«Hace 48 horas, el presidente (Mauricio Macri) hizo una reunión donde citó a empresarios, políticos, sindicalistas. Uno de los temas que tocó fue la Justicia, a la que criticó y no encontró ninguna virtud. La verdad es que si ése es el punto de partida para una discusión sobre esto, la verdad es que empezamos mal, o no empezamos por lo menos bien”. La frase no sería sorprendente sino viniera de quien viene, y en el escenario donde la realizó. Se trata del juez federal Claudio Bonadio, quien apuntó contra el primer mandatario en una disertación que realizó durante un almuerzo del Rotary Club, en el Hotel Sheraton Libertador, en el centro porteño.

El magistrado apuntó a los cuestionamientos de Macri, el lunes último, respecto del funcionamiento del Poder Judicial, puntualmente a la feria judicial de enero y al horario de atención al público de la Justicia, hasta las 15. Bonadio realizó su pública queja y pidió «dar una discusión seria» sobre los problemas operativos que enfrenta la Justicia. Consideró, además, que circunscribir las dificultades del área al régimen de vacaciones o al horario de atención en los tribunales es «empezar mal un debate».

Macri durante la reunión que encabezó en el Centro Cultural Kirchner con referentes de la política, la economía y de la Corte Suprema de la Nación consideró “importante” que el Poder Judicial «modernice sus procesos para dar un servicio ágil y transparente» y se mostró en contra de los recesos de 45 días por año que existen en los juzgados. “En la Justicia el expediente electrónico no existe; los expedientes tienen 200 hojas, mínimo, en papel, que se cosen y todavía están escritos en español antiguo”, sostuvo.

Bonadio puso como ejemplo hechos ocurridos en los últimos años, como la tragedia de Cromañón, de Once y la muerte del fiscal Alberto Nisman, todos ellos ocurridos en verano y cuyas investigaciones nunca fueron interrumpidas por licencias. También mencionó el accidente del avión de LAPA, en 1999, en la costanera porteña y remarcó: «Nunca tuvo feria». Insistió el magistrado: «Yo no tengo problema que me den la licencia que me corresponde por la ley de contrato de trabajo; el problema lo van a tener los abogados cuando no haya más feria de enero y no se puedan ir de vacaciones nunca porque siempre va a haber un juez o un tribunal que le ponga una audiencia o un plazo».

También advirtió que sólo los «grandes estudios» podrán sortear la dificultad de que los tribunales no tengan vacaciones en verano, pero quienes «ejercen la abogacía como un trabajo artesanal van a tener muchos problemas, o se consiguen una verdulería o no tienen más vacaciones».

Por otra parte, el juez federal se excusó de hacer referencia directa sobre la renuncia de la procuradora Alejandra Gils Carbó, pero recordó que desde 1983 la «práctica institucional» establecía que «cuando cambiaba el ciclo político los procuradores se retiraban por su propia voluntad». Sin embargo, consideró «equivocado atornillarse en un sillón cuando el cargo de procurador está muy cuestionado» e insistió en que ante un «cambio de un ciclo político es importante que el procurador dé un paso al costado».

También evitó responder cuando se lo consultó sobre las acusaciones de la ex presidenta Cristina Kirchner hacia él. El jueves pasado la ex mandataria declaró durante casi dos horas en su juzgado como imputada por traición a la patria por el supuesto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a la AMIA, donde presentó un escrito, en el que le dijo al juez: «De usted no espero justicia» y recordó que el magistrado fue apartado de la primera causa por encubrimiento del atentado a la mutual judía. «Le pido que me exima de contestar esta pregunta» sostuvo Bonadio.