamiento de Alquiler Argentina, alquilar en Mar del Plata cuesta $ 1500 por persona por noche; en Pinamar, $ 1800; en Villa Gesell, $ 1600; en Monte Hermoso, $ 1800; en Villa Carlos Paz, $ 1200; en Santa Rosa de Calamuchita, $ 1300; en Mina Clavero, $ 1400; en Villa General Belgrano, $ 1600; en Bariloche, $ 1700; en Las Grutas, $ 1800; en San Martín de los Andes, $ 1900; en Puerto Madryn, 1500 pesos.

La web aclara que los datos relevados no tienen en cuenta comisiones inmobiliarias o de las plataformas internacionales de reservas.

La web calculó también el costo del combustible. El mismo puede variar, según marca y calidad del producto, el motor del auto y el recorrido específico a realizar, pero en valores estimados, para la ida y vuelta, si el turista parte de Buenos Aires, llegar a la Costa le insumirá unos $ 6000; a Mendoza, $ 14.500; a la Patagonia, $ 31 mil; y a Córdoba, 10 mil pesos.

Así las cosas, una familia compuesta por cuatro personas que desea pasar una semana en Mar del Plata deberá gastar solo en combustible y alojamiento alrededor de $ 48 mil. Deberá desembolsar $ 43.600 para hacer lo mismo en Villa Carlos Paz. Si el destino es Bariloche, el monto asciende a $ 78.600. A esto, el presupuesto familiar deberá sumar los gastos que se realicen en el lugar: comida, salidas diurnas y nocturnas, etcétera.

Si el viaje es en micro, los precios se encarecen. Según se puede observar en las web oficiales de Nueva Chevallier y Vía Bariloche, un viaje ida y vuelta a Mar del Plata cuesta $ 5800 por persona ($ 23.200, para el ejemplo de cuatro personas); a Bariloche, $ 18 mil por persona ($ 72 mil, para cuatro); a Carlos Paz, $ 7300 por persona ($ 29.200, para la familia).

De esta forma, entre micro y alojamiento, la familia en cuestión pagaría $ 65.200, en Mar del Plata; $ 62.800, en Carlos Paz; y $ 125.200, en Bariloche.

La pandemia marcará todo el verano. Elías concluyó: «Es muy importante transmitir que nos debemos un mayor compromiso y responsabilidad colectiva, en el respeto de las distancias, el uso del barbijo y la higiene permanente de manos». «

FLYBONDI

Flybondi aceptó la propuesta del gobierno, abandonó El Palomar y comenzó a realizar vuelos regulares de cabotaje desde el aeropuerto de Ezeiza hacia Puerto Iguazú, Bariloche y Tucumán.