En plena negociación con los grupos de acreedores que se muestran más exigentes a sacar tajada de la compleja negociación de la deuda soberana, el presidente Alberto Fernández disertó este martes por videoconferencia en el Consejo de las Américas (COA, por sus siglas en inglés), junto a Martín Guzmán, el ministro de Economía encargado de liderar la estrategia con los bonistas. “No queremos estafar a nuestros acreedores prometiendo algo que no podemos cumplir, queremos respetar las normas internacionales para dirimir deudas soberanas que ya están escritas. El mundo ha impuesto ese consenso”, sostuvo Fernández.

Antes de que comenzara el evento fue organizado por ese foro empresarial y la Embajada argentina en los Estados Unidos, la vicepresidenta Cristina Fernández y el jefe de Gabinete Santiago Cafiero salieron a tuitear a favor de la forma en la que Guzmán lleva adelante la negociación, en pleno lobby de los acreedores para cerrar un acuerdo desfavorable a la Argentina.

El mensaje que hizo llegar el presidente apenas comenzó su alocución, fue contundente. “Confío en que los acreedores entiendan que estamos haciendo un enorme esfuerzo con la oferta que hicimos y que es lo último que podemos hacer”, afirmó, y les pidió a los bonistas “empezar a pensar en el futuro” porque “la Argentina no se va a terminar en un debate sobre el valor de los bonos de su deuda”.

El objetivo de Fernández fue mostrar firmeza en medio de la presión cartelizada de los bonistas y expresó que la propuesta que se les presentó “no es un capricho, es sensatez, es también no estafar a los acreedores prometiéndoles algo que no se va a poder cumplir”.

“No estamos para discutir con nadie. Estamos para tratar de resolver un problema en términos sensatos. Hemos hecho un enorme esfuerzo y seguimos discutiendo el tema de la deuda aun cuando la pandemia nos sigue pegando porque queremos resolverlo. Necesitamos comprensión de todos”, insistió.

Además, consideró que el Gobierno está enfrentando el problema de la deuda “con mucha seriedad, estamos buscando un modelo de desarrollo que no postergue a más gente, porque es imposible pedirle a un país con 40 por ciento de pobreza que haga un esfuerzo más, éticamente el deber que tenemos con esos sectores es tenderles la mano y sacarlos del pozo de la pobreza”.

“Nosotros, desde 2003 hasta 2015, cumplimos todas las obligaciones que contrajimos y que no contrajimos. Negociamos con los acreedores dos veces y siempre cumplimos», marcó.

“Llegamos y la Argentina enfrentaba un 36 por ciento de pobreza, tenía un nivel de endeudamiento que casi comprometía el 100 por ciento de su PBI, en una deuda que había sido contraída en muy poco tiempo y que debía ser pagada en muy poco tiempo, una Argentina absolutamente estancada, con una inflación que en el año 2019 superó los 50 puntos”, enumeró.

“Nadie que tenga un mínimo de ética vive en paz en una sociedad en que cuatro de cada 10 son pobres. Ahora, ¿cómo sacamos a esa gente de la pobreza? Yo conozco un solo remedio: la inversión, el empleo”, indicó.  

Y afirmó que la Argentina “tiene muchas posibilidades de generar inversiones porque sigue siendo un país que estructuralmente también tiene mucha riqueza que no ha sido explotada adecuadamente, mucha riqueza que además necesita de la asociación del Estado con el capital privado para poder desarrollarla”.

“Argentina produce alimentos, pero sería bueno dejar de alimentar los animales de otros países para empezar a exportar productos con valor agregado”, dijo ante empresarios de 3M, Aeropuertos Argentina 2000, Amazon Web Sevices, Apple, AT&T, Bank of America, Bayer AG, BBVA, BlackRock, Bloomberg, Boeing, Bridas, Bunge, Cargill, Caterpillar, Cisco System, Citigroup, Chevron, Deutsche Bank, DHL, Elliott Management, Exxon Mobil, Facebook, FedEx, FEMSA, Financial Times, Fintech Advisory, Ford, General Electric, General Motors, Goldman Sachs, Google y Greylock Capital Management.

También formaron parte integrantes de compañías como Hamburg Sud, HBO Latin America, IBM, IRSA, Johnson & Johnson, J. P. Morgan, Kellog, Lazard, Lockheed Martin, MasterCard, MercadoLibre, Microsoft, Moody’s, Morgan Stanley, Nike, Novartis, Pfizer, Pluspetrol, Procter & Gamble, Repsol, Roche, Santander, Shell, Telefónica, Tenaris, Twitter, Uber, UPS, ViacomCBS, Visa, Vista Oil & Gas, Walmart e YPF, entre otras.

«Confío en que entiendan que estamos haciendo un enorme esfuerzo y que es lo último que podemos hacer. En el futuro hay más oportunidades que en este presente. Ayúdennos a llegar a ese futuro, que también va a ser beneficioso para los acreedores”, cerró el presidente.