La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada por unanimidad y giró en revisión al Senado un proyecto de ley que crea la Campaña Nacional para la Donación de Plasma Sanguíneo de pacientes recuperados de coronavirus de todo el país.

La iniciativa, que contó con 229 votos, fue impulsada por el presidente del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner; su par del PRO, Cristian Ritondo, y el titular del Interbloque Federal, Eduardo Bucca, recoge iniciativas de otras bancadas, como la de la diputada radical Josefina Mendoza.

Antes, también dio media sanción por amplia mayoría al proyecto que regula el “teletrabajo”, en el que se establecen los presupuestos mínimos que contemplan los derechos de los trabajadores y las obligaciones de los empresarios.

Plasma

Al cerrar el debate durante la madrugada, Máximo Kirchner dijo que «pasada la enfermedad la donación de plasmas, es bueno que se pueda ayudar a otra persona, lo cual va a ser con el cuidado de su privacidad» y señaló que «para los que somos peronistas solo el pueblo salvará al pueblo».

«No es una vacuna, es un tratamiento que a veces puede servir y a veces no», agregó y destacó que espera que esta donación para hacer este tratamiento «ojalá sirva a los argentinos».

En tanto, Ritondo aseguró que decidió participar del proyecto presentado por Kirchner porque es «un mensaje de la clase política a la sociedad» ya que es «tiempo de construir políticas y entendiendo que lo peor está por venir».

Dijo que «es un elemento más que positivo y un elemento de mucha esperanza para los enfermos del Covid-19».

La discusión fue abierta por el presidente de la comisión de Salud, Pablo Yedlin (Frente de Todos), quien aseguró que se necesita hacer una campaña de donación de plasma de enfermos recuperados de coronavirus, ya que «de los 14 mil que tuvieron esa enfermedad lo hicieron solo 150».

El proyecto establece una licencia especial para los y las donantes bajo relación de dependencia de dos días por cada donación de plasma que realicen. En el mismo sentido, se los reconoce como «Ciudadanos/as solidarios/as destacados/as de la República Argentina».

Durante la sesión, el diputado del Frente de Todos Federico Fargosi, que hoy se constituyó en el segundo legislador del cuerpo con coronavirus, participó en el debate remoto y anunció que donará plasma.

Teletrabajo

La iniciativa fue aprobada por 214 votos con el apoyo de las bancadas del Frente de Todos y la mayoría de Juntos por el Cambio, que otra vez mostró divisiones: sólo 28 de sus 53 integrantes votaron a favor, 21 se abstuvieron, 1 votó en contra y 3 se ausentaron.

El proyecto establece los presupuestos mínimos de la modalidad de teletrabajo y cómo garantizar los derechos laborales, tanto en lo que respecta a la definición de una jornada como al derecho a desconexión, o lo que hace a mantener la intimidad del domicilio y la posibilidad de poder revertir esa modalidad y volver al sistema presencial.

También se determina que las personas que trabajen contratadas bajo esta modalidad gozarán de los mismos derechos y obligaciones que las que cumplen tareas presenciales.

Además, se establece que la jornada deberá ser pactada previamente por escrito en el contrato de trabajo, de conformidad con los límites legales y convencionales, tanto en lo que respecta a las tareas desarrolladas fuera de línea como aquellas que se hacen en línea.

Otro punto clave del proyecto aprobado es que se incorpora la perspectiva de género, ya que se establece que la jornada laboral del teletrabajo de las mujeres con niños pequeños o adultos mayores debe adecuarse a esa situación.

La presidenta de la comisión de Legislación del Trabajo, Vanesa Siley, dijo que «hay un interés social de que el tema del teletrabajo se regule» y destacó que «la intención es que se proteja a la parte más débil», de la relación laboral, en referencia a los empleados.

En su discurso como miembro informante del proyecto, Siley señaló: «Con esta legislación se busca regular un régimen de trabajo que hoy se nos vino encima por la pandemia, pero que ya existía. Muchos diputados habían intentado que se trate».

En tanto, el vicepresidente de la comisión de Legislación del Trabajo, Albor «Nicki» Cantard, destacó el acuerdo alcanzado con el Frente de Todos sobre el tema y señaló que se buscó que la norma «sea lo menos reglamentaria posible» para que los gremios y empresarios acuerden aspectos puntuales en los convenios colectivos.

Como miembro informante de la oposición, el diputado santafesino dijo que «hay dos grandes problemas que son la desocupación y que el 40% de los empleados no están registrados, por lo cual si le damos los instrumentos, las pymes podrán contratar trabajadores y eso va a redundar en beneficio de todos los argentinos».

El jefe del bloque de la Coalición Civica, Maximiliano Ferraro, señaló que «esta no es la mejor ley que nos hubiera gustado, creemos que estamos perdiendo oportunidades importantes a la hora de incorporar esta modalidad. Pero es el juego del Parlamento, de las mayorías y las minorías, la posibilidad de construir la mejor ley posible; faltan muchas cosas incorporar, pero esta modalidad es la mejor ley posible que hoy podemos votar».

Desde la izquierda, Nicolás del Caño (FIT) señaló que «más allá de que estamos a favor de legislar para que los trabajadores no sigan quedando a merced de las patronales, acá el diablo metió la cola y vemos varios puntos problemáticos». Y mencionó que la izquierda no está de acuerdo, por ejemplo, en el segmento que permite «establecer una jornada laboral por objetivos».