El ministro Hernán Lombardi repitió en el Senado la exposición que había realizado hace un mes en Diputados, defendiendo los 357 despidos. A la vez, predijo que habrá futuro un eventual rediseño, en el que incluso prevé contrataciones, aunque no dejó en claro si hablaba de nuevo personal o de empresas que puedan ingresar como capital privado en la Agencia Pública de Noticias que ya lleva paralizada 50 días.

El titular del Sistema de Medios Públicos expuso ante la Comisión de Sistemas, Medios y Libertad de Expresión acompañado por Rodolfo Pousá, presidente del directorio de la agencia, quien justificó los despidos y habló de una “estructura sobredimensionada que hipotecó el futuro de la agencia”.

Trabajadores de Télam ubicados detrás de las sillas levantaron carteles contra los despidos. Dos empleados de seguridad exigieron que los bajasen y el presidente de la comisión, Alfredo Luenzo, intervino para que no los sacaran del salón. “Qué peligro hay en que tenga una agenda y una lapicera”, preguntó el delegado de Télam Ariel Bargach. “Ninguno, al contrario”, le respondió Luenzo.

Pousá también detalló el “plan estratégico” de la agencia, dividido en tres etapas: “la consolidación a nivel federal”, “el desarrollo regional” -hacia países como Chile, Bolivia, Perú, Paraguay, Uruguay y eventualmente Brasil-, y “el avance sobre el resto de Latinoamérica”.

Luego, el funcionario de 78 años reiteró la necesidad de adaptar la agencia a las nuevas tecnologías para lo que los “periodistas tienen que cambiar su perfil”. Fue entonces cuando se puso a contar sus inicios en la televisión y a destacar las cualidades de un teléfono celular. “Esto saca fotos, manda videos”, enumeró y se largó a hablar sobre “robotización”. Fue entonces cuando Lombardi lo cortó y sintió la necesidad de aclarar: “No vamos a robotizar”.

La senadora pampeana Norma Durango preguntó por el criterio de los despidos. Pousá acusó a los trabajadores de mal desempeño. Entonces, Ana Almirón repreguntó: «¿Se activaron los mecanismos de penalización por inconductas a los empleados antes de llevarlos al despido?».

Lombardi intentó despegarse al sostener que los despedidos tienen antigüedad variable en Télam «para evitar la presunción ideológica». Y luego defendió el concepto de “objetividad” e “independencia” y puso como ejemplo al diario La Nación, por la “investigación reciente” de las fotocopias de los cuadernos.

Qué dijeron los trabajadores

“Lombardi volvió a mentir responder con evasivas las pocas veces que los senadores pudieron repreguntarle. Cuando le preguntaron por Radio Nacional, por la situación que están viviendo en munchas emisoras que se volvieron repetidoras, o por el apagón informativo de los fines de semana de la TV Pública, no supo qué responder”, sostuvo Agustín Lecci Posse, delegado del canal. “Lombadri destacó de su gestión la serie El Marginal, y está totalmente producida por una empresa privada”, recordó el delegado del Sipreba.

Por su parte, el delegado de Télam, Ariel Bargach, criticó que los funcionarios “leyeron exactamente el mismo informe que habían leído hace un mes y en mes y medio y  hubo cinco fallos judiciales en el medio que fueron en contra de la propuesta de la empresa”.

En pleno conflicto, Lombardi sondea consultoras para la imagen de la «nueva Télam»