Según un estudio publicado por la UCES el nivel de empleo privado en la Argentina arroja un saldo negativo de 0,6% en comparación con diciembre de 2015.

Si bien a nivel de provincias, en los primeros cinco meses del 2017, como en mayo, respecto de igual período del año anterior, fueron más las que registraron expansión del empleo privado respecto de las que acusaron declive. Con un saldo positivo en 14 jurisdicciones y negativo en 10, el resultado fue positivo en 0,4 por ciento.

Pero respecto del punto de partida del nuevo Gobierno el 10 de diciembre de 2015, persiste un resultado negativo de 0,6%.  El empleo privado subió en La Rioja 3,5%; Tucumán 2,7%; Catamarca 2,3%; Jujuy 1,8%; La Pampa 1%; Corrientes y Santa Fe 0,6%; Chaco 0,3% y Córdoba 0,2%; y se contrajo en  Tierra del Fuego 12,1%; Santa Cruz 10,5%; San Luis y Formosa 8%; Río Negro 4,9%; Neuquén 4,3%; Chubut 3,5%; Salta y San Juan 2,1%; Santiago del Estero 1,2%; Buenos Aires 0,6%; Mendoza y Misiones 0,5%; y en menor medida en Entre Ríos y Ciudad de Buenos Aires.

Más allá de los datos generales, el informe de la UCES, basado en los datos publicados por el ministerio de Trabajo, también muestra que hasta mayo la industria manofacturera acusó en mayo una  baja neta de empleos del 5%. El mayor empleador es la rama que integran la construcción, las inmobiliarias y las empresas que prestan servicios de alquiler, con 1 de cada 5, se contrajo 3,7%.

Al evaluar los 15 sectores que componen  el movimiento del empleo privado registrado mantuvo un saldo negativo, tanto desde noviembre 2015, con siete en alza y ocho en baja. El comportamiento es similar en los primeros cinco meses de 2017 respecto de similar tramo del año anterior. En ese periodo subió en  seis y cayó en nueve.

Por el contrario, el indicador se tornó positivo en mayo último en el cotejo interanual. Se elevó en nueve rubros: la construcción 7,7%; suministro de electricidad, gas y agua 3,2%; servicios sociales y de salud 2,9%; enseñanza y agro 1,5%; hoteles y restaurantes 1,4%; servicios comunitarios y personales 1,2%; pesca 1,1%; y comercio y reparaciones 1%. En tanto que la disminución en seis sectores: Minas y canteras 5,3%; industria manufacturera 2,8%; transporte y comunicaciones 0,3%; intermediación financiera 0,2%; actividad inmobiliaria y servicios de alquiler 0,1%; y rubros sin especificar 20,5%, aunque con una mínima representatividad en el total de los ocupados formales.

En los últimos 7 años el promedio de los salarios en el sector privado, a marzo, aumentó más que la inflación en cinco; las excepciones correspondieron a 2014 y 2016. El balance de un año y medio de gestión, hasta mayo 2017, el poder de compra de las remuneraciones bajó en todos los grandes rubros.

 A nivel de provincias el salario real persiste con un menor nivel que en diciembre de 2015 en todos los casos y sólo sube en 7 en los primeros tres meses de 2017 respecto de un año antes. La Capital Federal; Buenos Aires; Neuquén; Salta; San Juan, Santa Cruz y Santiago del Estero, son los distritos con un saldo global levemente positivo. En tanto, en el cotejo interanual, en todos los casos, salvo en La Rioja, las remuneraciones en valores nominales aumentaron más que la suba de los precios, del orden de 24 por ciento.

Mientras que de la variación del promedio de los salarios en 15 grandes ramas de actividad que concentran a más de 50 rubros, según el informe mensual del Ministerio de Trabajo, se detectó que en todos aumentaron menos que la inflación desde diciembre de 2015.