“La salud sola así no aguanta”. El personal sanitario de la Ciudad de Buenos Aires junto a organizaciones gremiales, políticas, sociales y vecinales, le reclamaron al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta medidas urgentes para contener el aumento acelerado de contagios por COVID-19. Y fortalecer el sistema ante una inminente segunda ola. En la última semana se registraron más de 9541 casos, superando la mayor cifra del 2020 que fue en agosto donde hubo 9326.

Durante una conferencia de prensa realizada esta mañana en el Hospital Rivadavia, los trabajadores exigieron recomposición salarial, readecuación del presupuesto y una estrategia de vacunación organizada para las personas esenciales. Además pidieron que se abra un registro voluntario como realiza la provincia de Buenos Aires. “Los que somos esenciales no queremos ser tratados como descartables”, indicaron los referentes y alertaron sobre el aumento de la ocupación de camas de Terapia Intensiva.

La medida fue organizada por la Coordinación Nacional de ATE-Salud; la CTA Autónoma de Capital Federal, Médicos Municipales y representantes Comunales de la Asamblea Permanente por la Salud de CABA

El coordinador nacional de ATE Salud, Rodolfo Arrechea, calificó la situación como “una línea amarilla”. Y describió la situación del Hospital Rivadavia donde todas las camas de Terapia Intensiva están ocupadas. Lo mismo pasa en otros hospitales porteños donde nuevamente se reactivaron los protocolos para abrir otros sectores y destinarlos a la zona COVID. “Vemos que el Gobierno de la Ciudad insiste en sostener mayores aperturas cuando hay un ola que empieza a crecer. Estaríamos en una nueva etapa de la pandemia, sostenida en los trabajadores de los hospitales que están extenuados y con un agotamiento físico importante.  En la Unidad Febril de Urgencia (UFU) del Hospital Rivadavia pasamos de atender entre 50 y 60 personas todos los días a 300 personas que vienen a hacer cola. De cada 10 casos, 7 presentan síntomas y todo esto va a recaer sobre el sistema de hospitales. Le estamos pidiendo que implemente los mecanismos para cuando llegue la vacuna y la gente pueda ir inscribiéndose como hacen en Provincia”, le dijo Arrechea a Tiempo Argentino.

Por su parte, Gabriel Rosestein, médico clínico de Guardia del Hospital Tornú indicó que la “situación es de muchísima preocupación”. “El número de casos ha estallado y las condiciones laborales para poder afrontar este rebrote siguen siendo muy deficitarias”.

Rosestein indicó que la tasa de contagios es de 462 casos cada 100.000 mil personas. “Está planteado que cuando se aumenta por encima de 150 casos por 100.000 habitantes hay que empezar a tomar más restricciones. Nos estamos encontrando con que el índice de positividad, del cual no se está hablando, es del 45% o 50%. O sea, de cada 10 personas que se hisopan, la mitad tienen el virus. Quiere decir que hay mucho virus circulando que todavía no está diagnosticado. Venimos de un año sin vacaciones, con un sueldo sin aumento, la paritaria del 2020 se está terminando en febrero del 2021 con un aumento mínimo del 22%”, expresó el médico.

El reclamo se da en un  contexto en el que el gobierno de Rodríguez Larreta redujo el presupuesto en Salud para el 2021 a un 15.6% del total. “El macrismo recibió el gobierno de la Ciudad con 21.7% del presupuesto destinado a la salud. El porcentaje  de este año es el mismo que tenía cuando el intendente era Osvaldo Cacciatore de la dictadura. El gobierno intentó cerrar en su momento cinco hospitales, lo que hubiese sido una tragedia, para febrero del 2020 se habrían reducido 600 camas que es como haber cerrado el Hospital Durand y el Santojanni todo junto”, explicó Arrechea.

Por otra parte, también pidieron que se tenga en cuenta el recurso humano ante las bajas por enfermedad y los fallecimientos, que ascienden a 500 en todo el país. La semana pasada el gobierno emitió una resolución que limita nuevamente las licencias para este sector. “Habíamos pedido que se nombre personal y se nombraron 5000 trabajadores, de los cuales 1000 son profesionales entre médicos, kinesiólogos y radiólogos. El resto es personal de enfermería. De estos últimos, por lo menos un 30% de los 4000 que se nombraron presentaron la renuncia por los bajos salarios y por no soportar la tensión y el desgaste psicológico que provoca estar en la primera línea. Tenían contratos por 3 meses de 35.000 pesos por mes”, detalló Arrechea a este diario.  La paritaria 2020 se cerró en enero del 2021 con un aumento del 15% en tres cuotas que se sumó al 7.9% establecido anteriormente. En líneas generales, el sueldo inicial es 35.000 pesos y el promedio no supera los 40.000.

Desde la CTA Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires también plantearon que las casi 6500 personas que trabajan en 470 espacios comunitarios y brindan asistencia social sean incluidas dentro del plan de vacunación.  “Las compañeras y los compañeros han estado al frente de las ollas, de los merenderos, de los comedores y han dejado la vida. Por eso estamos pidiendo que sean incluidos dentro de la campaña de vacunación para que ser solidarios no les cueste la vida.  Hemos demostrado con el ejemplo que son esenciales.  Le hemos pedido una reunión al ministro Fernán Quirós, todavía no hemos tenido respuesta. Estamos elaborando una nota para hacer una presentación formal. Veníamos pidiendo reconocimiento salarial de las tareas y no se completó. Además de las ollas, tuvieron un rol fundamental con el Operativo Detectar, con el relevamiento casa por casa”, expresó Pablo Spataro, secretario general del gremio.