El comienzo formal de la campaña electoral encontró a Alberto Fernández en España. La idea inicial era dar su clase anual en la universidad, mantener dos encuentros formales con los jefes de Estado de España y Portugal y descansar un poco. No pudo. Como tampoco pudo sacarse el traje de pre presidente que le impusieron los interlocutores, en especial los empresarios españoles, que le pidieron un encuentro. Por lo pronto, en el país, la agenda proselitista ya empezó y las siguientes postas que se acomodarán a partir de este lunes son Córdoba, Corrientes y Mendoza.

“Sólo soy candidato”, les repetía a todos los que le pedían definiciones, según relató a Tiempo un miembro de la comitiva. Es que todo se aceleró cuando Ana Botín del grupo Santander se acercó –por su cuenta y sin contacto previo- hasta la universidad Camilo José Cela y esperó a que Fernández terminara de dar la clase. Ese encuentro desencadenó el resto. Los empresarios españoles –pero también los directivos de la agencia de noticias EFE y del diario español El País– querían escuchar de primera mano qué política exterior implementará el dirigente peronista desde la Casa Rosada. Pero, sobre todo, querían saber qué tipo de vínculo comercial se va a poder construir con el todavía nonato gobierno. Fue el contexto que aprovechó el candidato para denunciar por primera vez a nivel internacional la “situación de manipulación de la justicia” en Argentina, la persecución contra su compañera de fórmula Cristina Fernández, y también en el resto de América Latina. Pidió la libertad de Lula da Silva y criticó el ataque contra Rafael Correa.

El único día que le quedó de descanso fue este domingo. Es que desde el lunes ya tiene que organizar la recorrida de campaña. Las próximas paradas son Córdoba, Corrientes y Mendoza. La visita a la tierra que gobierna Juan Schiaretti –único mandatario peronista que no abona desde su boleta a la fórmula FF- estará coordinada, como siempre, con el senador Carlos Caserio, presidente del PJ local, y los intendentes de los pueblos y ciudades, que en su mayoría son peronistas. La única provincia donde ganó Mauricio Macri en las PASO será visitada por cuarta vez por el candidato, ya que tiene como objetivo recuperar el vínculo y el voto de la ciudadanía cordobesa.

En tanto, en Mendoza –una de los cinco distritos que gobierna el oficialismo- hay elecciones provinciales el 29 de septiembre. Allí tienen chances la senadora cristinista Anabel Fernández Sagasti, que según una encuesta de Analogías realizada entre el 26 y 8 de agosto, su buena imagen está en alza. El sondeo también muestra que Alberto F. cuenta con una imagen positiva del 58,8 por ciento. La candidata a gobernadora del peronismo recibe un 62% de aprobación en su imagen personal y un 34% de ponderación “muy buena”, lo cual demuestra un núcleo duro mayor incluso a su imagen negativa acumulada que es del 28,6 por ciento. Allí un 8% no tiene definida una opinión de Sagasti, lo que, según este sondeo, “podría ser terreno fértil para un crecimiento de su imagen positiva”. En tanto, el candidato del oficialismo, Rodolfo Suárez asciende a un 76% de imagen positiva.

Fernández ya estuvo en la provincia que gobierna Alfredo Cornejo, presidente de la UCR, durante la campaña de las PASO. En esa provincia logró un 40,48% frente a Macri que consiguió el 37,34. Ahora intentará llevar vientos de triunfo a la tierra del vino con la intención de sumar una mandataria peronista más al mapa nacional. Es que el compromiso que tejió de manera personal el candidato con los gobernadores fue clave para garantizar la contundente victoria que tuvo el 11 de agosto.

Con ese impulso Fernández también se adentrará en Corrientes, provincia con altos índices de pobreza y gobernada históricamente por los radicales. Allí sacó el 53,1% mientras Macri consiguió  el 33,15. Desde los pagos del chamamé, confirmaron a Tiempo que la visita de Alberto F. será durante el mes de septiembre, aunque todavía no hay fecha fijada. De esta manera, el candidato replicará la estrategia que le brindó el amplio triunfo en las PASO: caminar por territorios hostiles. «