Habían pasado casi dos semanas de un nuevo aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco cuando un legítimo heredero de sus ideas más extremas, Vox, se anotó un verdadero logro al conseguir 12 escaños para el parlamento andaluz. Un golpe que el PSOE no va a digerir fácilmente y que preocupa a la dirigencia política, por lo que implica que España haya entrado en esta ola racista y xenófoba que corre por Europa y de la que parecía al margen hasta ahora.

Se trata de la irrupción de un partido ultraderechista en un Parlamento regional por primera vez desde el regreso de la democracia tras la muerte de Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975. En el caso específico de Andalucía, la patria chica de Felipe González, el líder histórico del Partido Socialista Obrero Español, podría decirse que Vox llegó al congreso de la mano de un voto castigo contra el PSOE, en el poder en toda España desde junio pasado tras una alianza parlamentaria con Podemos.

Es que no solo los neofranquistas ganaron escaños sino que ahora tendrán mayoría las agrupaciones de derecha, tanto el Partido Popular como Ciudadanos, y no descartan una coalición para llegar a tomar el poder en la región.

En el primer examen electoral para el socialista Pedro Sánchez desde su llegada al poder en junio, las elecciones anticipadas en Andalucía -la región más poblada de España y feudo tradicional socialista- provocaron el domingo «un terremoto» que «cambia el panorama político nacional», estimó en su editorial el diario El País.

Esto ocurre a las puertas de un 2019 de alto voltaje electoral, con comicios municipales, regionales y europeos el 26 de mayo y unas muy probables legislativas a nivel nacional durante el año.

Fundado en 2013, Vox (ver acá) se convirtió el domingo en el primer partido ultraderechista en entrar en un Parlamento regional español desde que se restableció la democracia hace más de cuarenta años.

El lunes por la noche, cientos de personas salieron a la calle en Sevilla y Málaga para protestar contra la irrupción de esta formación ultraderechista, según se podía ver en videos en las redes sociales y los medios locales.

«Hemos recibido el mensaje de la ciudadanía», tuiteó la presidenta regional andaluza Susana Díaz, que difícilmente podrá mantenerse en el cargo. «Ahora toca (…) impedir que el gobierno de Andalucía dependa de un partido extremista, machista, homófobo y racista», añadió.

En Polonia para participar en la conferencia sobre el clima COP24, Pedro Sánchez aseguró en Twitter que «los resultados en Andalucía refuerzan nuestro compromiso de defender la Constitución y la democracia frente al miedo».

«Hemos dejado de ser una excepción en Europa», donde ha habido un avance de partidos de extrema derecha, como en Italia, Francia o Alemania, indicó Fernando Vallespín, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid.

«La Reconquista (en alusión a la Reconquista española sobre los musulmanes entre los siglos VII y XIV) comienza en tierras andaluzas y se extenderá en el resto de España», tuiteó la formación de extrema derecha tras conocerse los resultados del domingo.

Subestimado en los sondeos en Andalucía, que no les otorgaban más de 5 escaños en el Parlamento regional, encuestas a nivel nacional muestran que Vox podría ganar un escaño en unas legislativas anticipadas.