Cambiemos logró. luego de 8 horas de debate, aprobar el presupuesto 2018 con 165 votos a favor, 65 en contra y 1 abstención.

Los cierres de los tres principales bloques opositores: Frente para la Victoria, Argentina Federal y Frente Renovador fueron duro con la proyección presupuestaria enviada por el Poder Ejecutivo. Pese a eso, el único bloque con pese especifico en la Cámara que voto en contra fue el Frente para la Victoria.

El jefe de la bancada del FpV dedicó, a la hora del cierre del debate, buena parte de su discurso a explicar el daño que le causa la especulación financiera impulsada por el gobierno a la economía nacional y anunció: “No vamos a votar este presupuesto porque no refleja la realidad y porque fue elaborado antes de las reformas”.

Rossi criticó la baja de  los subsidios y cuestionó con la toma de deuda. “La transferencia recursos se da entre los subsidios a las tarifas y el pago de deuda. Yo escucho a mucho diputado decir que las deuda la van pagar nuestros hijos, a nuestros nietos. Bueno es mentira, la pagamos nosotros ahora cada vez que pagamos las tarifas de las privatizadas”, explicó

El diputado santafesino también detalló que durante el kirchnerismo había “inflación, pero inflación generada por la puja distributiva, porque cuando los sueldos subían por arriba de la inflación eso generaba una tensión”, y agregó: “Ustedes tiene inflación porque aumentan las tarifas”.    

A su turno el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, decidió sobrar la situación. Chicanear a Rossi y hablar de los años del gobierno del kirchnerismo.

Negri eligió contrastar el presupuesto pasado con el ejercicio vigente en lugar de profundizar la posibilidad de que el futuro presupuesto se creíble luego de las reformas aprobadas esta última semana.  

La sesión comenzó poco después de las 14 con 131 diputados presentes. Tras dos horas de cuestiones de privilegio los diputados comenzaron a discutir la ley de leyes. El encargado de abrir el debate fue el presidente de la Comisión de Presupuesto y miembro infórmate del oficialismo, Luciano Laspina, que  destacó la recuperación de la discusión presupuestaria “como herramienta central de la discusión de políticas del gobierno de la Nación”.

En ese marco el diputado macrista detalló que “el año pasado (los fondos asignados) tuvieron un desvío de apenas 2,8 de lo presupuestado, y las modificaciones presupuestadas son de 0,3% sobre un máximo permitido de 7,5, según la nueva ley que limitó las competencias del jefe de Gabinete para reasignar partidas”.

“El Presupuesto 2018 establece un conjunto de parámetros que anticipan un 3% de crecimiento para este año y 3,5% para 2018”, comentó, recordando que desde 2011 el país no crecía dos años seguidos. “Un crecimiento liderado por la inversión, a diferencia de otras épocas”, destacó el legislador, ubicándola en 17 puntos del producto para los próximos años.

Agregó que “todas las medidas que estamos tomando están en buena medida encaminadas a elevar la tasa de inversión”. Puntualizó que el consumo también crece: 3% este año y 3,5 el próximo, como así también las exportaciones, lo cual “nos permite ser optimistas”.

El miembro informante del oficialismo destacó que el Gobierno tiene tres metas: reducir el déficit fiscal; resolver “las enormes deudas que tenemos en materia de infraestructura y el enorme déficit en materia social, que hemos heredado”. En ese sentido destacó “la infraestructura que recibimos colapsada en todos los frentes”.

El relato construido por Laspina duró apenas unos minutos. Axel Kicillof tomó la palabra después del miembro informante del oficialismo y destruyó el proyecto enviado por el Ejecutivo.

El exministro de Economía resaltó que “no incluye las reformas pésimas” que el Gobierno nacional impulsó para diciembre y advirtió que el proyecto se está “aprobando a libro cerrado” porque “no hubo tiempo de discutir sobre lo que implica”.

Kicillof Remarcó que la “ley de leyes” fue presentada en “los tiempos legales” y dijimos que “no lo van a querer discutir porque va a estar relacionado con las leyes de ajuste que van a dejar ver solo después de las elecciones’”. “Dicho y hecho. Guardaron en el cajón las reformas hasta que pasaran las elecciones”, agregó.

El diputado del FpV profundizó sobre ese punto. “Terminaron las elecciones, se sacaron las caretas y trajeron un mundo completamente distinto”, sentenció el legislador.

“Este presupuesto, si tuvieran algo mínimamente de decencia con sus votantes, tendrían que mandarlo a rehacer. No incluye las reformas pésimas que han traído en diciembre”, enfatizó el exministro de Economía y calificó al plan de gastos y recursos como “obsoleto” y “ridículo”.

En la misma línea, el diputado afirmó que el presupuesto “nace muerto, no lo pueden cumplir, no incluye las reformas que han aprobado. Es un presupuesto de más ajuste, de más endeudamiento, de menos obra pública” y concluyó que las previsiones sobre la economía “dan gracia, son falsas”.

A su turno, la jefa del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño, también cuestionó a la administración y a su presupuesto, y lamentó en la sesión de este jueves que “se sigue castigando a las provincias con el látigo y la chequera”

Camaño habló de una “falta de una visión estratégica” en el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo. “Seguimos con un Presupuesto atado a la coyuntura electoral”, se quejó, al sostener que “se hacen a la medida de los gobiernos de turno”.

Camaño cargó duro contra el presupuesto vigente. “El año pasado dijeron que la inflación iba a rondar del 12% al 17%, y probablemente cierre entre el 23% y el 27%. Erraron en un 70%”, puntualizó.

En el mismo sentido, dijo que “el crecimiento lo estimaron en 3,5% y va a ser mucho menor, tal vez en 3%. Erraron por menos, pero erraron”.

Por eso, concluyó que “cuando un Presupuesto subestima la inflación y sobreestima el crecimiento, hay gato encerrado. Es un ajuste encubierto”.

Más allá de las críticas, Cambiemos terminó contando con los votos del FR para aprobar el presupuesto.

Desde el Bloque Justicialista, Diego Bossio, adelantó el voto a favor del Presupuesto 2018, aunque confesó que “cada vez cree menos” en esta ley y pidió “dar un debate serio en materia de política monetaria”.

“Cada vez creo menos en el Presupuesto como instrumento de política económica, porque las facultades del Ejecutivo son cada vez mayores”, advirtió Bossio, y agregó que “las proyecciones que han traído al Congreso los funcionarios no se han cumplido”.

El legislador sostuvo que “ni este Presupuesto ni los anteriores están configurando una política económica”, y en ese sentido fue que consideró que el eje de la discusión debe ser la política monetaria.