El ingeniero agrónomo Carlos Anaya agregó un nuevo dato sobre la ya resonante compra por 235.950 pesos de una palmera para reemplazar una de las que se ubican el Patio de Honor de la Casa Rosada: según contó el especialista, intentó salvar la planta y por eso fue despedido del gobierno de la Ciudad.

“El día 4 de octubre de 2016 en mi carácter de ingeniero agrónomo y arborista certificado por la International Society of Arboriculture, concurrí a la Casa Rosada por un llamado de la Arq. Maela Santarcángelo del área de mantenimiento de la Casa de Gobierno para ver el estado de una de las cuatro palmeras del Patio. Se sorprendió cuando luego de analizarla le informé que la palmera estaba viva y que por su alto valor histórico y patrimonial merecía un tratamiento para intentar su recuperación”, contó Anaya en un texto que se difundió el fin de semana.

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Anaya relató que existía un informe del ingeniero Agrónomo Jorge Fiorentino de la Dirección de Arbolado de la Ciudad de Buenos Aires que aconsejaba la extracción y reemplazo de la planta y en coincidencia con ese fin de semana largo del 12 de octubre tenían planificada la logística con el Gobierno de la Ciudad para llevar una palmera similar desde Goya, Provincia de Corrientes.

“(Santarcángelo) me pidió que al día siguiente, en forma urgente le enviara por correo electrónico un informe por escrito para poder argumentar la suspensión del operativo de extracción y trasplante. Les sugerí en el informe un tratamiento, por el que no iba a cobrar honorarios, y solicité que se extrajeran diferentes muestras de suelo y del vegetal para ser analizadas en un laboratorio para asegurar el diagnóstico y llegado el caso redireccionar el tratamiento. Convocaron a la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata la cual presentó un informe interdisciplinario en línea con el diagnóstico por mi presentado”, agregó.

Sin embargo, el mismo día que envió el informe recibió una cédula de notificación de su despido. “Fui empleado de planta de la Ciudad por 36 años y en ese momento trabajaba como arborista del Jardín Botánico. Por la tarde de ese 5 de octubre, día que por la mañana envié el informe, recibí en mi domicilio una Cédula de Notificación firmada por el Secretario de Mantenimiento del Espacio Público del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, Sr. Ezequiel Capelli, con documentación ad hoc firmada por su subalterno el Director General de Espacios Verdes, Arq. Ariel Lasge, en la que me informaban de un trámite de pedido de cesantía argumentando que había acumulado 15 inasistencia continuas en mi lugar de trabajo”, detalló.

Anaya hizo su descargo a una acusación que consideró “absurda” y presentó un informe de la Gerente del Jardín Botánico, Ing. Agr. Graciela Barreiro, que desmentía mi incumplimiento laboral, copias del libro de la guardia privada del Jardín en el que se acreditaba su entrada regular al Botánico y los informes de los trabajos realizados.

Su reclamo fue en vano y le bloquearon el salario. “A pesar de la arbitrariedad continué cumpliendo con mi trabajo y la Dirección de Asuntos Legales y Previsionales del Ministerio de Hacienda de la Ciudad en febrero de 2017 le informa al Ministerio de Ambiente y Espacio Público que ‘de continuarse el procedimiento de cesantía, con los elementos aportados, se colocaría a esta Administración en indefensión ante la Justicia, entendiéndose correspondería el levantamiento del bloqueo provisorio dispuesto’. Claro: todo fue armado en forma urgente y con total impunidad, amén de lo falaz, incurrieron en errores de fechas y hasta computando un feriado nacional como supuesta inasistencia”, indicó.

El especialista recordó que “a mediados del 2016 medios gráficos nacionales informaban erróneamente sobre la muerte de la palmera en base a la apreciación de “un experto japonés” contratado por la Dirección General de Espacios Verdes, que en realidad no es ni japonés ni experto. Se trata del Sr Francisco Inomata quien acompañó en su visita a la Casa Rosada al Ing. Fiorentino, concluyendo con el reemplazo de la palmera”.

“Evidentemente me interpuse en un ‘negocio’ de funcionarios del Gobierno de la Ciudad quienes me ‘castigaron’ y luego de 36 años de trabajo, habiendo sido responsable de varias áreas afines a mi especialidad, el único especialista certificado internacionalmente, con una foja de servicios sin ninguna observación, me vi obligado a solicitar una jubilación anticipada cansado de la injusticia y corrupción”, se lamentó y concluyó: “A raíz de lo sucedido obviamente opté por no hacer el trabajo. Por curiosidad fui hace unos 6 meses a la Casa Rosada y observé que lamentablemente por la desidia y la corrupción ahora sí ya la palmera estaba muerta con un alambre sujeta a un balcón para minimizar el riesgo de caída”.