La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, sostuvo que «la hipótesis de la desaparición forzada comenzó a debilitarse» al comprobarse que resultaron negativos los análisis de compatibilidad de ADN de las muestras encontradas en una camioneta de la Gendarmería con los de Santiago Maldonado, desaparecido el 1ro. de agosto último tras los incidentes en territorio de la comunidad mapuche Resistencia en Cushamen, localidad rural al noroeste de la provincia de Chubut.

No obstante, la funcionaria estimó que «pudo haber habido una inconducta» en el accionar de algún integrante de la fuerza de seguridad que intervino en el operativo.

«La investigación que hizo el Ministerio con la Gendarmería va marcando que esa realidad que intentaron instalar comenzó a debilitarse», dijo Bullrich, y descartó «pensar que el Estado, adrede, buscó construir un escenario para que una persona desapareciera», sostuvo la funcionaria en una entrevista que publica hoy el diario La Nación.

Santiago Maldonado, de 28 años, se encuentra aún desaparecido desde el 1° de agosto último, cuando participó en el corte de la ruta 40, en Chubut, y posteriormente la Gendarmería Nacional realizó un operativo en territorio de la comunidad Lof en Resistencia en Cushamen.

Bullrich planteó que «una cosa es que la Gendarmería esté en un plan de desaparición forzosa y otra que un gendarme haya cometido una acción que va en contra de las normas», al mencionar a Neri Armando Romero, quien según reveló ayer el diario, admitió haber herido con un piedrazo a un manifestante.

Al ser consultada sobre por qué esa inconducta no fue respondida con una sanción, Bullrich sostuvo que no pretendía «estigmatizar a Robledo», aunque admitió que su actuación «va a tener consecuencias, y en el momento que se tengan que tomar decisiones, lo haremos».

Asimismo, advirtió sobre lo que «se montó» alrededor del caso Maldonado y agregó: «Vamos a ser muy duros contra los que hicieron acusaciones falsas y los que difamaron».

La ministro contó que la demora se debió a que «acá hubo una Plaza [de Mayo] gritando «asesinos», todos los cuarteles de la Gendarmería pintados con la palabra «asesinos»… También hay que imaginar qué piensa un gendarme antes de declarar en ese marco de violencia».

Sobre los testimonios del jefe del escuadrón de El Bolsón, Fabian Méndez, quien el momento de la desaparición de Maldonado, dijo que se ausentó para ir al baño, Bullrich sostuvo que «con los jefes hay que hablar» y abogó por «un diálogo profundo» que aún no ha tenido.

Para la ministra, «es muy importante» ingresar al territorio que ocupa la comunidad mapuche, al destacar que el 16 de agosto «los perros iban hacia dentro del Lof y nosotros queremos seguir ese rastro».

A la vez, volvió a respaldar a su secretario de Seguridad, Pablo Noceti, de quien dijo no tener «ninguna duda, lo mismo que del juez Otranto (Guido)».

También reconoció que cuando se presentó en el Congreso para brindar información sobre el caso Maldonado fue «demasiado rápido» y le «faltaba información» y se mostró a favor de «cambiar el sistema sumarial de las fuerzas de seguridad porque son muy antiguos».

Al final de la entrevista, confió en que quienes pidieron su renuncia «reconozcan el trabajo que estamos haciendo con el mismo énfasis» y comparó la aparición de Bryanna Reganzani después de seis días de su desaparición con la de Maldonado al afirmar: «espero poder encontrarlo como pasó con Bryanna y poder hablar con la mamá de Santiago y que pase lo mismo».