Después de que se conocieran que más de 300 personas fueron cesanteadas en el ministerio de Agroindustria, a las 10 de la mañana de este lunes comenzó una asamblea de trabajadores. Tomaron la palabra Daniel Catalano -titular de ATE Capital- y Sebastián Rivera -delegado general de Agroindustria-. Allí los dirigentes solicitaron racionalidad de parte de las autoridades y exigieron la convocatoria a una mesa de negociación para discutir la reincorporación “caso por caso” de los despedidos. De no constituirse o no dar frutos, advirtieron, “comenzarán las medidas de fuerza”.

Entre los despedidos hay trabajadoras de licencia por maternidad, embarazadas, pacientes oncológicos y delegados con fueros. Incluso la secretaria de comunicación de la seccional de ATE Capital, empleada de ese ministerio, forma parte del listado de 330 cesanteados. 

Nada de eso importó para que las autoridades dieran la orden de impedir el ingreso incluso a trabajadores que no habían sido notificados y que se enteraron ahí mismo de que sus contratos serían discontinuados. 

Sebastián Rivera, delegado general de ATE Agroindustria explicó a Tiempo que, efectivamente, “se abrió una mesa de negociación por los despedidos» y dijo que  extendieron la asamblea para el miércoles. «La gestión se comprometió que dejará ingresar a los despedidos para hacer la asamblea adentro de las instalaciones con todos los trabajadores”, agregó.

La mesa de negociación se constituirá, según explicó el dirigente, entre el martes y el miércoles. “Por ahora estamos en esta situación de abrir el canal de diálogo con las autoridades. Volveremos a analizar la situación el miércoles”, agregó.

En paralelo y a apenas 200 metros los trabajadores del Senasa, organismo descentralizado del ministerio, realizaron una asamblea en el marco de un paro de 24 horas ante las versiones que indican el inminente despido de 380 empleados de ese organismo. Allí se reclamó la reincorporación de los 130 cesanteados en enero y se votó un paro de 96 horas.

Karina Maloberti, dirigente de ATE de ese organismo, explicó que “el paro será activo con todos en los sectores de trabajo para hacer asambleas» y que en cuanto llegue un telegrama concentrarán «en la casa central para tomar posesión del edificio». 

Además, explicó Maloberti: “Se resolvió conformar una mesa conjunta con las asociaciones de productores porque les sacaron los servicios sanitarios y se incrementaron los costos para los productores regionales. Se les está haciendo insostenible el sector.”

Los trabajadores del Senasa, una vez concluída la asamblea marcharon hasta la sede de Agroindustria. Maloberti explicó: «Estamos en solidaridad con los compañeros despedidos, y para exigirles que dejen de jugar en la interna entre radicales y Pro porque en el medio estamos los trabajadores. Santiago Hardi, del PRO, es quién mandó la orden de 380 despidos en el Senasa conducido por los radicales.”

Consultada sobre el contraste entre las medidas adoptadas en Senasa y las de Agroindustria, explicó: “Nosotros tuvimos despidos en enero y allí se conformó una mesa de negociación. Pero desde entonces se agravó la situación. No solo no caminó sino que de mala fe y, por detrás, estaban preparando 380 despidos más.”.

Jorge Ravetti, titular de la mesa nacional de Senasa señaló que “no sobra ningún trabajador» y que «no sólo es el problema de los despedidos» sino que «están generando una situación de riesgo sanitario» y que «quieren sacar la certificación del servicio de inspección veterinaria de los frigoríficos de todo el país». Y agregó: «Eso significa que el pedazo de carne que comés no lo va a certificar Senasa sino que lo hará la misma empresa. Sólo van a mantener las certificaciones para la exportación.  Además, quieren cerrar las 400 oficinas de campo que cuidan a los animales cuando están vivos, no habrá veterinarios que certifiquen si se vacuna contra la aftosa. Es muy grave”.