Los trabajadores y delegados de la línea 60, que se encuentran de paro desde la mañana del viernes por la muerte de un mecánico en un accidente de trabajo, anunciaron que se encuentran en estado de «asamblea permanente» y denunciaron que no recibieron ningún tipo de comunicación por parte de la patronal, el Ministerio de Trabajo u organismo oficial alguno.
«A casi 24 horas de la muerte de un compañero, no muestran un poco de sensibilidad», dijo a Télam el delegado de los trabajadores, Néstor Marcolín y apuntó contra la empresa, el Ministerio de Trabajo, el Gobierno de la Ciudad y la Superintendencia de Riesgos de Trabajo». En ese sentido, informó que habían denunciado en marzo ante la SRT la falta de seguridad en las nuevas instalaciones que la Línea 60 posee en el barrio de Constitución y aun se preguntan «cómo el gobierno de la Ciudad pudo haber permitido la apertura del lugar». «Están dejando que fluya, que nos cansemos durante el fin de semana no hay organismo oficial que tome el toro por las astas», agregó.
Marcolín dijo que «la patronal se retiró de la cabecera ayer» y que, por otra parte, la Unión Tranviarios Automotor se encuentra presente en el lugar acompañando el reclamo. El delegado explicó que, aunque la patronal se hiciera presente y los choferes quisieran retomar el servicio, «no están dadas las condiciones» materiales para reanudar el transporte de pasajeros desde Constitución hasta zona norte. El hecho por el que se inició el paro ocurrió cerca de las 11 del viernes en el taller ubicado en las calles Santa María y Lujan, cuando un empleado que realizaba trabajos de mantenimiento eléctrico en las unidades de transporte perdió la vida al ser aplastado por un colectivo al fallar de un elevador. El obrero David Ramallo, de 35 años, sufrió heridas severas y fue trasladado de urgencia al Hospital Penna, pero no pudo sobrevivir por la graves lesiones recibidas, informó otro delegado, Héctor Cáceres.
El comunicado de prensa de la Línea 60
»El Cuerpo de delegados de la Línea 60 les comunica a los usuarios que el servicio se encuentra paralizado. La decisión, resuelta de forma unánime por la asamblea, fue tomada luego de que un colectivo hiriera de gravedad a un compañero electricista. Desde que el grupo DOTA mudó la cabera a la nueva terminal del barrio de Barracas, los trabajadores venimos denunciando que los elevadores neumáticos no cumplían con las garantías mínimas de seguridad. A pesar de nuestras advertencias, la parte empresaria no tomó cartas en el asunto y, en horas de esta mañana, un micro se cayó sobre la humanidad de un compañero. En estos momentos, el trabajador se encuentra internado en el hospital Pena con diagnóstico reservado. Mientras tanto, y atentos a lo que sea resuelto en asamblea, continuaremos sin brindar servicio.»