Por segunda vez en siete días, las calles de Venezuela fueron hoy escenario de manifestaciones de la oposición, en reclamo de un referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro, y del oficialismo, en apoyo al gobierno, en un clima de tensión creciente en el que se denunciaron agresiones aisladas.

La convocatoria opositora volvió a ser multitudinaria pero a diferencia del jueves pasado, cuando se realizó exclusivamente en Caracas, esta vez tuvo lugar no solo allí -donde además se realizó un paro general de 10 minutos a mediodía- sino también en las capitales de los 23 estados provinciales.

El objetivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) opositora fue reclamar ante todas las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral (CNE) la agilización de los trámites para el llamado al referendo revocatorio.Las manifestaciones tuvieron suerte dispar en el objetivo de llegar hasta el frente de las oficinas del CNE, que de todos modos permanecieron cerradas por disposición de sus autoridades, con el propósito de «resguardar la seguridad de sus trabajadores».

Como contrapartida, las marchas en favor del presidente Nicolás Maduro también fueron multitudinarias y se realizaron en distintos puntos del país.

Pese a las denuncias de la oposición, la diputada chavista Tania Díaz aseguró que los simpatizantes oficialistas salieron a las calles con el objeto de garantizar la paz. «Estamos demostrando que cada espacio que tomamos a la violencia ha sido recuperado», dijo la legisladora.

Mientras oficialistas y opositores se expresaban en las calles, los ex presidentes español José Luis Rodríguez Zapatero, panameño Martín Torrijos y dominicano Leonel Fernández -que procuran instalar un diálogo entre los dos sectores- dejaron Caracas tras haber desarrollado una «agenda privada» durante dos días.