Con una elección en la que ganó cómodamente en los principales distritos del país y –salvo pocas excepciones- aumentó su caudal respecto de las PASO en aquellos en los que no llegó a imponerse, el oficialismo se consolidó como fuerza mayoritaria y recibió un contundente respaldo que hará valer para encarar a partir de ahora las reformas con las que aspira a “cambiar el país” y modelar la estructura económica y cultural heredadas de los doce años de gobierno kirchnerista. “Renovamos nuestro compromiso con el cambio”, dijo anoche el jefe de Estado. Lo que viene de ahora en más fue largamente relatado durante una campaña en la que el gobierno anticipó que irá a fondo por las medidas que, hasta ayer, no había podido concretar. Aumento de tarifas y combustibles, flexibilización de leyes laborales, reforma impositiva y jubilatoria. “Vencimos el miedo”, dijo. Y volvió a hablar de “terminar con la pobreza”. “Somos la generación que está cambiando la historia!”, arengó.

Cambiemos se impuso en 15 distritos: la Capital Federal, y las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Chubut, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Salta, Santa Cruz , La Pampa y Santa Fe. El peronismo logró recuperar San Luis, y ratificó el apoyo que había recibido en las PASO en Tucumán, Formosa, San Juan, Catamarca, Río Negro y Tierra del Fuego. Con triunfos de partidos de carácter local quedaron Santiago del Estero, donde Gerardo Zamora con el Frente Cívico y Social reafirmó un liderazgo que lleva años en la provincia y resultó electo gobernador y Misiones, donde el Frente Renovador de la Concordia revalidó el apoyo en las urnas.


Infografía: Ignacio Sánchez

En términos legislativos, Cambiemos amplió su representación en las dos cámaras al punto de reunir 109 diputados y 24 senadores, aunque seguirá necesitando establecer alianzas para lograr el quórum. En la Cámara alta le quitó al peronismo la mayoría absoluta que detentaba hasta ayer.

El primer mensaje que deja la elección en el escenario político nacional es el de la derrota de dos figuras clave que aspiraban a liderar una eventual renovación peronista: en Salta, Juan Manuel Urtubey perdió a manos de Cambiemos, en Córdoba el delasotismo fue duramente derrotado en las urnas y Sergio Massa, el candidato de 1País, el hombre que en 2013 partió al peronismo con su alejamiento del Frente para la Victoria, sumó en la provincia de Buenos Aires 11,34% de los votos y fue derrotado en su propio distrito, el partido de Tigre, al punto de relegar a esa fuerza política al tercer lugar. Florencio Randazzo, con su Frente Justicialista Cumplir, apenas superó los 5,28 puntos, un caudal demasiado pobre para reclamar un espacio destacado en la etapa que viene para el peronismo.

Dentro del mundo opositor, la izquierda logró sumar 1.300.000 votos, un 35% más que en las primarias a nivel nacional, con lo que logró la mayor votación de su historia.

El segundo: que pese al esfuerzo desplegado en la campaña, a Cristina Fernández de Kirchner no le alcanzó para fortalecer el ajustado triunfo en las PASO, aún cuando subió su caudal electoral. Al cierre de esta nota, Cambiemos lograba en la estratégica provincia de Buenos Aires el 41,34% de los votos, y la ex presidenta el 37,28%, más de 3.400.000 de sufragios que la convierten en la dirigente peronista más votada del país, y confirma su ingreso al Senado como legisladora de Unidad Ciudadana, aunque sin su compañero de fórmula, Jorge Taiana. CFK salió anoche a advertir que UC es la principal fuerza opositora del país.

El tercer mensaje: Mauricio Macri logró superar con creces su primera elección de medio término, y ganó la tranquilidad suficiente para transitar los próximos dos años con una oposición golpeada políticamente y mucho más fragmentada. Y todo ello al cabo de tres meses en los que su gobierno atravesó una fuerte crisis política a partir de la desaparición del joven Santiago Maldonado durante una acción represiva de la Gendarmería y una semana de zozobra luego de la confirmación de que el artesano había muerto y su cuerpo hallado en las aguas heladas del Río Chubut. Si la elección del domingo podía constituir un llamado de atención al gobierno por el lamentable manejo de esa crisis, queda claro que no ocurrió. Un poco más del 40% de los argentinos (teniendo en cuenta el total de votos emitidos) acaba de otorgarle una contundente señal de confianza.