Por tercera vez vuelve el presidente de la Nación Alberto Fernández al Congreso de la Nación para inaugurar este primero de marzo las sesiones ordinarias de este año. Será una ceremonia especial, ya que caerá un día que en el calendario es feriado por Carnaval y, a diferencia de la del año pasado –atravesada por los contagios del Covid 19 que obligaron a la participación remota- se celebrará con plena presencialidad. Volverán los invitados a las galerías que tiene el recinto y además se espera una movilización del PJ, CGT y el Movimiento Evita en las calles para apoyar la gestión del presidente.

A través del Decreto 92/2022, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, se estableció que la reunión de la Asamblea Legislativa se llevará a cabo el primer día del próximo mes a las 12 y bajo lo establecido en el inciso número ocho del artículo 99 de la Constitución. En la organización, que llevan adelante la Casa Rosada y el Senado de la Nación, confirmaron que ya se cursaron las invitaciones a los representantes de todos los sectores, gobernadores, intendentes, gremiales, ministros de la Corte, cuerpo de diplomáticos y ministros del Ejecutivo, entre otros. Sólo tendrán como único requisito presentar el certificado del esquema de vacunación completo o el test de antígenos.

En cuanto a los ejes del discurso, poco se sabe por estas horas, salvo que el presidente tiene previstas reuniones con el asesor presidencial Alejandro Grimson y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello. En los últimos días, el mandatario nacional tuvo reuniones con sus funcionarios para analizar las necesidades de cada cartera del gobierno. 

Entre las iniciativas que prepara el Ejecutivo para el Congreso está – por lo que informó Gabriela Cerruti, la portavoz de la Casa Rosada- la creación de un Plan de Salud Mental para abordar los traumas derivados de la pandemia del coronavirus. También se enviarán los proyectos abocados al desarrollo económico, al cuidado ambiental con el ojo puesto en el cambio climático y la equidad de género. 

Se destacará el crecimiento económico del 10% que tuvo la Argentina el año pasado, tras la reactivación luego del parete por la pandemia, y el plan de vacunación que se desarrolló en todo el país. Un día previo al comienzo del ciclo lectivo en todas las provincias, Alberto Fernández no dejará de lado la cuestión educativa. En este punto, el titular de la cartera, Jaime Perczyk, ya adelantó que “se pudo recuperar a unos 500 mil chicos que se desconectaron en la pandemia» y se puso en marcha la beca escolar progresar. 

Atravesado por un contexto mundial complicado, la política exterior también será el eje central. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y el cierre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para afrontar la deuda heredada por el gobierno de Mauricio Macri serán temas centrales en esta apertura de sesiones. Ambas cámaras del Congreso tendrán que aprobar la carta de intención con el staff del organismo internacional que preside Kristalina Georgieva.

Por ahora no hay precisión de fecha de envío al Parlamento, pero en la Cámara de Diputados se habilitó  a través de una resolución que firmó el presidente del cuerpo legislativo, Sergio Massa, la disponibilidad de la mesa de entradas por si el gobierno decide enviarlo el lunes feriado.

El presidente sabe que no puede escapar a las inquietudes que tienen  los parlamentarios en torno a la letra chica de la negociación. Además, tendrá que afrontar un Congreso con divisiones internas en el oficialismo y la oposición con una vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que ha optado por el silencio y cuyo hijo, el diputado Máximo Kirchner, presentó la renuncia a la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos inmediatamente después de que la Casa Rosada celebrara los avances con el FMI. Los ojos estarán sobre Máximo, todo indica que estará presente, aunque durante el fin de semana ninguno de sus voceros confirmó el dato.

Ante este panorama, la presencia de la militancia en los alrededores del Congreso buscará imprimirle fuerza a la fecha. El presidente llega con una imagen debilitada hacia adentro del palacio legislativo, por dos cuestiones: no se pudieron concretar las sesiones extraordinarias con el temario de los 18 proyectos que pidió – por decreto- que se traten en febrero. Y en ninguna de las Cámaras tienen conformada la totalidad de las comisiones permanentes que son la primera instancia de debate para cualquier proyecto. «