Trabajadores y trabajadoras del Programa de Acompañamiento Social Integral (PASI) del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires denunciaron quince despidos y el desmantelamiento del espacio de contención para personas en situación de calle y vulnerabilidad social. El 23 de diciembre, casi la mitad de las empleadas y empleados fueron notificados verbalmente sobre la no renovación del contrato temporal anual. Además, advirtieron que alrededor de 1000 familias en emergencia habitacional y sanitaria corren el riesgo de volver a quedarse sin techo.

Mabel Rella es madre de una nena de dos años, es jefa de hogar y alquila. Hace más de tres años que se desempeña como asistente social en el PASI y fue despedida la semana pasada, en medio de la pandemia del coronavirus. Trabajaba como monotributista desde que se inició el programa. “Me dejan en una situación de vulnerabilidad total. Las despedidas somos, en su mayoría, jefas de hogar con hijes. Ese día, nos llamaron de a uno y nos comunicaron la noticia. Hasta hoy no hemos recibido ninguna notificación porque el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta considera que cuando se termina el contrato no te tiene que notificar. Pero no es así, tampoco pudimos avisarles a las familias que acompañamos. Lo hacen cerca de las fiestas, no tuvieron ni siquiera la empatía de plantearnos la situación y de buscar la solución. El Poder Judicial ya está cerrado. Nos sentimos violentados, fue muy arbitrario todo”, le dijo Rella  a Tiempo Argentino.

La mayoría de las personas despedidas son mujeres, trabajadoras sociales y psicólogas que ganan alrededor de 36.700 pesos por mes. Trabajan en duplas que asisten a 50 familias cada una con una fuerte presencia en el territorio. Durante la pandemia, fueron consideradas esenciales y siguieron con sus funciones, algunas de manera presencial y otras, remotas.  Ahora, sostienen que 1000 familias están en peligro de volver a quedar en situación de calle. 

“Existe un riesgo inminente, en su mayoría son mujeres solas, desocupadas y con hijxs a cargo, excluídxs del sistema de salud y expulsadxs del sistema educativo. Trabajamos diariamente para revertir estas situaciones que tras haber atravesado la crisis sanitaria por Covid-19 sin precedentes, han empeorado sus condiciones de vida”, expresaron en un comunicado. Por su parte, Rella agregó que ahora sólo 15 personas, la mitad del personal, deberán atender la demanda total. “No sabemos qué va pasar con los compañeros que quedaron, tampoco sabemos si el PASI va a seguir. Tenemos que informarles a esas familias que no las vamos a acompañar más y que pueden volver a estar en situación de calle. Es imposible que los 15 que quedaron puedan sostener el laburo de 1000 grupos, es claramente un desmantelamiento y se enmarca dentro de un plan de vaciamiento porque despidieron a la mitad de los empleados. También fue despedida la gente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad. Eso te da a entender que va a haber un recorte de la política y un desentendimiento de lo que es la problemática”, afirmó la trabajadora social. Además, detallaron que durante el año otras 9 personas fueron desvinculadas del espacio por lo que son 24 trabajadores y trabajadoras menos.

“PASI recibe familias de distintos programas del gobierno de la Ciudad y nosotros acompañamos a las familias para que puedan construir redes en educación, vivienda, salud, revinculación, documentación. Son familias que han perdido absolutamente todo. A través del PASI se hacían las renovaciones de los distintos programas. La mayoría somos trabajadores sociales y psicólogas y hacíamos informes para renovar esos programas. Evaluamos las necesidades. Los subsidios no cubren todo, entonces teníamos que estar mes a mes para que no vuelvan a la calle. Intentábamos también alguna reinserción laboral, les armábamos el curriculum.  La lógica que quieren instalar ahora, bajo la dirección de Marcela Rumi, no es la misma lógica que la que veníamos haciendo”, afirmó Rella.

Desde Desarrollo Humano de CABA informaron que el Programa de Acompañamiento Social Integral seguirá funcionando y sostuvieron: “Estamos promoviendo en esta nueva etapa del programa construir nuevos puentes con otros programas del gobierno, siempre dentro de la normativa establecida para PASI. En este contexto hemos convocado a todo el personal y 15 personas no han respondido a esta convocatoria. Ratificamos que no hay pases a otros programas, ni reubicaciones ni cierre del programa».