El canciller Santiago Cafiero salió de Buenos Aires el mismo día que el presidente Alberto Fernández partió con destino a Francia para comenzar la gira por París, Bali y Madrid que incluyó una minicrisis médica durante el comienzo de la cumbre del G20, en la famosa ciudad balnearia de Indonesia. Allí, Cafiero participó de los encuentros con el premier chino Xi Jinping, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente norteamericano Joe Biden, a quien le transmitió el «alivio» del gobierno argentino ante el resultado de las elecciones de medio término donde no se concretó la ola republicana que anticipaban las encuestas.

El jefe del Palacio San Martín no llegó directamente a la capital francesa. Se fue a Riad, para reunirse con el príncipe Mohammed Bin Salman y tejer una bilateral con el mandatario argentino que no se concretó por los cambios en la agenda. En el medio, siguió coordinando las negociaciones para promover la candidatura de su secretaria de Relaciones Internacionales, Cecilia Todesca, como presidenta del Banco Interamericano de Desarrollo.

Si la comitiva presidencial sumó 60 horas de vuelo, Cafiero acumuló más de 90 horas por el viaje a Arabia Saudita. Cuando estaba por aterrizar en Madrid, para concretar la ultima escala de la gira, ofreció una entrevista con los medios que cubrieron el periplo, entre los que estuvo Tiempo.

– ¿Habló con el canciller de México, Marcelo Ebrard, por las elección del presidente del BID?

– Sí. Hablé bastante porque estuvimos sentados al lado en la cumbre.

– ¿México va a bajar su candidato al BID?

– Estamos trabajando para lograr el consenso. Es el trabajo que estamos haciendo y hay que continuar con eso. A Cecilia (Todesca) le fue muy bien en su presentación del domingo, y quedaron todos muy sorprendidos.

– ¿Cómo se suman votos en un escenario de este tipo?

– Cecilia ya se juntó durante toda esta semana con directores que ocupan las sillas. Esas sillas no son ocupadas por todos los países sino que se agrupan por director o directora, y Cecilia tuvo muy buenas entrevistas durante esta semana. También estuvo en el Tesoro, y ahí le fue muy bien también.

– ¿Tuvo alguna certeza de que están analizando el apoyo a la candidata argentina?

– En México entienden que tenemos que trabajar en una candidatura de consenso porque sino nadie va a llegar. La idea del consenso es que hoy nosotros seguimos apuntalando a nuestra candidata que es la única candidata mujer. Eso es algo que hablé con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, acá en Bali.

– El mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se había comprometido a bajar su candidato, ¿qué dijo de eso?

– AMLO se comprometió a apoyar una candidatura de consenso, y seguimos construyendo eso. Para nosotros la más adecuada es Cecilia, y tenemos hasta el 19 para generar consenso.

– En la comitiva hay quienes sostienen que había que darle a México 48 horas para que digan qué van a hacer. ¿Cuál es su postura?

– Las relaciones exteriores con los países soberanos no se ejercen de ese modo.

– ¿Qué temas se abordaron con Blinken?

– Fue en la segunda ronda, y hablamos de salud. El 15 a la tarde. Hablamos de América Latina, y me dijo que le gustaba que sea una mujer. No vota Blinken, sino la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

– ¿Qué va a pasar con el candidato de Brasil?

– El de Brasil (Ilan Goldfajn) es el candidato de Bolsonaro. Hay que ver cómo continúa construyendo. El que vota ahí es Paulo Guedes, el ministro de Economía de Bolsonaro. 

– La discusión ahí es si es legal y legítima. Es legal como candidatura, ahora, ¿es legítima? 

– A nosotros nos parece que no. Brasil es un socio importante. En este contexto, en el que está la región, va a pesar mucho la política. La Casa Blanca y el Departamento de Estado van a tener una posición conjunta, pero no será una definición tecnocrática. Es mi percepción.

– ¿Alberto Fernández viajará a México?

– Vamos a ver cómo está y si los médicos se lo permiten.

– ¿Eso variará según el resultado del BID?

– Va a salir bien. La política exterior no se maneja por un intercambio de votos.

– ¿Qué balance hace el Gobierno de la totalidad de la gira? 

– La gira tiene tres partes. La primera es la de Francia en el que ambos presidentes tuvieron un acercamiento estrecho con miradas similares sobre cómo abordar la política exterior, pero con diferencias en temas puntuales. Los dos no hacen la misma hoja de ruta, pero sí se notó mucha sintonía en buscar entender la mirada del otro. 

– ¿Por qué?

– No sólo por la reunión bilateral que fue muy buena sino porque Macron es alguien que está incorporando a su visión de la política exterior la agenda del Sur Global, donde uno de los pilares, según su óptica, es Fernández porque es quien trae la visión de América Latina y el Caribe. Macron la incorporó cuando conoció a Fernández, no antes.

