Gerardo Werthein se acomoda el cierre del buzo celeste y blanco, que sólo se sacó durante la jornada del martes en la Asamblea General del Comité Olímpico Internacional en Río de Janeiro, se enciende un puro y también se acomoda los anteojos blancos, modernos. Sonríe ante la presencia de cada atleta en la Villa Olímpica. Es el hombre del momento y lo disfruta. Infla el pecho porque sabe que se ganó muchos puntos dentro del COI al enfrentarse ante la poderosa Agencia Mundial Antidopaje (AMA). También lo felicitan Ahmad Al-Fahad Al-Sabah, de Kuwait, uno de los mas pesados dentro del ente deportivo. No tarda en llegar el saludo del presidente del COI, Thomas Bach. La vieja guardia se rinde frente a uno de los miembros más novatos, el presidente del Comité Olímpico Argentino, que acumula poder en el escenario mundial y piensa en una candidatura de Buenos Aires para ser sede de los Juegos. Pero, ¿quién es este veterinario que aparece en las fotos al lado de Bach? ¿Hasta dónde podrá llegar Werthein? ¿Es el Julio Grondona del olimpismo? Ningún argentino tuvo tanta influencia en el COI. Se mueve con tanta destreza entre los líderes de los cinco anillos que fue capaz de desafiar a la mismísima AMA por su desprolijidad en el caso Rusia, que estuvo a punto de ser el primer país de la historia expulsado de unos Juegos por doping de Estado.En la última Asamblea del COI, días antes de la apertura de Río 2016, fue el más enérgico en criticar al sistema antidopaje de la AMA: «La AMA sabía lo de Rusia desde mucho antes. ¿Por qué lo hicieron 15 días antes de iniciar los Juegos?», dijo. Werthein, vicepresidente de Telecom, es uno de los empresarios que comanda desde hace décadas el poderoso grupo económico familiar. Fue titular de la Federación Ecuestre Argentina y participó como jefe de equipo en Sydney 2000 y Atenas 2004. Allí viajó con su familia: su hijo Gregorio y su sobrino Lucas participaron sin éxito en salto. Y en la delegación figuraban su esposa Marcela, sus hijos Sara, Ana, Adrián y su nuera Andrea, todos como propietarios de caballos competidores. Werthein llegó al COA a través de la FEA y se quedó con las elecciones por sólo diez votos sobre Alicia Masoni de Morea. Pero su máximo logro fue la creación del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), que se basa en la obtención de recursos para el deporte a partir de la telefonía celular, cobrando un 1% de cada factura. No tardó en poner pie en el COI: en 2011, desembarcó en el máximo ente del deporte olímpico, y desde 2014 se metió de lleno en las telecomunicaciones, ya que figura como miembro de las comisiones de medios, marketing y derechos de televisión. Bajo su gestión, Werthein logró que en 2013 se realizara por primera vez en la historia una Asamblea General del COI en Buenos Aires. Allí se eligió a Bach como nuevo presidente en lugar del belga Jacques Rogge y se votó por Tokio como sede de los JJ OO 2020. La designación de la capital de Japón está bajo sospecha de corrupción al investigarse el ingreso de 1,3 millones de euros a una cuenta bancaria ligada al COI. Ese mismo año, el COA fue fundamental para que se ganara la candidatura de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, con una primera inversión de casi 200 millones de dólares. Werthein, junto al entonces jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, estuvo presente en la designación. Ahora, el titular del COA se ilusiona con una candidatura de Buenos Aires para 2028 o 2032. «No hay ninguna duda de que Buenos Aires estaría en condiciones de ser sede de unos notables Juegos Olímpicos», le dijo Bach al diario La Nación el mes pasado. «Los de 2024 -aclaró- ya cerraron su lista, así que hablamos de 2028.» En una charla con el mismo medio, durante su paso por Río de Janeiro para presenciar la inauguración, Macri alimentó la chance: «Tenemos varios años para prepararnos. Pero primero hay que organizar bien los Juegos Olímpicos de la Juventud.» Durante el menemismo, Buenos Aires fue candidata para los Juegos Olímpicos de 2004. Pero no prosperó. «La Argentina parece comenzar a tener una influencia mayor.Con lacreación del ENARD se reconfiguró la estructura del deporte argentino. Logró que el COA vuelva a tener una relevancia que no tenía hace 50 años», sostiene el filósofo argentino César Torres, investigador de la historia olímpica. El actual presidente del COA tiene en el ENARD su as de bastos, y casi nadie se anima a sacárselo. Estuvo ligado al kirchnerismo pero se abrió en los últimos años para mostrar al ente como algo propio, intocable. Esa baraja hoy tiene una prueba de fuego, ya que luego de seis años es momento de demostrar resultados. Río 2016 es un paso importante para el ENARD y Werthein. Pero es Buenos Aires 2018 (vendrán 10 mil atletas de todo el mundo) el as de espadas que le permitirá soñar con unos JJ OO para 2028 o 2032. Hay candidatura en mente y Werthein suma poder. El empresario va por todo.