El asesinato de Rodolfo Orellana en la madrugada del pasado jueves puso en escena la problemática que sufren los vecinos del Barrio Puente 13, en su mayoría miembros de la comunidad boliviana. Un hecho lleno de interrogantes y un claro pedido de esclarecimiento por parte de sus familiares y compañeros, pero que aun así puso en evidencia el problema de la tierra, que ante la ausencia de control del Estado, genera tensión entre los propios vecinos.

Iber Mamani, militante social de La Matanza, activista por los derechos de los pueblos originarios y miembro de la CTEP, estuvo presente desde el momento mismo de la gestación del Barrio Puente 13, ubicado en las cercanías de Ruta 4 y Autopista Ricchieri. “Este barrio está dividido en tres sectores: A, B y C. Las casas que se construyeron en el sector B se han podido lograr gracias a tres años de trabajo arduo y articulado entre la CTEP, el  Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza”, comenta Mamani.

Pero pese al esfuerzo de distintos vecinos por sostener sus viviendas de manera pacífica y legal, los sectores B y C del Barrio Puente 13 quedaron a merced de la falta de políticas públicas y de la venta irregular de tierras. Sobre esto Mamani argumenta: “Las tierras fiscales que Rodolfo y otras personas desesperadas intentaron ocupar son propiedad de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Ésta no se ha hecho cargo del problema como era debido. Es entonces que en la zona, Rolando Pardo sostiene un negocio irregular que comercializa impune e ilegalmente esos terrenos hace tiempo. Algunos vecinos, que compraron de buena fe, lograron regularizar su situación y permanecer en el lugar. Otros vecinos que también compraron de buena fe en una parte del predio denominado “Sector C” no pudieron asentarse allí debido a distintas restricciones judiciales”.

Es en este momento donde la ausencia del Estado y la mafia de la tierra devienen en enfrentamientos entre vecinos víctimas de un mismo engaño. “Quieren tapar el negociado de la tierra y la ausencia del Estado mintiendo y enfrentado a los vecinos. Hemos denunciado en reiteradas ocasiones el negociado de Pardo e Isabella Carballo, incluso la venta sobre un territorio declarado arqueológico por el municipio ya que ahí existe un cementerio querandí. Pardo me amenazó y me difamó a mí y a otros vecinos. Ya hemos radicado la denuncia acompañados por la APDH”, comenta Mamani quien fue atacado por personas allegadas a Pardo.

Durante esta semana, los representantes de los diferentes sectores del predio de Puente 13 (A, B y C), con la mediación de la APDH y la CTEP, lograron avanzar en la consolidación de una junta vecinal con sus respectivos representantes para llevar adelante la regularización de los terrenos, así como también garantizar la seguridad ante posibles nuevos intentos de toma. “No sabemos quién ha impulsado la toma e instiga a acciones similares estos días, pero desmentimos que sea la CTEP, nuestra posición está en el diálogo y el poder popular de manera pacífica sin avalar de ninguna manera las prácticas que les den a las fuerzas de seguridad la posibilidad de seguir descargando violencia y muerte contra los trabajadores y las trabajadoras más humildes. Seguiremos junto a los vecinos por el camino de la organización, del diálogo y de la solución pacífica. Reanudamos ese compromiso”, concluyó Mamani.