Comenzó el juicio por el crimen de una niña de 3 años que presuntamente fuera asesinada por motochorros que escapaban a los tiros, luego de haber robado un celular al dueño de una distribuidora de gaseosas de Merlo.A uno de ellos se lo acusa de haber realizado los disparos y matado a Mayda Ayelén Caccone. El hecho sucedió el 27 de julio de 2015. La nena iba con su mamá, sus hermanas, de 12 años, y su prima, de 10, rumbo a un supermercado ubicado a tres cuadras de sus casas.

A un año y casi tres meses del terrible episodio, los acusados Gabriel Zapata, de 24 años, y Darío Pucheta, de 31, comenzaron a ser juzgados en el Departamento Judicial de Morón. Los familiares de los presuntos asesinos viven en el mismo barrio donde sucedieron los hechos. «No pido venganza, solamente Justicia», aseguró Verónica, la madre de la pequeña víctima.

Pucheta y Zapata se movían a bordo de una moto Yamaha XTZ de 250 cc. Son acusados de que luego de robar un celular de un local ubicado en Gaboto y Tellier, en el barrio Pompeya de Merlo, comenzaran a disparar para cubrir su huída. Lo más trágico del episodio llegó cuando uno de los balazos hirió en el abdomen a Mayda, quien murió poco después en el hospital de la zona. El abogado de la familia, Silvio Piorno, sostiene que tiene pruebas contundentes para que los condenen y, los acusa de robo agravado y homicidio crimen y causa (cometer un crimen para tapar otro delito). Esta caratula equivale a la pena de prisión perpetua. Ambos delincuentes tienen antecedentes: uno por robo y el otro por homicidio.

«Le arrebataron la vida a una nena de 3 años que empezaba a vivir, destrozaron a una familia y a mí como mamá, no hay dudas de que los dos acusados -que hoy empiezan a ser juzgados- son los que mataron mi hija”, balbuceo Verónica, con su dolor a cuestas. La mujer espera que los acusados sean condenados. «Yo pido Justicia para que ella pueda descansar en paz y un poco de paz para mí como mamá», explicó.

Piorno afirmó que a pesar a que los sospechosos aseguran que son inocentes, «en la casa de los acusados secuestraron la moto con la que protagonizaron el hecho. También balas del mismo calibre con el que mataron a Mayda». Y concluyó. «Hay testimonios y un testigo de identidad reservada que es central para que los jueces los condenen, ambos acusados son cuñados”.