Fin de semana de lectura y rosca se vive en todos los campamentos del Frente de Todos cuando faltan cuatro días para que el Congreso debata por primera vez un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).Los diputados y diputadas del oficialismo se preparan para votar a favor, en contra, o abstenerse, ante el debate público más importante de los últimos tiempos y que definirá el derrotero económico del país.

Según pudo saber Tiempo, una de las preocupaciones centrales en muchos de los despachos es similar a la que expresó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, desde España: “La pregunta es si el FMI tiene la voluntad de dejar que Argentina crezca para poder cumplir”.

A días del debate en Diputados, el ministro camporista, de gira por la península ibérica, dio una entrevista allí al diario El País, en el que expresó la necesidad de votar a favor del proyecto de ley que envió el Ejecutivo. “Es un acuerdo que evita una catástrofe económica en lo inmediato en Argentina”, sentenció, con la misma metáfora que había usado el gobernador bonaerense Axel Kicillof, cuando se anunció el entendimiento con el organismo.

Estos dos dirigentes cristinistas, con responsabilidad institucional, se diferenciaron así de la posición del diputado Máximo Kirchner, que, si bien ya no conduce la bancada oficialista, sí lidera una porción de diputados de su misma organización. Por lo pronto, fuentes oficiales de La Cámpora señalaron a Tiempo que “aún no se sabe” qué harán sus 18 legisladores.

Los videos que subió la organización a su cuenta de twitter, con la posición de Néstor Kirchner cuestionando al Fondo, fue la comunicación oficial que emitieron durante la semana. Lo único que está definido es que no se obstruirá el tratamiento ni en el recinto ni en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Haciendo y de Finanzas, que comienza este lunes y que podría durar hasta el jueves, lo que obligaría a pasar la sesión para el viernes.

Por lo pronto, las dos grandes coaliciones están pasando por su momento de menor cohesión ante la votación. Es por eso que, para tratar de unificar posiciones, este domingo habrá sendas reuniones. Mientras Juntos por el Cambio se encontrará de manera virtual, en el Frente de Todos, el jefe de la bancada oficialista, Germán Martínez ,pidió que los y las diputadas estén en zona para concretar el encuentro, del que podría participar el ministro de Economía, Martín Guzmán. Según pudo saber Tiempo, Martínez logró hablar con la mayoría de los diputados y en la previa a la presentación, las dudas eran de tres tipos.  En primer lugar, los aspectos simbólicos respecto al FMI; en segundo, sobre si se puede recorrer el sendero fiscal sin ajuste; y, por último, si una vez firmado y aprobado el acuerdo “¿el FMI no nos va a correr el arco?”.

En ese contexto salió a responder y argumentar esta semana el Grupo Callao, un espacio político intelectual que acompaña a Alberto Fernández desde antes de su candidatura. “Se trata de un acuerdo que no condiciona las bases sobre las cuales construir nuestro futuro, ni impone reformas que alteran el contrato social que garantiza un Estado presente. Esto no significa que ignoremos las implicancias de tener un acuerdo con el FMI”, defendieron.

Uno de los puntos que destacó desde un comienzo el equipo negociador es la ausencia de reformas estructurales en el entendimiento. «Es novedoso que en el acuerdo esté escrito que la inflación no es producto solo de la emisión, sino que es multicausal. El acuerdo no tiene las variables típicas que siempre pide Washington”, sostuvo la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales Cecilia Todesca Bocco, en diálogo con El Destape Radio.

La exclusión de la reforma laboral y jubilatoria que logró el gobierno peronista se sostendrá por lo menos durante los años que dure este mandato. Desde la vereda de enfrente, el diputado y presidente del bloque PRO, Cristian Ritondo, dijo en declaraciones a Radio Diez este sábado: “Para nosotros el acuerdo de Alberto Fernández es una bomba de tiempo que le va a estallar al gobierno que viene” y ya adelantó su posición en caso de que Juntos por el Cambio llegue a la presidencia otra vez: “La Argentina necesita como mínimo una reforma laboral, impositiva, previsional y cambiaria”, adelantó.

El temor a las revisiones trimestrales, que harían que la incertidumbre se convierta en parte del escenario cotidiano, es compartido por los integrantes del oficialismo de todos los colores. El propio ministro Matías Kulfas admitió que “hay elementos como para pensar que las revisiones puedan generar dificultades. Pero si vamos al default es un problema serio, en cambio, si podemos normalizar la macroeconomía vamos a poder afrontar esas revisiones con mayor fortaleza”. Desde España, “Wado” expresó esa desconfianza de manera más contundente al poner en duda la voluntad del Fondo para ayudar al país a crecer. Es por eso que jugó la carta del contexto de guerra para pedir paciencia. “Necesitamos que el Fondo contemple la nueva coyuntura en el marco de una guerra que está cambiando la economía mundial”, pidió.

Sin embargo, el FMI no fue contemplativo con el país en el marco de la pandemia. Por lo pronto, Alberto Fernández se juega esta semana la carta más importante de su gobierno, cuando por primera vez en la historia el Congreso argentino debata y vote un acuerdo con el Fondo. «