El interbloque Cambiemos dejará de existir el próximo 10 de diciembre. Ya sea en sesiones extraordinarias convocadas por el presidente que asuma antes de fin de año o en la Asamblea Legislativa del mes de marzo del año próximo, el Congreso mostrará una morfología distinta que va más allá del cambio de nombres y de dirigentes. La única posibilidad de que nada se modifique está ligada a que Cambiemos logre dar vuelta la elección y Mauricio Macri consiga ser reelecto. Aunque ni siquiera ese escenario de continuidad en el poder parece tener la fuerza para zanjar las heridas que ya estaban abiertas y se profundizaron con la pésima performance electoral. 

Ni el Congreso en general ni la Cámara de Diputados en particular permanecen ajenos al clima de cosa juzgada que atraviesa el mundo político tras conocerse los resultados de las PASO del último domingo. Dentro de ese clima, el interbloque de diputados del oficialismo refleja la tensión que aflora en su propia interna a distintos niveles. Por estas horas la única coincidencia que sobrevuela a todos los legisladores oficialistas es que la era del post Macri está en marcha.

Dentro del bloque que hasta hace un mes conducía Nicolás Massot, hombre de Emilió Monzó, y que hoy preside Álvaro González, hombre de la dupla Larreta-Frigerio, todos hablan de una nueva etapa. Hablan del post macrismo y del reparto de poder dentro de la Cámara Baja, como principal bloque opositor después del 10 de diciembre, que se dará a través del Álvaro González y de Cristian Ritondo, quienes responden a Larreta y a Vidal respectivamente.

El ala política del PRO está decidida a tomar revancha y a relegar al macrismo puro  dentro del funcionamiento del bloque. Los operadores de Vidal y Larreta en Diputados  trabajan bajo una certeza: por más que Cambiemos termine, y Macri se vaya del gobierno, su electorado seguirá existiendo.

Por su parte, la UCR –otra de las partes de la alianza de gobierno– por ahora atiende su propia interna que tiene como protagonistas al cordobés Mario Negri y al mendocino Alfredo Cornejo. Ninguno de los sectores que se alinean tras estos dirigentes se atreven a poner en duda la desintegración del interbloque oficialista. Por eso comienzan a hacer números. De repetirse los resultados de la elección del último domingo, la UCR contaría con 45 diputados.

Negri aspira a quedarse con la presidencia del bloque y con la mayoría de los diputados. Cornejo, más distanciado del gobierno y con la esperanza de que el radicalismo retenga la gobernación, apunta a quedarse con una porción. En los pasillos del Congreso aseguran que no menos de una decena de diputados radicales se encolumnan tras el mendocino que conformaría su propio bloque.

Por su parte, Elisa Carrió logró, con sus últimas apariciones públicas, el rechazo mayoritario del los miembros de su interbloque. Una de las pocas cosas que comparten los diputados del PRO y de la UCR es el rechazo a Carrió. En ese marco y de cara a lo que viene, con Macri fuera de la cancha, a la diputada por la Ciudad de Buenos Aires no le quedará más remedio que volver a la conducción del bloque que consiga conservar la Coalición Cívica.

Algunos de los asistentes a la reunión de Gabinete ampliado que se llevó a cabo en el CCK confiaron a Tiempo el malestar que generó entre diputados del radicalismo la acusación sobre la tibieza con la que se llevó a cabo la campaña. «Ella se la pasa de joda y en televisión y nos viene a correr a nosotros con que no hacemos campaña. No tiene idea de lo que es el territorio. No tiene idea de lo que es caminar pueblo por pueblo juntando los votos. Por suerte esto se termina», le dijo uno de los diputados radicales del interior a Tiempo.

El rompecabezas de espacios que sostuvo hasta aquí la gestión de Mauricio Macri se desarmó. Sin embargo, antes de las elecciones de octubre, el próximo 15 de septiembre, el equipo económico deberá presentar el Presupuesto 2020. Por estás horas nadie pone en duda que el oficialismo cumpla con esa obligación, pero todos son conscientes de que Cambiemos hoy no tiene la fortaleza para dar el debate parlamentario sobre la ley de leyes. «