«Prisión domiciliaria es impunidad. Cárcel común a todos los genocidas». La frase impresa en negro sobre blanco -impunidad en rojo- a lo largo de una bandera encabezó la multitudinaria movilización por el Día de la Memoria, la verdad y la justicia, en La Plata. Al igual que lo que ocurrirá este sábado en Capital Federal en la marcha por el 42° aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, la de la capital bonaerense fue una marcha unificada que juntó a diferentes sectores detrás de los organismos de Derechos Humanos.

Fueron más de 15 mil personas las que caminaron por las calles platenses. La última marcha unificada había sido la del aniversario por los 30 años del golpe, hace 12 años. Incluso el documento fue único: remarcó el retroceso en derechos humanos durante la presidencia de Mauricio Macri y la gobernación de María Eugenia Vidal, reclamó la libertad de los presos políticos, la aparición de Miguel Bruy, el final del gatillo fácil y el derecho al aborto, entre otras exigencias.

Fue convocada por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo La Plata, Familiares de detenidos desaparecidos y presos por razones políticas, H.I.J.O.S reginal La Plata, APDH, Coordinadora por la Defensa de los Derechos Humanos, Mesa por los DDHH, y el Foro por la Democracia y la Libertad de los Presxs Políticxs. 

La columna partió a las 17 desde la Plaza San Martín, entre la Casa de Gobierno y la Legislatura provincial. Una hora antes, las Madres de Plaza de Mayo habían hecho la tradicional ronda, que incluyó un homenaje a las Madres fallecidas Adelina Dematti de Alaye y Amelita de Cucco Games de Reboredo, y hubo una suelta de globos blancos. 

Caminaron a plaza Moreno, donde esperaba un escenario que miraba al edificio de la Municipalidad y daba la espalda a la Catedral. En la cabecera, con los representantes de los organismos, marcharon otros referentes de derechos humanos de La Plata, como Rosa Bru, madre de Miguel asesinado por la policía y desaparecido en 1993; la familia de Emilia Uzcamaita Curi, muerta en una fiesta ilegal en año nuevo de 2016, y Rubén López, hijo del tesitgo desaparecido Jorge Julio López.

La sitación actual de retroceso en materia de derechos humanos fue el eje del reclamo que se articuló en La Plata. «Desde el inicio de su gobierno, el presidente Mauricio Macri impulsa un claro retroceso en políticas de derechos humanos, con eje en la impunidad para los ejecutores del genocidio», leyó al comienzo del documento, María Reboredo, de Familiares.

«Este programa de desmemoria es sostenido por acuerdos ideológicos sobre lo ocurrido durante la dictadura y por la devolución de favores a los sectores que impulsaron su candidatura y sostienen su gobierno: los grandes grupos industriales, los especuladores financieros, los medios de comunicación hegemónicos, los sectores agroexportadores y las fracciones conservadores de de las fuerzas armadas», señalaron.

El texto recorrió las señales de retroceso desde el inicio de la gestión cambiemos, cuando integrantes del gobierno pusieron en duda el numero de desaparecidos. «llevaron a una cuestión aritmética una discusión que el pueblo argentino ya saldó hace años: son 30.000, fue un genodicio», leyó la hermana del desaparecido Alfredo Revoredo. En la lectura, se intercalaron con la Madre de Plaza de Mayo, Herenia Sánchez Viamonte, y estuvieron acompañadas en el escenario por Nelly Tacchi, también madre de la plaza.  

También recordaron el intento de aplicación del 2×1, la persecusión a los organismos manifestados por el intento de desalojo de la casa de Madres de Plaza de Mayo, los llamados a reconciliación, «y recientemente, una recomendación del Ministro de Justicia de la Nación para hacer lugar en las cárceles y liberar a más de 100 genocidas condenados, entre ellos Alfredo Astiz».

También señalaron que «la Alianza Cambiemos, con familiares de genocidas entre sus filas, quiere desempolvar la teoría de los dos demonios y cambiar víctimas por victimarios». 

La tradición en la capital de la provincia de Buenos Aires es marchar el día anterior al golpe. Siempre fue así para que los referentes de los organismos puedan marchar el 24 de marzo a la Plaza de Mayo, epicentro politico del pueblo argentino. De hecho, las referentes de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, son platenses. 

El reclamo final reiteró el reclamo de cárcel común, perpetua y efectiva a los genocidas, la profundización en las investigaciones a las complicidades civiles, empresariales, eclesiásticas y judiciales, y la búsqueda de los 400 nietas y nietos que permanecen apropiados, y denunció el vaciamiento de las Secretarías de Derechos Humanos de la nación, la provincia y el municipio.

La multiplicidad de sectores que marcharon en La Plata se evidenció en el pliego de reclamos del documento que pidió también el cese de la violencia institucional y del gatillo fácil, el rechazo a la criminalización de la protesta, a la persecución judicial a los luchadores populares, la Libertad a Milagro Sala y las presas y presos políticos, la aparición de Johana Ramallo, una joven desaparecida por redes de trata, y el pedido de políticas públicas para frenar los femicidios.

«Hoy tuvimos una marcha como hace años no se veía en La Plata, en un marco de unidad que nos dimos las organizaciones bajo una consigna que fue el rechazo a las domiciliarias a los genocidas y al ajuste del gobierno de Macri. El resultado fueron más de 15 mil platenses marchando por la ciudad», resumió Matías Moreno de H.I.J.O.S.