No tengo más que leer nuestra Constitución Nacional para comprender que la medida de fuerza está explícitamente consagrada como un derecho inalienable de los trabajadores argentinos.

En primer lugar, este paro constituye una respuesta de todos los trabajadores a la política regresiva aplicada por el gobierno del presidente Macri. Las 6 mil empresas cerradas en un año, los 400 mil trabajadores despedidos, la inflación y los tarifazos que se comen los salarios, y la generación de nueva deuda externa por 80 mil millones de dólares, no responden a una catástrofe natural ni a ninguna “herencia”, son producto directo de la política económica del gobierno actual.

Los trabajadores no somos destituyentes. Aceptamos la decisión popular y democrática que llevó al señor Macri a la presidencia. No obstante, es nuestra responsabilidad exigirle el cumplimiento de las promesas preelectorales, del mismo modo que es obligación del gobierno no romper ese “contrato social”.

La continuidad del modelo neoliberal que rige la política económica del gobierno de Cambiemos, llevará a la Argentina a la quiebra. Ya lo vivimos en el año 2001 y no queremos que se vuelva a repetir.

Paramos para que el gobierno escuche, reflexione y tome nota de que hay un pueblo que reclama un cambio urgente que contemple sus necesidades impostergables.

Producción: Martín Ferreyra