Pocas horas después de que Roberto Lavagna rechazara la invitación del gobierno nacional para suscribir el “decálogo” para defender la política económica del oficialismo, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se pronunció en el mismo sentido. El mensaje del tigrense tuvo además varios guiños políticos para la expresidenta Cristina Fernández. Esto ocurre en un contexto en el que, por lo bajo, se consolida la hipótesis de un acuerdo entre CFK y el líder del Frente Renovador para las elecciones de octubre.

“Un diálogo sincero no se convoca por whatsapp. Un verdadero diálogo debe incluir a toda la oposición. No es el gobierno el que nos va a dividir entre buenos y malos”, fueron algunas de las definiciones que esgrimió el dirigente para dejar en clara su posición, que enterró toda la pretensión del presidente Macri.

Sólo el senador Miguel Ángel Pichetto y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se mostraron dispuestos a firmar el documento que sugiere una reforma laboral y jubilatoria.

Massa manifestó su posición en una conferencia de prensa, en la que además dejó los siguientes conceptos:

-«Argentina vive una crisis de confianza. Este es un gobierno que incumplió cada una de las promesas que hizo. El problema más serio que enfrenta el oficialismo es la confianza. Los argentinos no confían en que puede sacar al país de la crisis y el oficialismo, por soberbia, repitió los errores».

-«Estamos en año electoral. Hay que cuidar la Argentina y construir una alternativa. El 2 de abril (pasado) planteamos una serie de compromisos por argentina. Dijimos que a partir del 10 de diciembre pretendemos liderar un gobierno que en esos temas logre acuerdos de largo plazo. En las últimas horas apareció este documento (en referencia al decálogo de Macri). Es una expresión de buenas intenciones para darles señales a los mercados. No es un llamado a un diálogo sincero sino para adherir a un decálogo de buenas intenciones. Qué dirigente sensato no quiere argentina honre sus compromisos o exportar más».

-«El diálogo, los acuerdos, no se construyen por Whatsapp, a través de filtraciones de prensa. Se construyen con responsabilidad y equipos que se sienten con números en la mano. El diálogo no puede ser pensado en la lógica de dividir a los opositores. Debería convocarse a todos los opositores, no separarlos entre buenos y malos. Y el presidente en persona debería asumir la convocatoria».

-«Un documento de acuerdo por Argentina no puede excluir a las pymes. No puede no contener a los jubilados. No puede no tener la palabra trabajo, producción, como valores centrales. Para eso es necesario que el gobierno, con sinceridad y seriedad, reconozca su fracaso. Que acepte que eligió un modelo de especulación. Y que el acuerdo debe incluir las palabras mercado interno, producción, trabajo».

-«No quiero pensar que es una trampa electoral, que el objetivo es dividir a la oposición».

-«Nosotros empezaremos el lunes con un encuentro con el resto de los equipos de la oposición. A quienes miran a la Argentina desde fuera quiero decirles que los argentinos aprendimos de nuestros errores y no los vamos a repetir. Y a los argentinos que nos miran desde acá les decimos que la Argentina volverá a ponerse de pie, que vamos a superar los errores de este gobierno construyendo una alternativa amplia que convoque a los argentinos al futuro».