La puja por la definición de las candidaturas del peronismo en el mayor distrito electoral del país ingresará esta semana en su etapa clave. Ya no habrá tanto suspenso y se resolverá una de las incógnitas que tiene en vilo al PJ y a los partidos aliados: si Cristina Fernández será candidata. Por la evolución del escenario político, CFK está muy cerca de aceptar ese desafío. La frase “responsabilidad histórica”, utilizada por la ex mandataria en el reportaje de C5N, da cuenta de esa situación. Otro de los misterios que comenzará a despejarse es si existe alguna posibilidad de que Florencio Randazzo acepte, a último momento, una lista de unidad: no parece posible y sus colaboradores ratifican cada vez que pueden que competirá en las PASO sí o sí.

La tensión y presiones cruzadas serán parte del paisaje en el tiempo que falta hasta el 24 de junio, fecha límite para inscribir candidaturas ante la Justicia Electoral. Una muestra de esa tensión se vivió en la última reunión del Comisión de Acción Política (CAP) del PJ bonaerense, el miércoles pasado. Allí, a pesar del tono diplomático y de alguna broma lanzada para descomprimir, tampoco faltaron las críticas muy duras: uno de los que cuestionó a Randazzo por no aceptar una lista de unidad y llevar al peronismo a las PASO fue el ex intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto. De origen sindical (UOM), el ex alcalde recordó que Randazzo no aceptó ser candidato a gobernador en 2015 y atribuyó la derrota electoral del FpV, en buena medida, a esa decisión. Otro de los gestos fuertes fue el pronunciamiento de todos los intendentes de la tercera sección electoral (sur del GBA) a favor de la candidatura de CFK.

El randazzismo, a pesar de todo ese escenario, no muestra grietas. Y sus referentes ratifican que no hay posibilidad de no presentarse en las PASO. El martes pasado, en el Palacio Raggio –búnker de Randazzo en CABA- se debatió sobre la conveniencia de concurrir o de faltar al encuentro que habían convocado el presidente partidario, Fernando Espinoza, y el diputado Máximo Kirchner. A pesar de que algunos dirigentes del equipo randazzista opinaban que asistir era una forma de dejarse marchar la cancha, y por lo tanto aconsejaban faltar, terminó ganando la posición de estar presentes. La idea fue no alimentar ninguna versión rupturista. La cumbre del PJ, finalmente, registró la presencia de cuarenta dirigentes, de los cuales sólo cuatro forman parte de las filas del ex ministro. 

En los días posteriores a la reunión, los llamados telefónicos entre los dos sectores del PJ se sucedieron de modo frenético. Según los colaboradores de Randazzo, el tono de esos llamados varió desde un cierto coqueteo, la insistencia y hasta la amenaza de dejarlos afuera al momento de la presentación de avales. Sin embargo, desde el kirchnerismo que ya imagina a Cristina al frente de la lista aseguran que no está en los planes impedir la participación de nadie. El propio Jorge Landau, apoderado histórico del partido, explicó que si Randazzo presenta los avales y las listas en tiempo y forma, competirá en una eventual primaria. Según los análisis del randazzismo, la participación del exministro del Interior en las primarias resulta conveniente para sus planes, incluso si enfrenta a una competidora de la estatura de CFK. El exministro asegura a sus colaboradores que no quiere volver a la política en el marco de una lista encabezada por Cristina, quien –y este es el eje de su planteo- tiene un alto rechazo en ciertos sectores de la sociedad. La idea, entonces, es diferenciarse en agosto. “El Flaco va contra quien sea. Cristina, Magario o quien sea”, subrayan. Esa firmeza debe complementarse, sin embargo, con el reconocimiento de que es muy posible que si Randazzo enfrenta a Cristina, pierda. Otra de las especulaciones del randazzismo, a la hora de explicar sus movimientos, es su creencia en que una lista de unidad con CFK al frente podría perder con Cambiemos en las elecciones de octubre. 

En la vereda opuesta advierten que la creciente ola de apoyos de la dirigencia partidaria a CFK se explica por un proceso simultáneo que se está dando en franjas muy importantes de la sociedad bonaerense: de modo silencioso y gradual, y a pesar de la intransigencia del ‘periodismo de guerra’ que ejercen algunos medios de comunicación, las encuestas muestran un crecimiento de la imagen y de la intención de voto de Cristina. “Si esto sigue así, la PASO contra Florencio va a ser simbólica, como la puja (en aquel entonces no había primarias abiertas) que hubo en 2011 entre la lista de Scioli y la colectora de Mario Ishii para gobernador”, recordó en diálogo con Tiempo un alfil kirchnerista que suele fatigar los pasillos del Senado. Esta semana, de hecho, los colaboradores más cercanos a Cristina recibieron encuestas que marcan esa tendencia. 

Con ese optimismo prudente como telón de fondo, en el kirchnerismo saben que se viene una campaña muy dura, en la que Cambiemos, sectores del Poder Judicial y otros factores de poder tratarán de evitar el refortalecimiento de Cristina. En los últimos días circuló por las redes sociales un flyer casero que convocaba al estadio de Ferro para el 10 de junio. Sectores de la militancia del FpV recibieron incluso la instrucción de dejarse libre ese día.  Ante las consultas de este diario, desde el Parlamento negaron que el eventual lanzamiento vaya a concretarse el 10. “Hay que esperar. Va a ser mucho más cerca del 24 de junio, no antes”, aseguraron. «