Comenzó movida la sesión en Diputados que debe aprobar el Presupuesto 2017 y el polémico proyecto que implementa el régimen de Participación Pública Privada.

Antes siquiera de tratarse esos proyectos, en el espacio dedicado a las cuestiones de privilegio, diputados de la oposición plantearon el reclamo de la inmediata libertad de Milagro Sala, que exige la resolución del Grupo de Trabajo Contra las Detenciones Ilegales de Naciones Unidas, y el rechazo a los incidentes que provocaron las fuerzas de seguridad cuando finalizó la presencia de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Tribunales. Ambas cuestiones fueron rechazadas sin argumentos por el oficialismo macrista.

Por caso, la diputada del FPV, Juliana Di Tullio, presentó una cuestión de privilegio contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la organización y el monitoreo del operativo de seguridad del lunes pasado. Para la diputada, el operativo de seguridad tuvo como único objetivo “el de terminar en una represión”. La legisladora no sólo destacó la presencia de francotiradores sino que remarcó la portación de armas por parte de los efectivos de la Gendarmería y la Policía Federal, algo que había sido prohibido desde el gobierno de Néstor Kirchner.

Di Tullio, quien sufrió el ataque de algunos efectivos policiales, dijo que tras sufrir los golpes hizo una denuncia penal contra Bullrich y que sus lesiones fueron constatadas por la médica policial. Incluso remarcó que le llamó la atención que la ministra haya considerado el operativo como “exitoso”. “¿Yo soy parte del éxito? ¿Mis lesiones son parte del éxito del operativo de Bullrich? El éxito era parte de la represión que lo frenó la ex presidenta cuando puso su cuerpo yendo al corazón de la manifestación e impidió que la represión se extendiera”, se preguntó Di Tullio. La legisladora recibió la solidaridad de diputados de los bloques de izquierda e incluso del Bloque Justicialista. Por el silencio oficialismo se puede entrever que avalaron lo realizado por Bullrich.

Poco después le tocó el turno a otro diputado del FPV, Edgardo Depetri, quien presentó una cuestión de privilegio para reclamar la inmediata libertad de Milagro Sala, detenida hace once meses por orden del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.

Cuando le dieron la palabra, Depetri le habló directamente al presidente Macri: “Pido, planteo, exijo y quiero que el Gobierno Nacional interceda y aproveche esta resolución para resolver esta verdadera inmoralidad. Tienen la oportunidad de ordenar la inmediata libertad, no puede encarcelarse sin pruebas y mucho menos estigmatizando a Milagro por negra y por dirigente social que organizó a los pobres mientras ustedes hacían leyes que llevaron a millones a la pobreza”. Los dichos del legislador fueron repudiados por los oficialistas.

Luego hizo su discurso la diputada del Movimiento Evita, Araceli Ferreyra, quien sin pelos en la lengua calificó al gobernador Morales no sólo como el responsable de la detención de Sala sino que afirmó que el mandatario provincial es “un misógino machista que se ensaña con las mujeres. Es necesario parar este Estado represivo que se vive en Jujuy porque al final Morales no va a responder por sino el Estado argentino por la resolución de la ONU”.

Estas afirmaciones casi sacaron de quicio a la diputada Silvia Martínez (UCR-Jujuy), quien no sólo consideró los dichos de Depetri y Ferreyra como “falaces” sino que acusó a Sala de ser una “ladrona” que pudo robarle a los jujeños por contar con “la anuencia y la matriz de corrupción de la presidenta Kirchner”. Sin duda quiso dar más ejemplos que dieran sustentos a sus dichos pero los nervios le jugaron una mala pasada cuando dijo que “Milagro es la que tiene una mansión muy cerca de la mía”. Las carcajadas desde la oposición estallaron y la legisladora jujeña casi se levanta de su banca enojada por su furcio.