“Si un policía tiene un arma y no puede usarla, estamos en el peor de los mundos porque no se protege él ni a la ciudadanía”. Con esa afirmación, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvió a defender hoy la implementación del nuevo protocolo que flexibiliza el uso de armas de fuego para las fuerzas de seguridad. «Este protocolo defiende la vida de las personas, de los policías y de la ciudadanía. Es legal y constitucional. Muchas veces, para defender la vida de un ciudadano es necesario el uso de armas de fuego. Es tan evidente que, de no ser así, no le demos a la policía armas de fuego, démosle armas de otro tipo. Si la policía tiene un arma, y cuando hay una situación de peligro no la puede usar, la verdad que es el peor de los mundos porque no se protege él ni a la ciudadanía», insistió la funcionaria en declaraciones radiales formuladas esta mañana.

La nueva reglamentación quedó oficializada en los días previos a la Cumbre del G20 que se realizó en noviembre pasado en Buenos Aires. El protocolo habilita a la Policía a disparar por la espalda en situación de fuega, entre otros puntos controversiales.

Los organismos de Derechos Humanos denunciaron la norma como una institucionalización de la denominada Doctrina Chocobar –en alusión al efectivo que disparó contra un joven de 18 años en una situación de robo- y del gatillo fácil.

Esta mañana, Bullrich relativizó también las recientes declaraciones del Papa Francisco quien condenó los casos de abusos policiales. “No creo que hablara del protocolo en Argentina. No me di por aludida, ni yo ni mi gobierno”, subrayó la funcionaria.

Además, la ministra de Seguridad le restó importancia a las comparaciones de su gestión con la “mano dura” atribuida al estilo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.  «Me parece una simplificación comparar con alguien que ni siquiera asumió y va a tener flor de problema porque si hay un país desbordado por el narcotráfico y el delito es Brasil. Hoy (en Argentina) combatimos al narcotráfico, todo en el marco de instituciones que debían ser saneadas», subrayó.