El Centro de Militares para la Democracia Argentina, cuyo objetivo radica en propiciar la continuidad de la República, criticó la doctrina del cambio de gobierno actual y promovió la resistencia civil. En el informe difundido en portales digitales, explicó quelos gestores del cambio, los EE UU y sus aliados son los principales sostenedores del sistema del capitalismo integrista o “globalización” que acaba de adoptar la derecha argentina con base de una doctrina neoliberal, impuesta globalmente para mantener y afianzar su predominio mundial. 

Además calificó tanto al ajuste como la devaluación en términos de «dureza», cuyos operadores privados responden a sus intereses, desprotegiendo a la población, victimizándola y endeudando al país, al liberar las retenciones. 

Por otro lado, el presidente de la institución exhibió su asombro respecto del logro parlamentario dado en la división del Poder Legislativo que apoya el cambio y divide a la oposición; asimismo ubicó al Poder Judicial en términos de «delegados» funcionales al Poder Ejecutivo, que actúan con procedimientos anticonstitucionales que, entre otras medidas, atemorizan las protestas sociales. 

Otro foco de críticas se centralizó en las posiciones pendulares de los sindicatos, su inoperancia en las protestas ante los atropellos a los trabajadores, «aunque en los últimos días parecen vislumbrarse algunos promisorios cambios de actitud», concedió el coronel. 

Otro análisis sobre el sistema neoliberal repiensa la gestión de ciertos gobernadores opositores como colaboradores de las «reformas absurdas» a cambio de ampliación de presupuestos y acallando la conciencia. 

El sistema, según el informe, no sería posible si no fuera por los aplausos de los medios de difusión que «aplauden» las medidas gubernamentales y denuestan los sectores de prensa que «difunden la verdad». «Los intereses privados y particulares operan el duro ajuste, la lucha por los mercados, el control de los alimentos, la energía, el petróleo, los minerales, la biodiversidad, la tierra fértil y el agua potable, las riquezas del país, dejando como víctimas al sector más desprotegido de la población. Procedieron a una fuerte devaluación: liberaron de retenciones a las corporaciones internacionales y volvieron a endeudar al país reintegrándose al control por parte del FMI.»

Para el Centro de Militares resultan desconocidas e inéditas las manifestaciones en las calles de manera diaria por parte de las víctimas de la desocupación, los despidos y tarifazos «castastróficos», «galopantes» y provocadores de faltas básicas en la canasta de artículos de primera necesidad.

Como consecuencias de dichos abusos psicológicos, de manipulación de la (des)información y la represión policial, las fuerzas armadas vuelven a protagonizar un rol como fuerza interior y objetivo al actual gobierno. Lo que llama el Centro «ideología de la tecnocracia» no es más que un acto de despojo de trabajo, desempleo y un nuevo impulso a la emigración.

Finalmente, el Centro de Militares conocido por su participación en los juicios contra las violaciones a los Derechos Humanos, pide «continuar una resistencia civil generalizada que debe ser inexorablemente pacífica y cuya ejecución asegure la unidad de acción de todos los sectores comprometidos con la soberanía nacional para recuperar la plena vigencia de sus derechos solamente por medio de un futuro proceso electoral». En su informe, el CEMIDA promete su participación y permanencia al servicio de la soberanía nacional y apoyo a los sectores más desprotegidos.