Los dirigentes sindicales buscan que el bono de fin de año sea universal y tenga como piso $ 2000, mientras que los empresarios pretenden que cada rama discuta su bono por separado. Los funcionarios juegan al misterio y algunos sectores de la CGT plantean ir más allá del bono y piden la reapertura de paritarias.

En ese marco, el dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA) José Urtubey sostuvo que la posibilidad de otorgar un bono de fin de año a los trabajadores para que recuperen poder adquisitivo frente a la inflación «dependerá de la realidad de cada uno» de los sectores de la industria. En declaraciones a AM 950 Belgrano, Urtubey se refirió a uno de los puntos discutidos en la reunión entre representantes del gobierno y de la CGT el jueves último y consideró que «más allá de que sea interesante un concepto de bono de fin de año», su efectivización «depende de cada sector, de cada realidad» para que «puedan o no darlo, y en qué medida y con qué monto».

«En términos industriales venimos de un año demasiado golpeados», reflexionó el empresario, quien recordó que la industria cayó 4,5 por ciento en el primer semestre del año pero precisó que «hubo sectores más dañados que otros».

Por su parte, el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, consideró que es «imprescindible la reapertura de las paritarias», independientemente de la discusión sobre el bono de fin de año que formó parte de la agenda del encuentro entre el gobierno y la CGT del jueves último.

En declaraciones a Radio La Red, el sindicalista señaló que «hace tiempo deberíamos haber ido al paro general» frente a los despidos producidos tanto en el sector público como privado y los «grandes aumentos en los alimentos y en los servicios». «A mí me llama mucho la atención que en esa acta que se firmó (entre el Gobierno y la CGT) no haya habido una discusión profunda sobre el futuro del empleo en la Argentina, independientemente que el poder adquisitivo es muy importante, como así una reapertura de las paritarias. Pero creo que lo excluyente hoy es la pérdida de puestos de trabajo», remarcó.

«Más que un bono de fin de año para nosotros es imprescindible la reapertura de las paritarias», sostuvo el dirigente gremial, quien, consultado acerca de a cuánto debería ascender la bonificación, concluyó que en el caso de la actividad financiera ese monto debería rondar los 4000 pesos. E tanto, el secretario administrativo de la CGT unificada, Omar Plaini, puso reparos a la posibilidad del pago de un bono no remunerativo a los trabajadores deslizada el fin de semana por el ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, al plantear que sumas de ese tipo implican una “pérdida” para los trabajadores, dado que, cuando el año que viene se discutan paritarias, se partirá del salario sin ese adicional extraordinario.

En declaraciones a Radio Nacional,  Plaini consignó que la CGT no quiere “que se cierre la posibilidad de las paritarias” y que el bono extraordinario que desde el gobierno nacional sacaron a relucir como alternativa en el marco de las negociaciones con la central obrera, “no es lo mejor” para los trabajadores porque, el año próximo, “las paritarias se discutirán con el piso salarial de este año”, dado que el bono será no remunerativo.

“Esta es la discusión que se dará el jueves dentro del consejo directivo”, adelantó el diputado nacional y secretario general del Sindicato de Canillitas, quien argumentó que, más allá del monto del bono, “cuando se ofrecen sumas no remunerativas, eso es pérdida para los trabajadores porque el año que viene se discuten paritarias sin esa carga encima del salario”.

Desde el gobierno, el ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay explicó: «El año pasado nadie nos lo pidió y eximimos de Ganancias el aguinaldo y dimos un bono de 400 pesos a 8 millones de personas. Hay antecedente de esta gestión, naciente en ese momento, de que estamos dispuestos a hacer eso. Simplemente ahora lo ponemos en una mesa más amplia de diálogo donde están los sindicatos, los empresarios y las provincias porque no podemos dejar a nadie afuera”.

El ministro detalló que la reunión que los funcionarios del gobierno mantuvieron el jueves con la CGT en el Ministerio de Trabajo fue “muy fructífera” y representó el “inicio del diálogo social en el que van a participar las tres patas: el gobierno, los empresarios y los sindicatos”. En ese marco, el funcionario explicó que en la reunión “se decidió tomarnos diez días para trabajar en una propuesta definitiva que después la vamos a consensuar y poner a consideración de los empresarios”, pero aclaró que “no se acordó absolutamente nada, solo se tomó nota de los reclamos”. “Desde el gobierno veníamos elaborando algunas alternativas pero la línea en esa reunión fue que cualquier ayuda que decida el gobierno para fin de año va a estar concentrada en los sectores más vulnerables y los que menos tienen”, sostuvo.

El ministro admitió que “es muy delicada la situación social” y señaló que el mensaje del gobierno nacional es que la pobreza y la “situación social heredada es un problema que no va a resolver solamente el gobierno, sino que tenemos que estar todos los sectores trabajando de manera mancomunada”.