Ahí está Buscarita Roa, la más joven con 84 años, acomodando los platos sobre la mesa para servir la torta. Al lado, Estela de Carlotto recibe un regalo. Taty Almeyda levanta su copa. Manuel Gonçalves Granada, nieto recuperado número 57, oficia de conductor y distribuye el micrófono. Delia Giovanola se saca una selfie. A los 102 años, Rosa Roisinblit vuelve a la Casa por la Identidad. Están rodeadas de nietos y nietas. También hay bisnietos y bisnietas. Están en pie. Atravesaron la pandemia. Y se vuelven a abrazar.


Son mujeres que, en su gran mayoría, tienen más de 90 años sobre la espalda. Están celebrando en la exEsma, el centro de detención y símbolo del terror de la dictadura que las organizaciones recuperaron para plantar memoria. Están alegres. Festejan los 44 años de las Abuelas de Plaza de Mayo y el Día Nacional del Derecho a la Identidad. La lucha continúa. Lo repite cada oradora: todavía quedan alrededor de 300 hombres y mujeres por encontrar.


“Están esperando que los busquemos”, dice Estela antes de cantar el feliz cumple y soplar las velitas junto a las compañeras con las que recuperaron a 130 nietos y nietas. En el mes de la identidad, “Detrás de las Abuelas”, el ciclo que presentamos esta semana, da cuenta del legado y de la transmisión generacional de estas luchadoras. Es el aporte de Tiempo para mantener activas las búsquedas de los nietos y las nietas que falta encontrar. Es una manera de tomar la posta que dejan estas mujeres que lograron interpelar a la sociedad entera. «Detrás de las Abuelas» es una consigna porque, como escriben Gerardo Aranguren y Luciana Rosende en esta edición, son ellas las que marcan el camino.


La agenda de los Derechos Humanos siempre tiene espacio en este medio colectivo. Es uno de los ejes periodísticos del diario. Este año, por ejemplo, empezamos a retransmitir a través de la web «La visita de las cinco», tradicional encuentro del último sábado de cada mes realizado por el Museo Sitio de Memoria Esma.
De algún modo, Tiempo fue recuperado un 24 de marzo. En 2016, a 40 años del golpe de Estado cívico-militar, en medio del vaciamiento del Grupo 23, salimos a ofrecer durante la marcha por la Memoria, Verdad y Justicia una edición especial realizada por las y los trabajadores. Fue el envión anímico y económico para formar la cooperativa. “Las 10 medidas de Macri para vaciar la política de Derechos Humanos”, se leyó en la tapa. Era una muestra incipiente del crecimiento de los discursos negacionistas de los últimos años.


“Detrás de las Abuelas” es una propuesta multiplataforma para continuar un camino y un legado fundamentales. La hacemos junto a la organización creada en 1977 porque todavía quedan identidades vulneradas por restituir. La hacemos porque en los años de la pandemia no se pudo encontrar a ninguna nieta o nieto. Porque queda mucha búsqueda por delante. Y esa tarea, como enseñan las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo, tiene que ser siempre colectiva.