En 2008, la presidenta Cristina Fernández estableció por decreto “el coeficiente de bonificación de 1,40 para las jubilaciones, pensiones, pensiones no contributivas, graciables y para veteranos de guerra de Malvinas” que residan en las provincias de La Pampa, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Neuquén, y Río Negro, por considerarlas zonas desfavorables.

Ese plus es el que el gobierno de Cambiemos puso ahora sobre la mesa de negociación con los mandatarios provinciales en busca del ajuste que exige el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y que será incluido en el Presupuesto 2019 que se discutirá en el Congreso dentro de algunas semanas.

En su voracidad por bajar el déficit a 1,3% del PBI para el año próximo, la semana pasada ANSES eliminó los diferenciales de asignaciones familiares para la Patagonia, afectando a decenas de miles de chicos. Ahora es el turno de los jubilados, eliminando el régimen especial o, dicho de otra manera, recortándole los ingresos en un 40%.

Encabezadas por los ministros Dujovne y Frigerio, las conversaciones con los gobernadores plantearon esta alternativa “de reducción del gasto público” justo un día después de un masiva movilización frente a la sede de ANSES de Ushuaia, donde agrupaciones sociales, sindicales y políticas protestaron por la quita de alrededor de 1500 pesos de las asignaciones familiares que cobraban hasta este mes alrededor de 25000 chicos de las mismas provincias donde ahora el gobierno estudia bajar las jubilaciones y pensiones.