– Luego llegó el turno de Indonesia con un imprevisto médico…

– La segunda parte de la gira es cuando llegamos al G20, con la participación de las reuniones y la cuestión de salud del Presidente. Y la tercera parte es que la agenda continuó cuando el Presidente nos instruyó al ministro de Economía, Sergio Massa y a mí para que continuemos con las agendas que estaban previstas (algunas pudieron continuar, otras no ya que eran actividades presidenciales y nadie lo puede reemplazar). Había reuniones bilaterales con Alemania, Italia y Arabia Saudita pero no se pudieron hacer. 

Cafiero
Cafiero junto a Biden y otros mandatarios en Bali.
Foto: Prensa Cancillería

– ¿Cómo fue la actividad con el presidente de Estados Unidos?

– Fue una actividad para concientizar sobre el cambio climático. Estuvimos en el bosque de manglares que es una especie que captura cuatro veces más de dióxido de carbono, pero por el cambio climático se habían deteriorado. 

– Esa acción se demoró porque hubo una reunión de urgencia de los miembros de la OTAN que estaban en el G20 por el misil que cayó en Polonia donde se lamentaron las dos muertes y había mucha preocupación. 

– Hicimos una reunión general donde conversamos distintas cuestiones vinculadas a esa preocupación. Muchos países ya tenían la información de que el suceso había sido una externalidad producto del enfrentamiento, pero que no había sido un ataque deliberado de ninguno. De todos modos, Polonia movilizaba recursos militares para la zona.

– ¿Cómo impactó dentro de la cumbre el episodio que vivió el Presidente en Bali?

– Me preguntaron por la salud del Presidente (el jefe del Gobierno español) Pedro Sánchez, Macron, el canciller alemán Olaf Scholz, con el que estuve conversando mucho porque estábamos sentados al lado. Primero me mandó saludos para Alberto, muchos de ellos estaban y se corrió el comentario de lo que había sucedido, pero todos se quedaron tranquilos porque Alberto ya estaba bien e incluso Pedro Sánchez y Macron que se habían mandado mensajes con él también asentían cuando contaba que ya estaba mejor y que estaba superada la situación.

– ¿Qué temas se trataron con Biden?

– Le dejé un saludo de parte del Presidente, le comenté que se sentía bien, que hubiera querido estar, pero que estaba en el hotel descansando por el tema de salud que había tenido y le conté algo que Alberto me había dicho que conversemos sobre las elecciones de medio término. Le dije que fue un alivio que él haya tenido el resultado que tuvo y que fue una buena noticia para muchos, para toda América Latina.

– ¿Cuál fue la respuesta del mandatario norteamericano?

– Que estaba muy conforme, muy contento con la elección (que se concretó el 8 de noviembre), que agradecía la mirada que teníamos nosotros y que efectivamente había que hacer un trabajo de abordaje constructivo con América Latina, muy importante sobre todo en este momento donde hay que buscar integrar y no desintegrar. Hablamos en términos generales de la región. Hablé de la CELAC, del trabajo que estábamos haciendo nosotros, de trabajar con todos los países y que ese era el abordaje que había que llevar adelante.

– ¿Hablaron de Lula?

– Con Biden no. De la elección de Brasil hablé con Macron, pero Alberto ya había hablado, hablé con Pedro Sánchez y con Olaf Scholz, sobre cuál era el impacto de Lula en la región. Les dije que era positivo.

Cafiero
Olaf Scholz y Santiago Cafiero
Foto: Prensa Cancilleria

– ¿Qué habló con el canciller alemán?

– Scholz me preguntó cómo estaba América Latina y le conté los cambios de signo político de la región que habían sido muy positivos y que tienen una mirada muy similar con respecto a la necesidad de achicar las brechas de desigualdad; y que si bien después cada país tiene sus complejidades, nos une una agenda bastante más homogénea. 

– ¿Le preguntaron por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner?

– No.

– ¿Qué puede contar sobre la reunión con el Fondo Monetario Internacional (FMI)?

– La reunión de ayer (por el miércoles) fue muy buena para poder avanzar en los temas de agenda que tenemos. El saldo fue el de continuar trabajando en el programa. Hubo un buen aporte de Massa al entregar un informe sobre el precio de la guerra y la necesidad de que eso tenga algún entendimiento, y la insistencia con el tema de los sobrecargos. Eso son para la Argentina mil millones de dólares por año que ya los estamos pagando.

– ¿En qué se traduce ese compromiso?

– Por un lado, el FMI -si bien hablás con la directora- es un cuerpo colegiado y la decisión de sobrecargos es sistémica, no sólo para la Argentina. Tiene que ver con múltiples efectos para múltiples países porque está desde Ucrania y Ecuador hasta Egipto. Hay diferentes países afectados por la guerra, el cambio climático, que están sobre endeudados, por distintas razones todos estamos plantando esto.

–  ¿Qué plantea el documento final del G20?

– La Argentina planteó diferentes temas. Ese documento comenzó a trabajarse hace meses. Hay cuestiones vinculadas a temas de las agendas de nuestros países, la incorporación de la mirada de género, otras cuestiones como sobrecargos continuando lo sucedido en Roma el año pasado. También hablar del financiamiento con respecto al cambio climático, de la transición energética. Son temas que la Argentina viene impulsando y están reflejados en el documento final.