Faltan once días para su realización, pero la Casa Rosada todavía apuesta al fracaso de las elecciones internas de Cambiemos en Córdoba. El distrito mediterráneo no tiene PASO, pero la alianza oficialista realizará comicios internos por un pedido formulado ante la Justicia Electoral para definir el candidato que se medirá con el peronista Juan Schiaretti quien buscará su reelección en las ejecutivas del 12 de mayo.

Las presiones de Balcarce 50 se metieron en la reunión que compartieron este lunes en Corrientes los tres gobernadores que tiene el radicalismo. También llegarán este miércoles a los Tribunales cordobeses en una secuencia que podría derivar en la suspensión de la interna prevista para el próximo 17 de marzo.

El titular del Comité Nacional de la UCR y mandatario mendocino, Alfredo Cornejo, convocó el lunes a los dos precandidatos en pugna: el intendente de la capital provincial, Ramón Mestre; y el titular del Interbloque de Diputados de Cambiemos en la Cámara baja, Mario Negri, quien cuenta con el respaldo del Gobierno y de la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.

No es la primera vez que el titular del partido interviene en una interna provincial, aunque en el caso cordobés no lo hace en los tiempos y en las formas que esperaba el presidente Mauricio Macri, al borde de quedar expuesto y desgastado por no controlar una controversia en el territorio que fue determinante para llegar al poder. Hace dos semanas aprovechó el vencimiento de los mandatos de los integrantes de la Convención provincial santafesina e intervino el partido para anular la libertad de acción que había resuelto la conducción para que los afiliados pudieran participar del Frente Progresista Cívico y Social, que conduce el socialismo; y de Cambiemos, donde Corral busca transformarse en candidato a gobernador. Finalmente la decisión partidaria anuló la libertad de acción y convalidó la candidatura de Corral por encima del sector que buscaba encolumnarse dentro del espacio progresista.

En el caso cordobés, Cornejo recién convocó a las partes a menos de dos semanas de la interna. Sin embargo, el movimiento judicial para frenar la elección no corrió por cuenta de un radical, sino de Luis Juez, exintendente de la capital provincial, titular del Instituto de Capacitación Política del Ministerio del Interior y dirigente del Frente Cívico. Este miércoles presentará en Tribunales una impugnación a la realización de la interna por falta de garantías de transparencia para su realización. El también exembajador en Ecuador presentará los argumentos que Negri anticipó la semana pasada, luego de pedirle al Correo Argentino y a OCASA plazos y presupuestos para su realización. Ambos plantearon que necesitaban 30 y 60 días para concretarla, dos plazos que contrastan con la cuenta regresiva del comicio interno, organizado por la Justicia, pero a pedido de los tres socios registrados de Cambiemos cordobés: la UCR provincial, que preside Mestre, el PRO y el Frente Cívico, además de la Coalición Cívica que tiene trámites judiciales por resolver para presentar alguna impugnación.

«Si alguno de los tres miembros de la alianza impugna, la interna no se podrá realizar», anticipó una fuente del radicalismo para dar cuenta de la ofensiva combinada entre el Frente Cívico y Negri, que tiene al exárbitro y diputado nacional, Héctor Baldassi, como compañero de fórmula. Falta saber la decisión que adopte el apoderado del PRO, Darío Capitani, que hace un mes finalmente firmó la constitución de la alianza Cambiemos ante la Justicia y convalidó la realización de la interna. Desde la semana pasada recibe pedidos y presiones de la Jefatura de Gabinete para que retroceda sobre sus pasos, aunque Capitani puso el gancho en Tribunales por indicación del Ministerio del Interior, conducido por Rogelio Frigerio.

Capitani responde al diputado nacional y titular del bloque del PRO en la Cámara baja, Nicolás Massot, que advirtió la posibilidad de una ruptura de Cambiemos en la provincia si no se realiza el comicio. «No veo, en lo personal, otra manera de garantizar la unidad de Cambiemos que no sea la interna, que se celebra el 17 de marzo, y cinco días después vencen los plazos para presentar las candidaturas. La interna fue lo que acordamos con todas las partes. Es lo que firmamos para garantizar que Cambiemos esté unido» dijo este lunes. Aunque faltaban doce días cuando habló con la emisora Cadena 3, dijo que los plazos «son apretados, pero dan». Para Massot «vale la pena agotar las instancias para sostener la interna, que es la única forma que potenciemos la elección y mantener la unidad no solamente para el 12 de mayo sino para las presidenciales». También, en un mensaje directo a Peña y a Negri, insistió que «antes de tomar la decisión de dar por tierra esta interna hay que tener una alternativa que no implique ruptura». Como referente del PRO orgánico, enfrentado a Baldassi, aseguró: «No vamos a abandonar la interna, porque significaría abandonar la unidad prematuramente».

En la Casa Rosada las declaraciones de Massot fueron interpretadas como parte de su retirada junto al titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, que intentó anticipar su partida antes del invierno, pero dejará el cargo el 10 de diciembre próximo y no se presentará en las próximas elecciones para renovar su banca. Tan grandes son las diferencias del «ala política» del Gobierno con Peña, que Massot también podría irse.

Cuitas radicales

En Corrientes, el encuentro partidario fue conducido por Cornejo, su par jujeño, Gerardo Morales, el anfitrión, Gustavo Valdés, y el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador. Para los pronósticos más desalentadores del Gobierno la cita de los cuatro dirigentes podría haber desembocado en la confirmación de un pedido de internas para resolver las candidaturas nacionales de Cambiemos, pero la decisión fue postergada para mayo. También cuestionaron el impacto del tarifazo, pidieron revisarlo y volvieron a cargar con la política social del Gobierno, en manos de la ministra Carolina Stanley, pero la letra chica del encuentro estuvo concentrada en la interna cordobesa.

Por esa razón, comparecieron Mestre y Negri por separado. En cada caso, los gobernadores escucharon los argumentos de las partes y se comprometieron a contestar una resolución, aunque el tema podría ser finalmente definido por la Mesa Nacional de Cambiemos, en caso de que la Justicia postergue la interna del próximo 17.

Negri habría planteado por qué la interna es inviable y Mestre habría sostenido lo contrario, pero dentro de esa tensión hay una tormenta de versiones. Cerca del intendente capitalino deslizan que la mesa de gobernadores buscaría que Negri resigne su postulación a cambio de una mayor participación en la lista de su contendiente. En Balcarce 50 aseguran que desde el viernes Mestre recibió tres pedidos para que se baje provenientes de Peña, Frigerio y Cornejo, que se lo habría formulado en nombre de la Mesa Nacional de la alianza gobernante.

El pedido para que Mestre resigne su precandidatura habría sido acompañado por una oferta para que encabece la lista de diputados nacionales por Córdoba, pero, en todos los casos, el intendente capitalino se negó y los operadores del Gobierno se quedaron sin recursos para negociar. En esa cuenta regresiva, la impugnación de Juez significa un paso adelante en la contienda, con la apuesta de frenar la interna por medios judiciales, pero con una lista creciente de heridos dentro de Cambiemos.

A la pelea intestina entre Negri y Mestre, dentro de la UCR, se sumó el astillamiento del PRO cordobés, dividido entre quienes apuestan a la realización de la interna, como Massot, y Baldassi que acusa al «PRO orgánico» de trabajar sistemáticamente contra su candidatura y a favor de Schiaretti, que aparece como favorito en las encuestas, incluso en la capital provincial donde su performance beneficia al candidato peronista para esa ciudad, Martín Llaryora, que podría quitarle al radicalismo el control de ese territorio.