La foto circuló aceleradamente en las redes sociales. Era el testimonio del reencuentro entre Cristina Fernández y Hugo Moyano. La senadora y ex presidenta y el jefe del gremio de Camioneros ya se habían enviado mensajes a través de sus hijos, Máximo por el lado de CFK y Pablo en representación del líder sindical. Así había empezado el acercamiento. Este viernes, con el escenario político atravesado por el caso de los (supuestos) cuadernos que por ahora son fotocopias, CFK y Moyano participaron de un plenario de capacitación para delegados del gremio mecánico SMATA en el campo de deportes de ese sindicato, en Cañuelas.

El anfitrión del plenario en Cañuelas fue Ricardo Pignanelli, secretario general del SMATA. Según pudo saber Tiempo, el líder camionero llegó hasta el predio del sur del GBA junto al gremialista de los canillitas, Omar Plaini. Cristina, en tanto, arribó junto a su equipo de colaboradores más cercanos más la diputada nacional y sindicalista de los judiciales Vanesa Silley (SiTraJu), allegada de confianza en la relación con el frente sindical.

La charla abierta con los delegados empezó a las 17 y tuvo lugar en el auditorio del complejo sindical: los únicos oradores fueron Pignanelli y Cristina. Antes hubo una reunión más pequeña, en el chalet del campo de deportes. Allí estuvieron Cristina, Moyano, Plaini, Silley, Pignanelli y su segundo, Roberto ‘Paco’ Manrique, secretario adjunto de SMATA.

Los testigos del reencuentro entre CFK y el dirigente camionero definieron el momento como “cálido” y “afectuoso”. Hubo besos y abrazos. Moyano le prometió a la ex presidenta y actual senadora que le hará llegar una foto que se habían sacado en Mar del Plata junto a Néstor Kirchner y la esposa del camionero,  Liliana Zulet.

Era una instantánea de los cuatro. En esa charla más íntima, compartida por CFK, Moyano, Plaini, Pignanelli y Silley,  se analizó el presente, tanto local como internacional, y se diagnosticó con preocupación y crudeza el estado en que quedará la Argentina tras el mandato macrista.

Tras ese primer momento, que duró una hora y media, los dirigentes se trasladaron al auditorio. Allí los esperaban 800 delegados del gremio mecánico. Pignanelli y Cristina hicieron sendos discursos, luego se abrió un tiempo para hacer preguntas: estaba previsto que las preguntas fueran por escrito pero el gremialista improvisó y alentó a los trabajadores presentes a preguntar en voz alta. Una delegada se refirió a la famosa frase de Néstor Kirchner en su discurso de apertura como presidente, en la que invitaba a “soñar un sueño”.

Según testigos, Cristina aseguró que se proponía trabajar y colaborar para construirlo de nuevo y que esa tarea no pasaba exclusivamente por una persona. Otro delegado consultó sobre la relación entre el kirchnerismo y los sindicatos en la última etapa del gobierno de CFK: Cristina apuntó al rol que tuvieron los medios concentrados en la incomprensión del rol de los subsidios como salario indirecto –en tanto beneficio para los trabajadores- y como aliento al consumo –rentabilidad para los empresarios-. CFK profundizó sobre todo al analizar la situación económica, a la que consideró gravísima.

“Hoy son cuadernos, mañana libretas y después libretitas”

Cuando terminó el plenario, Moyano intercambió breves palabras con los periodistas que montaban guardia en el ingreso. “Es un gesto. Nos encontramos y nos sacamos una foto”, contestó cuando le preguntaron por la instantánea que recorrió rápidamente redes sociales y portales de noticias. Cuando lo consultaron por el caso de los supuestos cuadernos del chofer de Roberto Baratta, Moyano apeló a la ironía: “Cristina no habló de las libretas, ¿qué va a decir? Hoy son cuadernos, mañana libretas y después libretitas”.   

Cristina, en tanto, se limitó a difundir un breve mensaje en sus redes sociales: “Hoy estuve en Cañuelas, junto a trabajadorxs de SMATA. Gracias por la invitación y el cariño de siempre”, fue lo único que dijo sobre su participación en la jornada.

El encuentro del SMATA se trata de un evento de formación y se extenderá todo el fin de semana. El cierre está previsto para el domingo: el ex titular de la Cámara de Diputados Julián Domínguez estuvo a cargo de la apertura. En la lista de invitados están incluidos el sacerdote Carlos Accaputo, de la Pastoral Social de la arquidiócesis de Buenos Aires y allegado al Papa Francisco; la ex CEO de Aerolíneas Argentinas, Isella Costantini, y el periodista Iván Schargrodsky. La secretaria de Producción del municipio de La Matanza, Débora Giorgi, y el ex ministro de Educación bonaerense Mario Oporto también forman parte del equipo coordinador.  

Este viernes, mientras Cristina estaba en el acto sindical de Cañuelas, se conoció un pronunciamiento de intendentes peronistas del interior de la provincia de Buenos Aires. “Se vuelve a poner en funcionamiento el aparato mediático/político/judicial para intentar ensuciar al principal espacio y dirigenta de la oposición con ridículas y delirantes causas judiciales que violan los más sagrados principios institucionales y constitucionales vigentes en Argentina. Se pretende perseguir y proscribir a CFK, del mismo modo que hacen en Ecuador con Correa y en Brasil con Lula”, decía el texto.

“No es casualidad que el nuevo ataque a CFK coincida con el peor momento de Cambiemos, tanto en lo económico como en lo social, productivo, laboral e investigaciones de corrupción y aportes truchos muy delicadas”, completaba otro párrafo. El pronunciamiento está firmado por ocho intendentes bonaerenses, que encabeza el jefe comunal de San Antonio de Areco, Francisco Durañona.