El reloj marcaba 79 minutos. La épica estaba al alcance de la mano. El tablero marcaba 23-21 para Francia. El penal favorable a Argentina fue en mitad de cancha, sobre el costado izquierdo. Como ocurre siempre, el tiro de larga distancia recayó en los pies de Boffelli. La pelota tenía buena potencia, altura y dirección. El Tokio Stadium enmudeció y, por un instante, propios y extraños contuvieron la respiración. Quizás al destino le pareció más justo otorgar a Francia la revancha de aquel Mundial 2007 y negar a Los Pumas una remontada para la historia. Lo cierto es que el viento desvió apenas el remate y así, la pelota y el partido se escaparon por centímetros. Así, la épica argentina se convirtió en la venganza francesa.

Nervios, ansiedad, dramatismo, desesperación, un primer tiempo para el olvido, una remontada épica que el viento terminó por negar y una derrota que deja al equipo argentino contra las cuerdas, en el Grupo de la Muerte.

Al igual que en 2007, Argentina comenzó el sueño mundialista ante Francia. Al igual que en 2007, el duelo era clave para definir el grupo. Con Inglaterra como gran favorito, los análisis previos apuntaban a que el duelo ante los galos marcaría el rumbo para definir el acceso a cuartos de final. Al igual que en 2007, el público se hacía escuchar a favor de los franceses. Al igual que en 2007, pasó el emotivo himno argentino y la hermosa Marsellesa. Al igual que en 2007, Los Pumas tomaron la iniciativa y, en menos de cinco minutos, tuvieron una ocasión clara de try y dos penales a los palos. El saldo fue de 3-0, desde los pies de Nicolás Sánchez, que tuvo una tarde con altibajos. El goleador del último Mundial metió 2 de 4 en tiros a los palos, acertó con algunos kicks de categoría y se fue remplazado por Urdapilleta. A partir de ahí, todo fue distinto a 2007. Los tackles argentinos estuvieron ausentes, sin aviso ni justificativo. Los backs galos se convirtieron en una pesadilla. Los tries no tardaron en llegar. Fickou y Dupont, la figura del partido, apoyaron en el ingoal. El joven apertura francés, Ntamack, no falló: 4 de 4 en el primer tiempo y el resultado se fue a 20-3. Una pesadilla.

“Es una lástima que un referí tan bueno no haya visto el penal de Picamoles, que le marcó el línea. Estaba dos metros adelantado. Nos referearon (sic) como a un país chico del rugby. Como sabemos que es así, hay que hacer mejor las cosas”, se quejó Ledesma, el entrenador argentino. La infracción del francés, en un momento clave, fue clara. Pero la derrota argentina no se explica en un fallo arbitral, sino en un primer tiempo regalado, con moño y todo.

Sin embargo, Los Pumas sacaron lo mejor del repertorio en el segundo tiempo. Petti Pagadizábal, el mejor de los argentinos, se metió de cabeza en el ingoal. Luego, hizo lo propio Montoya. 20-15 y la presión pasaba para el lado francés. A 15 del final, todo había cambiado tanto que hasta en la tribuna estaba favorable: “¡Para ser campeón, hoy hay que ganar!”, bajaba el canto desde las gradas japonesas. Los franceses tradujeron los nervios en errores e infracciones. La mesa estaba servida para la gran remontada épica. El ingreso de Urdapilleta se justificó con dos aciertos en igual cantidad de tiros a los palos. Los Pumas pasaron al frente: 21-20 y la remontada épica era una realidad. Pero en su peor momento, Francia sacó un drop de la galera y volvió al frente: 23-21, a diez del final. Aun así, la épica seguía viva. Ntamack mostró que es humano y falló un penal. Sobre la hora, Argentina lo tuvo con un penal de larga distancia a cargo de Boffelli. La patada fue buena, pero no lo suficiente. Así, la épica argentina se convirtió en la venganza francesa.

“En el primer tiempo le dimos demasiadas oportunidades a Francia, que se nutre de eso, y aprovechó el 90% de las posibilidades. En el segundo tiempo fuimos mucho más clínicos y salimos a buscar el triunfo, con dos tries muy temprano. Pero regalamos el primer tiempo”, analizó Matera. “Tenemos dos partidos duros y una final con Inglaterra», agregó el capitán Puma. Así las cosas, Argentina tendrá que buscar un triunfo histórico ante Inglaterra, si quiere tener chances de pasar a cuartos de final. Esa será otra historia.