Al menos por el momento, pandemia y crisis económica mediante, el Gobierno cerró la puerta para implementar un salario universal, una medida ampliamente debatida y demandada por gran parte de los movimientos y organizaciones sociales, y que, incluso, es considerada como parte de los derechos a conquistar por un sector de la administración nacional.

Así lo reconoció el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quien planteó que «la Argentina necesita un ingreso universal ciudadano» y, aunque dio por hecho que, con el tiempo, se irá en esa dirección, indicó que las condiciones fiscales no están dadas para concretar esa iniciativa. «Hoy las condiciones fiscales no dan pero, históricamente, la Argentina ha sido pionera en América Latina de encarar nuevos derechos, y no dudo que, con el tiempo, vamos a ir en la dirección de un Ingreso Universal de Base, porque la Argentina necesita un ingreso universal ciudadano, una renta básica universal», expresó Arroyo.

Arroyo también recordó que, debido a la pandemia, “está aumentando la pobreza” y que el Estado lleva a cabo un importante esfuerzo para paliar esa situación. “Cubrimos once millones de personas con programas sociales. El costo de los alimentos es clave porque es evidente que los precios siguen creciendo”, marcó.  “El INDEC va a marcar un aumento de la pobreza y la desocupación. Previo a la pandemia, había 40 por ciento de pobreza en general y 50 por ciento en niños”, repasó el funcionario.

De todas maneras, el debate por un salario universal ciudadano no parece destinado a quedar cerrado totalmente, ya que forma parte de las agendas planteadas por movimientos y organizaciones sociales.

Programa Potenciar Joven
Por otra parte, Arroyo indicó que la cartera que conduce lanzó el programa Potenciar Joven. Según explicó, se trata de un programa de reparto de kits de trabajo para que jóvenes de entre 18 y 29 años puedan acceder a herramientas, para así comenzar con un emprendimiento.
Para ello, se recuperaron herramientas que quedaron retenidas en la Aduana y se armaron kits para diferentes oficios, entre ellos «peluquería, gastronomía, herrería y textil», mencionó el funcionario.»Convocamos a jóvenes de 18 a 29 años que llenan un formulario, acreditan que tengan que ver con alguno de los rubros, y un jurado evalúa la entrega de dichas herramientas», indicó el ministro.

«La salida tiene tres ejes: el plan Potenciar Trabajo; un ingreso de base para trabajar o capacitarse en oficios y completar el secundario, y la urbanización de los barrios, que no solo representa acceso a los servicios básicos, sino derecho al hábitat y plan de empleo», planteó Arroyo respecto al panorama general.

“El ingreso de base es importante para la gente que se quedó sin trabajo. Cuando uno habla de changas, habla de seis millones de personas», remarcó.
Por último, el funcionario indicó que «se anotaron 800 mil personas» en el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (RENATEP) lo cual «marca la cantidad de gente que necesita máquinas y herramientas para trabajar».