Hace una semana, este diario publicó un artículo sobre la preocupación de un grupo de vecinos de Villa Elisa por la actitud de un represor excarcelado que, en dos oportunidades, intentó ingresar a espacios donde realizaban actividades vinculadas con la memoria sobre la última dictadura cívico-militar.

La nota anticipaba la convocatoria a un acto de repudio –que se realizó ayer– contra esta actitud de Eduardo Carlos Videla, exmilitar de 65 años acusado por crímenes de lesa humanidad, quien fue liberado por el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca que debe juzgarlo.

Pero el martes, desde las cuentas de redes sociales de una agrupación que califica a la Argentina como «país terrorista» comenzó una especie de escrache al autor de la nota, el periodista Pablo Roesler, que hasta incluyó un pedido de derecho a réplica a este diario. Curiosamente, ni el periodista ni Tiempo Argentino identificaron a agrupación alguna en la nota, y sólo se limitaron a consignar el domingo 2 de junio: «La noticia del acto puso en alerta a los grupos progenocidas –quienes mencionan como presos políticos a imputados y condenados– que a través de sus blogs acusan de agresivos a los vecinos».

Videla se pasea por las calles de Villa Elisa desde el 21 de febrero pasado. Es un exoficial que se desempeñó en la compañía de combate «Mayor Keller» del Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca, donde fue jefe de sección de un grupo comando entre 1976 y 1979. Está imputado en la causa conocida como «Ejército IV» que espera llegar a juicio en el Tribunal Oral Federal, donde está acusado de haber participado en 52 casos de secuestros y torturas. Los otros dos acusados en la causa son Vicente Alfredo Flores, que vive en La Matanza, y Oscar Norberto Moschini, domiciliado en la ciudad de Buenos Aires.

La difusión de la imagen del autor de la nota en las redes sociales, a modo de escrache, puso en alerta a Vecinos por la Memoria de Villa Elisa, quienes le advirtieron al periodista sobre la situación. Inclusive, se decidió que el acto, que se realizó ayer en el Paseo de la Memoria con la participación del exjuez Carlos Rozansky, el periodista y abogado Pablo Llonto y Azucena Racosta, tuviera mayores recaudos de protección.

También participaron de la convocatoria Pablo Díaz, sobreviviente de la Noche de los Lápices; y Rubén López, hijo Jorge Julio López.

En la nota difundida el 2 de junio por este diario, los denunciantes trazaban una hipótesis sobre Videla: «Nos llama la atención que va a los lugares donde se nuclean militantes de este organismo de Derechos Humanos», explicó Rodolfo Luna, uno de los integrantes de Vecinos por la Memoria. «