Fue Cristina Fernández la que dijo que esta elección será definitoria. Las legislativas de medio término cristalizarán la relación de fuerzas en las cámaras y eso determinará la segunda mitad del gobierno de Alberto Fernández, pero también el futuro del peronismo en el poder. Es por eso que la propia vicepresidenta se involucró de lleno en la campaña de la Provincia de Buenos Aires, el bastión electoral más importante del país.

Fuentes cercanas a la presidenta de la Cámara Alta aseguraron que será protagonista de actos, discursos y hasta recorridas protocolizadas en los distintos municipios del conurbano, donde se concentra el voto peronista. Lo hará junto a Alberto Fernández, quien además de visitar distintas provincias, marcará presencia en el distrito en donde viven casi 12 millones de electores, lo que representa el 37 % del total del padrón, seguido por Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires. Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa acompañarán a la cúpula presidencial pero también a los candidatos.

Cristina tomó la decisión de bajar la línea proselitista de manera pública hace un mes en Lomas de Zamora: la campaña tiene que ser con miras a futuro, no sólo la defensa de la gestión hecha hasta el momento. En su entorno evalúan que el electorado es protagonista de la campaña de vacunación por lo que ya la valora. Señalan que el discurso tiene que ser político y sobre propuestas concretas, en contraste de lo que la misma Cristina evaluó como “operaciones”. En particular, consideran que la campaña de la oposición, que intenta revivir la discusión de la presencialidad de las aulas, quedó vieja porque habla de una etapa que ya pasó.

Aunque sin descuidar el Conurbano, el objetivo del oficialismo está puesto hoy en el interior de la Provincia, donde se juega la mayoría en el Senado bonaerense, que hoy está en manos de Juntos por el Cambio con 26 bancas sobre 46. Por eso, uno de los focos centrales de la campaña de las próximas semanas estará en los distritos donde está concentrado el voto opositor, con mini plenarios y recorridas de ministros, funcionarios y candidatos.

Durante el plenario del FdT en La Plata, el gobernador Axel Kicillof habló por primera vez en público de la necesidad de dar vuelta la ecuación en la Cámara que preside Verónica Magario. «Hoy contamos con un Senado que nos ha trabado todo lo que ha podido, ha aprobado varias leyes y lo hemos agradecido, pero cada una con discusiones a veces para la pantalla de los medios y no sustantivas», dijo y amplió: «Necesitamos conseguir una mayoría en el Senado. Verónica sabe lo que nos está costando todo y ¿por qué necesitamos conseguir esa mayoría? Porque hemos dedicado casi un año y medio a la pandemia y, terminada la pandemia, viene la reconstrucción de la Provincia».

Las secciones donde se juega el objetivo electoral de Kicillof son cuatro: la primera (conurbano Norte y Oeste); la cuarta (Noroeste), la quinta (costa y Este bonaerense) y la séptima (centro de la Provincia). Las cuatro eligen senadores.

Las fichas ganadoras están puestas en la primera sección donde se renuevan 8 legisladores: 5 son de JxC y 3 del FdT. En el oficialismo confían en dar vuelta esos números porque, a diferencia de 2017, el Frente Renovador juega dentro de la alianza gobernante y porque en 2019 recuperaron municipios que eran gobernados por el PRO.

En las tres secciones del interior, en cambio, los cálculos son más difíciles. El Frente de Todos perdió en 2017 -cuando se eligieron los legisladores que en diciembre terminan su mandato- y, aunque acortó la brecha, también fue derrotado en 2019. En estas secciones, Juntos por el Cambio tiene predominio y gobierna los distritos definitorios en cantidad de electores como Mar del Plata, Tandil, Junín, Chacabuco, Olavarría y Azul. Hay pelea para conseguir alguna banca más en la cuarta sección y para llegar al piso electoral del 33% en la séptima, donde se renuevan 3 senadores y corresponden a la oposición. El panorama en la quinta es el más incierto.

Para dar esta batalla, tanto el comando provincial como los candidatos Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollán reforzarán sus actividades en esos territorios esquivos para el peronismo en las próximas semanas. En La Plata confirmaron que preparan nuevos plenarios, aunque a menor escala, con presencia de figuras del gobierno nacional y provincial. «La idea es que se puedan hacer encuentros con ministros, candidatos regionales y locales para lograr más territorialidad», dijeron cerca de Kicillof a Tiempo.

Tolosa Paz y Gollán seguirán con sus giras por Conurbano e interior. Los roles de ambos están bien demarcados: mientras ella hace eje en la recuperación económica y habla de la matriz impositiva y productiva, el exministro de Salud se ocupa de la agenda sanitaria. De hecho, su figura es clave a la hora de diseñar y llevar adelante el proyecto de reforma del sistema de salud y, de paso, también impulsar leyes como la del etiquetado claro, usada en el último acto conjunto como metáfora crítica del macrismo, al que acusan de haber mentido en la campaña de 2015.

Fuentes de la campaña confirmaron a Tiempo que la precandidata tiene prevista agenda por distritos de la cuarta, la sexta y la séptima sección para apuntalar candidatos locales y defender la gestión. El viernes estuvo en Bahía Blanca, Coronel Dorrego y Coronel Rosales. También tiene en carpeta el primer proyecto que busca presentar en el Congreso y que declara como servicios públicos esenciales a Internet y a la TV por cable, entre otros.

Desde el kirchnerismo conurbanizado plantean una agenda hacia adelante, postpandémica. Saben que resta cumplir el contrato electoral de 2019 y que se note en los bolsillos. «