Ambiente y deuda fueron los ejes de la gira de Alberto Fernández en Europa. Si bien, como saldo positivo, se consiguió la declaración conjunta de los países del G20 a favor de se revean las sobretasas que tiene que pagar Argentina debido a la desproporción de la deuda con el FMI, por el momento, no se comunicaron avances concretos sobre esa negociación.

Tras el encuentro mano a mano que tuvieron Alberto Fernández y Kristalina Georgieva el sábado, este lunes Martín Guzmán tuvo una reunión maratónica con la titular del FMI para hemisferio occidental, Julie Kozack. Más allá de las declaraciones formales, hasta el momento la única información concreta es que el país no pedirá un “waiver” o lapso de espera para no caer en default.

Las propias características de la gira cruzó los ejes del cuidado ambiental y colección de apoyo político en la negociación de la deuda, por la que el país debería desembolzar en marzo de 2022 19 mil millones de dólares. Ese monto no está contabilizado en el presupuesto del año que viene. En ese contexto fue que el presidente planteó el canje de activos ambientales a cambio de condonación de deuda. Por el momento es apenas una declaración en la que planteó aplicar los derechos especiales de giro del FMI para “un gran pacto de solidaridad ambiental” con el objetivo de que “las deudas sean sostenibles para una recuperación económica sólida y con inclusión social».

El mandatario realizó su primera intervención pública ayer al exponer en el evento de alto nivel titulado «Acción y Solidaridad: La Década Crítica». Fue encabezado por el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y por el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi. Allí planteó que “los organismos multilaterales de cooperación deben comprometer al menos el 50 por ciento de su cartera de préstamos a acciones ambientales” para lograr una “transición hacia un modelo de desarrollo integral, sostenible e inclusivo”.

Su segundo discurso público en Glasgow, Escocia, fue hoy, al intervenir en la Sesión Plenaria de la Cumbre de Líderes de la COP26. Fernández insistió en la necesidad de aplicar los derechos especiales de giro del Fondo para “un gran pacto de solidaridad ambiental, que incluya a los países de bajos ingresos y renta media y que sirva para extender los plazos de las deudas y la aplicación de menores tasas”.

Durante su exposición remarcó la necesidad de “comprometer aportes concretos, en el marco del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, que estén acompañados por medios para su implementación”.

Más tarde, al disertar en el evento de alto nivel titulado “Lanzamiento del compromiso global de metano”, que estuvo coordinado por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y la titular de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, el presidente Fernández aseguró que la “sustentabilidad ambiental va de la mano de la sustentabilidad social”.

“Es necesario que las deudas a pagar sean sostenibles para garantizar una recuperación económica sólida y con inclusión social”, enfatizó. El mandatario solicitó “atención y sensibilidad para superar el obstáculo que la Argentina tiene en materia de endeudamiento externo con el FMI. Hacerlo de modo exitoso, nos permitirá acelerar nuestra transición climática”.

Durante el evento, del que también participó el enviado especial presidencial de los Estados Unidos para el Clima, John Kerry, el presidente aseguró que ”nuestro país ya se puso en acción” respecto del plan internacional para controlar las emisiones de metano.

Como última acción antes de subir al avión que trajo a la comitiva de vuelta, el jefe de Estado firmó la declaración no vinculante sobre bosques y uso de la tierra para revertir la desforestación. En Argentina, existe una Ley de Bosques que fue sancionada en 2007, pero nunca logró tener los fondos necesarios para su aplicación y apenas se le asignó la conservación del 8,5% de lo estipulado por ley.

En tanto, mientras la ley de protección de humedales puede perder estado parlamentario este año, sí se sancionó la ley de uso del fuego para evitar la expansión de la frontera agropecuaria.

Se puede contar entre los logros del viaje el acuerdo con la empresa australiana que producirá hidrógeno verde en la provincia de Río Negro, emprendimiento destinado a reemplazar el uso de combustibles fósiles por aquellos producidos a partir del agua, y que además servirá para generar dólares para el país. Sin embargo, las críticas a este emprendimiento surgieron a partir de la falta de producción de este combustible ecológico para uso dentro del país, objetivo que el propio presidente expuso, a mostrar la necesidad de empezar a reconvertir la industria local.