Resulta conveniente empezar la nota recordando parte del comunicado del Ministerio de Seguridad de la Nación luego del asesinato por la espalda del joven mapuche Rafael Nahuel, en manos de la Prefectura Naval: “Los efectivos escucharon fuertes estampidos en dirección a su posición y observaron a dos o más personas portando armas de fuego que, por el sonido y el efecto de las efracciones, daban cuenta de ser de grueso calibre (…) Además, se dieron cuenta del calibre de las balas porque arrancaron ramas gruesas de cuajo”, describió la cartera de Patricia Bullrich.

Hoy, a casi cuatro meses de aquel 25 de noviembre, se confirmó que todo lo dicho oficialmente fue sencillamente una gran mentira. Las conclusiones del informe pericial realizado por el Departamento de Caracterización de Materiales del Centro Atómico Bariloche (CAB), determinaron con contundencia que Rafael Nahuel no tenía rastros de pólvora en sus manos, o sea, que ni disparó ni manipuló arma de fuego alguna durante la represión de Villa Mascardi.

En tanto, según consigna el medio En Estos Días de Río Negro, de las cintas de carbono correspondientes a Fausto Jones Huala -uno de los dos jóvenes que bajó el cuerpo de Nahuel hasta la ruta 40- de un total de 4001 partículas analizadas sólo una contenía los tres elementos (bario, plomo, antinomio). Jones Huala, según consta en el expediente, recogió casquillos de las balas 9 milímetros disparadas por los Albatros. En el caso de Lautaro González -quien también llevó el cuerpo de Nahuel- una sóla de las 3534 partículas estudiadas arrojó resultado positivo. Fue hallada en su mano izquierda, pero el joven es diestro.

En el expediente judicial de la causa que lleva adelante el juez federal Gustavo Villanueva, consta también que la bala 9 milímetros extraída del cuerpo de Rafael Nahuel “resulta compatible” con una de las 23 armas secuestradas a los miembros del grupo Albatros de Prefectura, ninguno de ellos imputado en el crimen al día de hoy.

El juez iniciará la ronda de declaraciones testimoniales el próximo 9 de abril, y para esa primera instancia sólo citó, en principio, a los prefectos que se mantuvieron en la ruta y no ingresaron al territorio de la comunidad Lafken Winkul Mapu. Si bien aun no se pronunciaron los familiares ni los abogados de Rafael Nahuel, las versiones provenientes de las querellas -que también incluyen a los sobrevivientes Fausto Jones Huala y Lautaro González-, coinciden en que probablemente, para esa fecha, el juez Villanueva ya tenga indicios claros sobre quién disparó el balazo asesino.