En el contexto de la investigación por la denominada “causa de los cuadernos”, el empresario Carlos Wagner, expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción y de la constructora Esuco, declaró como arrepentido ante el fiscal Carlos Stornelli y proporcionó detalles que las fuentes judiciales consideran claves para entender la cartelización de la obra pública, según difundió el portal Infobae.

Por medio de ese sistema, las empresas se quedaban en forma alternada con los contratos. Tras negociar con el exministro de Planificación Julio De Vido, las compañías debían entregar como coimas los adelantos de obra que pagaba el propio Estado nacional. Los montos del adelanto oscilaban entre el 10% y el 20% del total de la obra. Otro modo de entregar coimas consistía en devolver parte de lo que recibían como certificados de obra.

Según Wagner, De Vido organizaba ese sistema y los funcionarios Roberto Baratta –exsecretario de coordinación del ministerio de Planificación- y José López –exsecretario de Obras Públicas- lo ejecutaban.

El empresario marcó que tanto Baratta como López aseguraban que el dinero era «para arriba».

En ese sistema se decidía qué tres empresas de obra pública se presentaban a las licitaciones, qué precios ofertaría cada una y cuál resultaría ganadora, según el empresario.

Tras negociar con el fiscal Stornelli, el arrepentido Wagner seguirá libre mientras dure el proceso y, confesión de delito por medio, alcanzó una reducción de pena.