El asesinato por la espalda que perpetró el policía bonaerense Luis Chocobar a un ladrón que huía es usado por el gobierno nacional para, según anunció la ministra Patricia Bullrich, “cambiar el código penal”. La funcionaria dijo que se impondrá una nueva doctrina “que se usa en todo el mundo”, llamada doctrina Tueller, basada en un protocolo de Estados Unidos elaborado por un policía del Estado de Utha, el Sargento Dennis Tueller.

El policía del departamento de Policía de Utah fue el responsable de lo que hoy se conoce como la Regla de Tueller o Regla de los 21 pies. La regla establece que 21 pies o, lo que es lo mismo 6,4 metros, de distancia es la mínima para tener posibilidades de defenderse de manera efectiva con un arma de fuego, ante una agresión con arma blanca, a partir de tener el arma enfundada y en condición de lista para hacer un disparo. Esta regla se enseña en todas las policías y agencias gubernamentales de los Estados Unidos como parte fundamental del entrenamiento con armas de fuego. 

«A menos de esos 6,4 metros de distancia las probabilidades de sobrevivir a una agresión con arma blanca disminuyen considerablemente, teniendo en cuenta que los ataques pueden ser muy veloces y que aunque pudiéramos llegar a disparar, nada indica que no pudiéramos errar el tiro y es más, que aún impactando en una zona vital del agresor, este podría igualmente llegar a herirnos como resultado de la inercia de su movimiento», sostiene este protocolo. 

Según esta teoría, todo “tirador al momento de decidir cuál es la acción defensiva más efectiva para emplear” y debería saber que: los 21 pies representan aproximadamente 6,4 metros, una persona tarda aproximadamente 1,5 segundos en cubrir esa distancia y llegar hasta nosotros, un tirador entrenado puede desenfundar un arma de fuego y efectuar un disparo, en un tiempo de entre 1 y 1,1 segundos, el segundo disparo tardaría 0,2 segundos adicionales y el tercer disparo otros 0,2 segundos adicionales, el tiempo de reacción de un tirador, desde que percibe la amenaza, hasta que adopta la decisión de contraatacar, varía entre 0,16 y 0,5 segundos. la única forma de incapacitar instantáneamente a un agresor, es impactarlo con un disparo en un punto vital de la cabeza.