“Resulta negativo” dijo Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados luego de un debate de más de nueve horas, que siempre tuvo un final sabido. Y si bien Cambiemos no logró cumplir el objetivo de expulsar al diputado Julio De Vido, sí se dio el gusto de llevar a cabo una extensa sesión especial en pleno receso vacacional en la que se debatió sobre la posibilidad de excluir al ex ministro que se mantuvo en el Gabinete de los tres gobiernos kirchneristas.

De los 237 asistentes, 138 votos fueron a favor de la exclusión, 95 en contra y hubo tres abstenciones, por lo que no se llegó a la mayoría calificada. Es que la meta era muy alta. Lograr la mayoría de los dos tercios, que se requiere para expulsar un miembro de la Cámara, era casi imposible, hipótesis que se sabía cierta ya desde el nacimiento del tratamiento en la Comisión de Asuntos constitucionales. Sin embargo, el Gobierno siguió adelante, a sabiendas.

De igual modo, lo intentaron. Desde el Poder Ejecutivo se contactaron con los gobernadores peronistas, alejados del kirchnerismo, para pedir votos. La embestida contra De Vido en el Congreso tuvo el impulso del dictamen del fiscal Carlos Stornelli quien a principio de junio había pedido el desafuero. Ya habían comenzado a hacer la cuenta para llegar a los dos tercios, cuando el juez Luis Rodríguez rechazó el pedido. Si bien no se pudo desaforar al legislador cuestionado, sobre cuyas espaldas pesan cinco procesamientos, entre ellos un pedido de juicio oral, el pedido de Stornelli sirvió para poner el tema dentro de la agenda legislativa. 

El texto que se votó en contra nacido de la Comisión de Asuntos Constitucionales propone la exclusión de De Vido por “indignidad moral”, figura ubicada en el artículo 66 de la Constitución Nacional. El encargado de abrir las argumentaciones fue Pablo Tonelli, miembro informante de la Comisión de Asuntos Constitucionales, y principal espada política del gobierno para llevar adelante la intentona. 

Dejó de lado los argumentos judiciales, si bien se dio el gusto de enumerar las «más de 100 causas en las que está mencionado, imputado en 26 causas y procesado en cinco”. Los argumentos, dijo, son «políticos».  “La responsabilidad penal la están juzgando los jueces, es otro poder. Nosotros tenemos que juzgar la responsabilidad política y no tenemos duda alguna de la responsabilidad política. No hay dudas que en el accidente de Once murieron 51 personas y más de 700 personas resultaron heridas; no hay dudas de que se le pagó a Lázaro Báez por caminos que nunca construyó”, afirmó el legislador de Cambiemos.

La sesión tuvo de todo. Hasta denuncias de espionaje luego de que la diputada del PRO, Silvia Lospennato, leyera en pleno recinto un mail privado que le había mandado Sergio Massa a Felipe Solá, Stolbizer, Marco Lavagna y dos colaboradores más. “Es un texto que está en un grupo del Whatapp del massismo”, se excusó la diputada nacional luego de haber dado a conocer una comunicación privada.

La permanencia en su cargo legislativo, a pesar de los procesamientos y condenas del senador Carlos Menem, funcionó como ejemplo incómodo para el peronismo.
Para defenderse, a su turno, el diputado acusado leyó un documento extenso en el que enumeró las obras realizadas desde su ministerio.

Cambiemos votó junto con la alianza 1País (Frente Renovador y Gen), que lideran Sergio Massa y Margarita Stolbizer, y del bloque Justicialista de Oscar Romero y Diego Bossio, Juntos por Argentina -de Darío Giustozzi-, dos ex radicales tucumanos, dos legisladores que responden al gobernador cordobés Juan Schiaretti y cuatro monobloques.

De la vereda de enfrente, el Frente para la Victoria cuenta con 72 votos entre propios y cercanos para bloquear la expulsión de De Vido, junto a otros seis del Frente Cívico por Santiago, cinco del Movimiento Evita, tres del Frente Renovador de la Concordia -los misioneros liderados por Maurice Closs-, tres de Compromiso Federal -el partido de los hermanos Rodríguez Saá-, tres del Frente de Izquierda y el monobloquista Omar Plaini. Los tres diputados que se abstuvieron son Silvina Frana del FpV, Juan Carlos Giordano, de Izquierda Socialista y Sergio Ziliotto, del Bloque Justicialista.